Vestida en cuero rojo, (en muy poco cuero rojo) sube al escenario en medio del barrio de Caballito: nadie puede no mirarla. La rosarina atrevida seduce al público gozando de eso que hace tan bien, cumbia travesti y santafesina que se enreda en sus tacos. De pronto irrumpe un melódico, un piano suave que con su voz nos lleva a la orilla de su cama. Ayelén Beker junto a la Bekerband pasea a su público por donde quiere con una excelencia musical pocas veces vista y un show de imprenta propia.
Para Susy Shock, una de sus referentas y quien le dió el apodo de la Gilda de las travas “La Beker” tiene “la memoria y la estética travesti que linkea hacia el futuro poderosamente. Produce belleza en todos los sentidos, es una belleza verla, escucharla participar de cada ceremonia que hace”
A solas comienza la entrevista, fuera de las tablas y las luces, con ese “lomazo” (como le dicen a menudo), ahora viste un jean, zapatillas y buzo ancho. La voz suave y tímida contrasta con el despliegue de erotismo que acaba de desparramar en el escenario
¿Por qué la cumbia?
-Yo me siento cumbia, soy popular, vengo de la villa, vengo del hambre, de la tierra, del barrio. No podría cantar unos temitas y ser una chetita porque no me sale, soy villera. Me siento cómoda ahí porque sé de dónde vengo, es parte de mi ser. Me gusta pelear y decir “acá estoy, escuchenme, tengo todo este cuerpo travesti, mirenlo”, pero también hago cumbia para que una señora en su casa pueda ver a alguien hacer arte y dejar este tipo de mensajes, que escuche una cumbia que le encante y diga algo diferente. Es romper con esto de que la trava solo es un chiste. Empecé a amar la cumbia desde ese lado, darme cuenta que entraba a la casa de esa señora que capaz tiene una hija marika y la escucha. Lo pienso así, es la manera de entrar a la casa de todes.
¿Cómo se te ocurrió armar una banda de cumbia travesti?
-Yo venía de cantar boleros y baladas. Fue un desafío para mí, al principio quedé seleccionada en un proyecto para el que buscaban artistas trans, pero no sabían qué tipo de proyecto querían. Me terminaron diciendo que iba a hacer cumbia y yo les dijeque si iba a hacer cumbia, iba a ser cumbia santafesina. Después me abrí porque sufrí acoso, abuso de poder y me terminé volviendo a Rosario y empecé a formar mi banda. La cumbia me devolvió un montón de amor, cuando tocamos se genera algo hermoso donde la gente me da todo ese amor que no tengo en otro lugar si no es arriba del escenario. Si voy caminando por la calle te miran con otros ojos. Fue por ese amor que dije, voy a quedarme y representar la cumbia
Trabajaste mucho en “profesionalizar” tu arte. ¿Cómo fue ese proceso?
-Sí, trabajamos un montón y además también pienso siempre en esto de que la cumbia es algo muy marginado. Fue como decir “vamos de la mano, cumbia, soy una trava, vamos a cantar”. Cuando entendí eso empecé a formarme como artista para eso de lo que quería vivir. Entendí lo que tengo que hacer y que lo hago porque me hace bien. Es lo único que me sana de todo lo que me deja el mundo: la música. Sé que tengo mucho para dar, estuve muchos años super retraída con mi arte, deprimida, recién empecé a cantar a los 25 años. Estudiar me hizo sacarme esa vergüenza que tenía, que antes siempre era con lo "roto travesti" en el medio, borracha para sacarme la timidez, o drogada para desinhibirme. Después me di cuenta de que no, que no era ese el camino sino justamente el otro, tenía que darle bola a mi herramienta de trabajo, a mi voz, a mi cuerpo. La música me transformó.
¿Cómo fue esa construcción incluso física del orgullo cumbiero y travesti?
-Como dice el tema, "orgullosa siempre una marika escandalosa". Me fui de mi casa muy chica, porque si cantaba o bailaba lo hacía como nena, era todo "no" en mi casa, un día no lo aguanté más. Tuve el "no" muy marcado y me hizo esconder lo que siempre fui, fue muy difícil romper esa barrera. Después una crece y te das cuenta de que te criaste con un montón de cosas super feas. Me preguntaba ¿Por qué me pasa esto a mi? ¿Por qué me pegan por mostrarme siendo la misma de siempre? ¿Por que de un dia para el otro deje de ver a mi familia? Estaba muy deprimida y ahí apareció el arte. Es una barrera que voy rompiendo conmigo misma.
