Desde San Sebastián
El Festival Internacional de Cine de San Sebastián cumple 70 años y para festejarlo tira la casa por la ventana. Desde Juliette Binoche hasta David Cronenberg, que recibirán los Premios Donostia de la edición aniversario, pasando por Penélope Cruz, el premio Nóbel Kazuo Ishiguro y Liam Neeson, la lista de grandes nombres propios que desfilarán por el Donostiako Nazioarteko Zinemaldia (así se llama el festival en euskera, la lengua oficial de País Vasco) parece inabarcable para los nueve días de la muestra que comienza este viernes 16 y que se extenderá hasta el sábado 25, convirtiendo a San Sebastián la capital pro tempore del cine internacional.
Algunos de los cineastas más relevantes del cine contemporáneo llegarán en estos días al festival para acompañar sus últimas producciones, como el coreano Hong Sang-soo, el chino Wang Chao, el austríaco Ulrich Seidl y el francés Christophe Honoré, que compiten por la Concha de Oro en la Sección Oficial, que clausurará el irlandés Neil Jordan con el estreno mundial de su policial titulado Marlowe, protagonizado por Liam Neeson e inspirado obviamente en la literatura de Raymond Chandler.
Tras la pandemia, el cine asiático volverá a tener una amplia presencia en el Festival. Además de Wang Chao y Hong Sang-soo, regresará el japonés Hirokazu Kore-eda, Premio Donostia 2018, con su película más reciente, Broker, presentada en mayo pasado en Cannes.
El cine francés también estará representado –en la sección Perlak, que reúne importantes títulos de otros festivales del año- por el director, actor y guionista Louis Garrel (con L'innocent, que estrenó en Cannes) y Claire Denis (Avec amour et acharnement) y François Ozon (Peter von Kant), que dieron a conocer sus nuevas películas en febrero pasado en la Berlinale. En Perlak, también estarán otros importantes representantes del cine europeo, como el rumano Cristian Mungiu (R.M.M.) y los belgas Luc y Jean-Pierre Dardenne (Tori et Lokita).
“Estamos felices porque hemos podido hacer un festival muy robusto, que goza de muy buena salud, a pesar de las limitaciones económicas que han surgido a causa de la pandemia y de la guerra en Ucrania”, se entusiasma José Luis Rebordinos, director general del festival desde hace doce años, y que ya tenía antes otros quince en el equipo de programación. “Hemos sabido adaptarnos a las circunstancias actuales como antes lo habíamos hecho con todas las transiciones que atravesó el cine en este siglo, desde la aparición de los formatos digitales a las plataformas de streaming”.
Para Rebordinos el hecho de que el de San Sebastián sea el festival más importante de los que se celebran en el conjunto de países de habla hispana, así como uno de los más longevos y prestigiosos de Europa, le da una responsabilidad especial. “En el País Vasco, nuestro idioma es el euskera, pero el festival sabe que las películas de Iberoamérica tienen un mercado potencial de casi 500 millones de hispanohablantes nativos”. Por eso, el cine español y el latinoamericano siempre han tenido un lugar preponderante en la programación del festival. Y este año no es la excepción.
A diferencia de Cannes y Venecia, que no son muy generosos con el cine latinoamericano, el Zinemaldia compensa esas ausencias con creces. Hay propuestas de todos los países de la región, pero este año la auténtica perla de la corona en esta edición aniversario parece el cine argentino, que está presente en todas y cada una de las secciones del festival, con películas y jurados, lo que indica una suerte de renacimiento de la producción nacional, luego de la parálisis que provocó la pandemia y la crisis que atravesó la gestión del Incaa cuando estuvo a cargo de Luis Puenzo.
“El cine argentino es el más fuerte de América latina”, asegura Rebordinos, que empieza señalando con entusiasmo las dos películas nacionales que participan de la competencia oficial, El suplente, de Diego Lerman, “una obra muy potente”, y Pornomelancolía, de Manuel Abramovich, de la que recuerda con orgullo que llega al concurso luego de haber nacido primero en el laboratorio de proyectos 2018 y luego crecido en el Work In Progress 2021, siempre en el marco de San Sebastián. Luego se entusiasma con poder contar, en la sección Perlas, con Argentina, 1985, “la mejor película de Santiago Mitre, lo que es mucho decir”, y de recibir nuevamente en el festival a Ricardo Darín, Premio Donostia 2017 por su trayectoria. “Lo de Darín como el fiscal Strassera es increíble”, dice Rebordinos, “todo lo hace maravillosamente, hasta nos lo creeríamos si hiciera de submarinista”.
