La directora y la vicedirectora de una escuela de la ciudad de Córdoba fueron apartadas del cargo luego de que una familia denunciara un supuesto abuso sexual, bullying y maltrato a un alumno con autismo de 11 años por parte de sus mismos compañeros.

“En relación a la situación de la escuela primaria Rafaela Sánchez de Caldelari de la ciudad de Córdoba en la que habría ocurrido un caso de abuso a un estudiante de 6° grado, la Dirección General de Educación Primaria y la inspección de zona tomaron conocimiento el día 6/09”, publicaron vía Twitter desde el Ministerio de Educación cordobés.

La cartera educativa provincial precisó que “desde ese momento se intervino activando el acta de vulneración de derechos y dando participación a autoridades judiciales. Una de las medidas tomadas por la dirección de nivel fue que los estudiantes señalados tengan clases virtuales hasta que se resuelva su situación”.

A su vez, confirmaron que este martes “se apartó a la directora y a una vicedirectora mientras dure la investigación administrativa indicada para valorar actuaciones”. 

Por último, informaron que se dispuso equipos interdisciplinarios para restablecer el clima institucional y las clases a favor de garantizar la educación de niños y niñas.

El caso

Según el testimonio del padre del alumno que fue víctima, quien pidió no ser identificado para proteger a su hijo, en la mañana del lunes 5 de septiembre el chico concurrió normalmente a la escuela Rafaela Sánchez de Caldelari, del barrio Ayacucho de la capital cordobesa, donde cursa el sexto grado, y cuando fue retirado por la tarde "nos dijo los horrores que le tocó vivir".

El hombre confesó a los medios locales que su hijo tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA) y que ese lunes, durante el recreo, "dos compañeros lo encerraron en el baño, lo ataron, lo torturaron, le pusieron la cabeza dentro del inodoro, le bajaron los pantalones y tocaron sus partes íntimas".

El denunciante, junto a un grupo de padres, resolvieron tomar pacíficamente la escuela, mientras que las autoridades educativas abrieron una investigación administrativa sobre el caso.

Mi hijo desde el lunes quedó con ataques de pánico y no come. Lo llevamos al médico porque está con dolores de cabeza y está traumado. Nos costó siete años que mi hijo hablara con la gente, y esta gente lo destruye todo”, aseguró el hombre, quien a la vez exigió que "se investigue y se haga justicia".

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