En la madrugada del martes, Leo García dejó trascender en su cuenta de Instagram la noticia de que Carla Tintoré había fallecido. No fue el único, pero sí el más rimbombante hasta ese momento. En menos de una semana, era la segunda Reina que se despedía del trono. Y es que con ella comenzó todo: no sólo para las mujeres, que tuvieron en su figura un ejemplo a seguir, sino también para la escena de música electrónica.

Carla fue una DJ indispensable. Amén de que cada set suyo era una experiencia, se le recordará por haber sido una militante de la idiosincrasia del club y en especial por convertirse en la primera mujer en pararse detrás de unas bandejas. Seguramente no fue la primera argentina que lo hizo, pero sí la pionera en el arte de encontrar un sonido identitario, y más en los años '90, época en la que nacía una nueva cultura. Tanto acá como al otro lado del Atlántico.

En medio del desembarco de las raves y el auge del descontrol, Carla tuvo su debut en una fiesta en Solanas (Uruguay), al lado de otro referente de la época, Aldo Haydar. Pero luego decidió formarse e informarse, y lo hizo con Dr. Trincado (alias de Cristian Trincado), leyenda de las pistas de baile locales, quien casi de manera automática se tornó en mentor y también en amigo. Uno muy bueno.

Como si se tratara de una paradoja de la vida, la acompañó no sólo en sus inicios, sino en el último baile. Al momento de hablar de su legado, el DJ enfatiza que la trascendencia de Tintoré radica en su apoyo a la escena independiente. "A la gente le hicieron creer que los artistas importantes estaban debajo de una marca. Sabemos el poder que tienen el dinero, los medios y la política porque acá también están metidos. Acá también hay mafias", explica Trincado.

Y el DJ y gestor, aparte de ícono del under local, continúa: "Aunque la industria tuvo grandes réditos, produjo mucho dolor y traiciones a la escena independiente". De hecho, Trincado cuenta que Carla Tintoré trascendió a otro plano enojada con la escena. "Estaba muy dolorida con lo que le pasó a lo que construimos. Sentía dolor con muchos de sus colegas. Fueron cómplices de la corporación."

Por más que se paseó por estilos que iban del techno al deep house, la DJ tenía una cabeza demasiado abierta, por lo que su capacidad de improvisación y de desconcierto era una de sus marcas registradas. Por eso no sorprende que su disco favorito fuera Mediterráneo, de Joan Manuel Serrat. Lo contó el propio Dr. Trincado, quien además le reveló al NO: "Carla trabajó mientras le dio el cuerpo".

La pandemia la había afectado aún más. "Ella fue súper transparente. Tuvo la capacidad de comunicar, y la gente sintió cosas a través de su trabajo. Y su obra tiene que ver con la tradición oral".

La DJ y agitadora cultural Sol Ariens fue una de las tantas colegas que se sintió impactada por la obra de Carla Tintoré, por más que forme parte de una generación más joven. "La conocí primero por su nombre, porque fue una de las pioneras", reconoce la platense. "Me encantaban todos los discos que pasaba, y cómo ella se expresaba. Se transmitía mucho la libertad que ella tenía a la hora de diyear."

La organizadora de la fiesta Etérea Cadencia afirma que hoy es más fácil para una mujer desde organizar una fiesta hasta ser parte de la programación de un festival. Pero su admiración por Carla tiene que ver con un lugar insular. Sería difícil pensar tanto en Sol Ariens como en DJ Mina, Romina Cohn, Violett, Ana Helder, Vurkina, el colectivo By Womans o en tantas más sin evocar a Tintoré.

"Pese al lugar que ocupa en la escena, la escuché como una persona más. Y no como alguien que estaba marginada o por debajo de otro", apunta Ariens. "Tenía mucho poder. Se notaba su presencia incluso cuando no hablaba."

Aunque se ganaron espacios desde entonces, la lucha continúa. "Si bien hoy es más fácil, siempre termina habiendo line ups llenos de hombres en los que no caben una piba o una persona trans."

DJ Invertida es la DJ trans más influyente de la electrónica local en tiempos recientes. "Carla tuvo una influencia que no es consciente", afirma. "Son mensajes simbólicos que envió a otras posibilidades de pertenecer a la escena." A manera de intérprete de su obra, Invertida ahonda: "Ese mensaje se lo envió a muchas personas, porque se manejaba en el under. El under siempre estuvo relacionado a lo +LGTB, y ella se movía con todas las mostras ahí."

A Carla la conoció hace cinco o seis años atrás en Córdoba, durante un DJ set en un club, y quedó "alucinada en muchos aspectos". Su curaduría musical le pareció increíble. Aunque ya conocía su trayectoria. Esa noche, el álter ego de Violeta Alegre, que hoy también organiza la fiesta Rizoma, le asomó sus intenciones de ser DJ, y la tótem Tintoré le tiró la mejor onda. "Me dijo: 'Hay que animarse', y aunque pasó un tiempo, me animé."

Sobre la subsistencia en el under, Invertida admite: "Cuando terminás haciendo determinadas movidas, encontrás muchas limitantes: lugares, agendas y los arreglos. Todavía es una lucha estar ahí, y que se reconozca el trabajo".

Al mismo tiempo que era parte de Underground Park, la organización a cargo de las raves de Parque Sarmiento o la cancha de Ferro (las primeras que se hicieron en el país), Carla desfiló por los clubes icónicos de la movida porteña. Desde Pachá hasta El Morocco, donde fue DJ residente, fueron testigos de lo que era capaz de hacer. Al igual que Ave Porco, Casa Suiza, La Morocha, Cocoliche y Niceto Club.

Más allá de las diferentes dolencias que venía padeciendo, Tintoré se mantuvo activa hasta cuando el cuerpo se lo permitió. En junio tuvo una de sus últimas apariciones en Club. Y a manera de despedida, por esos días, posteaba en su cuenta de Instagram: "Gracias y homenaje a los que ya partieron. Nos reconocemos en la pista. Y música porque sí."

"Carla fue una poeta de transmisión etérica", atesta Dr. Trincando. "Ella tiene sus sets colgados en las redes y su trabajo hecho a lo largo de los años. No hay más que eso. Su obra se transmite a través de éter, y ese es el arte más sagrado."