Con 335 votos a favor, 152 en contra y una abstención, la Cámara de Diputados de México aprobó este miércoles extender por cuatro años más la participación del Ejército y la Marina en operativos de seguridad ciudadana. La reforma continuará su trámite legislativo en el Senado.
La retirada de los militares de la calle había sido fijada para 2024 y con la reforma se extenderá hasta 2028. También se prevé la creación de una comisión bicameral de diputados y senadores encargada de dar seguimiento a la reforma, y obliga al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad a rendir cuentas en cada periodo de sesiones del Congreso.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, se mostró “contento” con la votación. En conferencia de prensa de este jueves, explicó que la medida es para que los militares “sigan ayudando en las tareas de seguridad pública” porque los necesitan “para garantizar la paz”. “De manera simplista se piensa que lo que se busca es militarizar o reprimir o establecer un régimen dictatorial. Todo eso es falso”, aseguró.
El mandatario estimó que hay unos 500 mil efectivos en total para controlar la seguridad.
División en la oposición
La reforma fue impulsada por el oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), sus aliados Partido del Trabajo y Partido Verde, más el opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Esta alianza legislativa fue cuestionada por miembros de Va por México, la coalición integrada por el PRI junto con el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Referentes del PAN y el PRD anunciaron que la alianza está en suspenso hasta que quede claro si el PRI respetará la plataforma electoral que firmaron en 2021.
El coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira se dirigió a los legisladores del PAN y del PRD en la sala: “Se está con el Ejército o con el narco”. “Nosotros dijimos que estábamos en contra de aquellas cosas que afectaran a México, y esto no afecta a México. Lo que afecta a México es dejarlo sin Ejército”, recordó el jefe de la bancada a sus compañeros de coalición.
Por su parte, el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano aseguró que "si continúa la alianza tendrá que ser resultado de lo que suceda en el Senado de la República y veremos en qué términos y con quien interlocutor habríamos de hacerlo", aseguró al diario Milenio.
López Obrador dijo que espera que el proyecto se apruebe en el Senado, donde los legisladores "dejen a un lado la politiquería, las banderías partidistas y pongan por delante el interés de la gente de que haya seguridad, haya paz".
Reforma de la Guardia Nacional
La semana pasada, el Senado aprobó que el cuerpo civil de la Guardia Nacional, pase a la Secretaria de Defensa Nacional (Sedena). La Guardia Nacional fue creada en mayo 2019 por iniciativa del presidente, para combatir las grandes redes de narcotráfico. En esa misma reforma, se establecía que los militares se retirarían de las calles en 2024.
La polémica reforma de la Guardia Nacional (GN) buscaba que continúe como una "institución civil adscrita" a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, pero pase a estar bajo “el control operativo y administrativo” de la Secretaría de Defensa.
En el texto presentado al Congreso, el gobierno dice que es necesario reforzar a la Guardia Nacional porque el crimen organizado se ha convertido “en una fuerza ‘cuasimilitar’ que usa la violencia en contra de la población y de las instituciones públicas”.
“El propósito final de esta iniciativa no es militarizar al país o implantar el autoritarismo, sino cuidar con la tutoría de la Secretaría de Defensa el crecimiento sano de la que debe ser la principal institución de seguridad pública de México”, señaló el gobierno.
Las atribuciones de la Secretaría de Defensa
La Secretaría de Defensa pasará a “ejercer el control operativo y administrativo” de la GN, incluyendo la distribución territorial, la expedición de los manuales de organización, procedimientos y los programas operativos y estrategias. Asimismo, se encargará de coordinar los “planes y programas” de formación de los uniformados, de la capacitación permanente en el uso de la fuerza y de proponer adecuaciones a su estructura orgánica.
Además, la iniciativa elimina el requisito de abandonar el Ejército y la Marina para ingresar a la GN. Con esto, “el personal naval y militar asignado a la GN continuará sujeto al fuero militar en el caso de comisión de infracciones contra la disciplina castrense”.