En la competencia Zabaltegi, dedicada al cine más radical y que tiene lugar en el maravilloso centro cultural Tabakalera, participan Trenque Lauquen, de Laura Citarella, con la complicidad de todo El Pampero Cine; Diarios, un film performático de Andrés Di Tella, y Amigas en un camino de campo, de Santiago Loza, que Rebordinos elogia sin ambages como “una pequeña joya”. Y señala inmediatamente la importancia de que Albertina Carri esté al frente del jurado de esta sección. “Conozco muy bien su obra, he leído incluso su novela, tengo mucha admiración por ella y me parece importante que en estos días –se apasiona Rebordinos- pueda explorar el espacio de Tabakalera, porque querríamos que en el futuro nos pueda proponer para este espacio alguna instalación. Porque en euskera Zabaltegi quiere decir justamente zona libre”.
Carri no es la única argentina este año que preside un jurado en San Sebastián. Luego de la deserción de Glenn Close, a último momento, por "una emergencia familiar, el jurado el de la competencia oficial será encabezado el productor de Relatos salvajes, Matías Mosteirín. A su vez, en el apartado Nest, dedicado a los cortometrajes, figura el ya mencionado Andrés Di Tella. Y en la sección Nuevos directores la escritora y guionista Selva Almada, “a quien todavía no conozco personalmente, pero es como si lo hiciera, porque he leído sus novelas”, afirma orgulloso Rebordinos.
A su vez, en la sección Horizontes Latinos compite la película Sublime, opera prima de Mariano Biasín que en febrero pasado participó en la sección Generation del Festival de Berlín y que ahora en San Sebastián recibirá el Premio Sebastiane Latino que otorga un jurado compuesto por integrantes de la Asociación de Gais, Lesbianas, Trans, Bisexuales e Intersexuales del País Vasco. Y, last but not least, hay cuatro proyectos argentinos en el foro de coproducción -de Anahí Berneri, Agustina San Martín, Mariano Luque y Emiliano Torres- y en uno en el WIP Latam, El castillo, opera prima de Martín Benchimol, con producción de Gema Juárez Allen .
“Es notable que saliendo de un momento tan difícil, el cine argentino se presente tan sólido y diverso”, insiste Rebordinos. Y compara el fenómeno con el del cine español. “No teníamos tantas películas españolas en el festival desde hacía 27 años. Y hay de todo, desde películas para el gran público hasta las expresiones más radicales, en todas las secciones”. Y resalta el trabajo que hace San Sebastián mucho más allá de los nueve días que dura el festival: “El llamado Zinemaldia 365 o Festival todo el año, que dirige Maialen Beloki, es nuestra apuesta estratégica en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola) y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico”. Todo indica que a pesar de sus 70 años, San Sebastián no sólo mira hacia atrás, con exposiciones y retrospectivas que dan cuenta de esa historia, sino esencialmente hacia adelante, hacia el futuro.
Las películas de la competencia oficial
- Pornomelancolia (Argentina), de Manuel Abramovich
- La consagración de la primavera (España), de Fernando Franco
- Suro (España), de Mikel Gurrea
- Walk Up (Corea del Sur), de Hong Sang-soo
- Le Lycéen (Francia), de Christophe Honoré
- A Hundred Flowers (Japón), de Genki Kawamura
- The Wonder (Reino Unido), de Sebastián Lelio
- El suplente (Argentina), de Diego Lerman
- Great Yarmouth-Provisional Figures (Portugal/Reino Unido), de Marco Martins
- Runner (EE.UU./Alemania), de Marian Mathias
- Los reyes del mundo (Colombia), de Laura Mora
- La maternal, (España) de Pilar Palomero
- Forever (Dinamarca), de Frelle Petersen
- Girasoles silvestres (España), de Jaime Rosales
- Sparta (Austria), de Ulrich Seidl
- Il Boemo (República Checa), de Petr Václav