Hiciste un click en un momento…
-A veces siento que lo que quiere la sociedad es que nos vayamos matando de a poco. Antes terminaba de tocar y me compraba una bolsa, hoy me voy a dormir a mi casa y como, y me digo que me tengo que cuidar para al otro día estar bien y poder cantar. Me ayudó sobre todo el amor de la gente que me acompaña. Hay un equipo atrás que me sostiene. No estaba acostumbrada a todo eso, a que la gente te trate bien o te quiera bien o te vea hermosa. Voy rompiendo esa barrera de la vergüenza y la timidez porque hoy tengo una familia que realmente me acompaña.
Ayelén Beker reúne todo: carisma, presencia, mística, sensualidad, pero es ante todo la revolución latente que trae a los escenarios de la mano de su cuerpo voluptuoso, de su voz extremadamente sensual, y la seguridad de prender fuego a quien la mire.
Fue la mismísima Susy Shock, la que en un viaje al Festival de la Diversidad del Bolsón en 2018 le puso el apodo de la Gilda de las travas. “Viajaba al lado de ella y la miraba, no sabía quién era” cuenta riendo. “Susy me abrió la cabeza y el corazón, quedé flasheada cuando la escuché hablar y a ella le pasó conmigo, me vino a abrazar”. “Fue la primera artista que vi y me sentí representada por primera vez” cuenta.
Hoy, teje trava de por medio, trabajan juntas en letras de Susy con cumbia de la Beker. Otras bandas como la Delio Valdés, Sudor Marika y Cachitas Now se suman al repertorio con colaboraciones y ft. que se hacen esperar.
¿Cómo es pelearla en el circuito, hacer cumbia desde Santa Fe?
-Es difícil conseguir trabajo o hacer movidas por fuera de lo queer, incluso en Buenos Aires. Todavía está esto de que la trava solo puede ser ridícula y hacer reír. Hace un tiempo fuimos a Pasión de sábado y fue raro, me trataron mal, me dejaron de lado. Se siente la incomodidad cuando llega la trava al lugar, como pasa día a día cuando salía a la calle. También con esto de la música viajo mucho y veo otras realidades. Me ha tocado estar en pueblitos super chiquitos y escuchar que a las travas le sacan los forros la policía. Estamos tratando de llegar al rincón más chiquitito. Estar ahí y conocer es muy importante. Me han cortado en el medio de un show así como también han subido 50 personas a bailar, ¡hasta me presentó un cura una vez!
¿Cómo que te desenchufaron la música y te presentó un cura?
-Estuvimos en Villa María en un festival de la pesca o algo así, muy raro. Hacíamos el cierre del festival que arrancó presentando el cura del pueblo. Cuando me vieron subir no lo podían creer, creo que llegué a cantar dos temas o tres y cuando canté el "Tango Puto" de Susy (Shock) se subieron y me cortaron, me desenchufaron los equipos...
Desde Soy presenciamos la manera en la que se repite una historia ya conocida: el desconcierto y la indignación que provoca gritar "trava" y "puta" en el centro del Parque Rivadavia. Señoras bien, incrédulas miran sin comprender lo que sucede en el escenario mientras la mariconada baila sin pausa, hasta que una no aguanta más y se levanta de su silla disparada al escenario diciendo que "no" con su mano y haciendo muecas para interrumpir el show. Trava, cumbiera, sexy... lo prohibido.
Hacés enfurecer a varios parece... ¿Es un enojo político?
-Súper político, de hecho lo pienso así. Quizás me gustaria tener una banda de soul, jazz o funk. Pero me gusta hacer lo que hago porque desde la cumbia quiero llegar a la casa de esa marikita que está viendo. Poder ser inspiración para alguien. No es que nadie sea ejemplo de nada, pero cuando vienen a verme nenas trans, y me dicen “Ay aye, las uñas, el pelo” yo me muero de amor, me pongo a llorar. Las infancias son fundamentales. Si alguna vez vi una travesti en mi infancia fue porque mi papá me llevaba a pasear a la zona roja. En ningun otro lugar de trabajo, y menos en un escenario, podías ver una trava. Ahora la gente me escribe, termino de cantar y recibir ese amor me llena, me va dando otras posibilidades, otras herramientas. La cumbia es alegría y la alegría es algo que necesitamos tanto en este tiempo.
¿Seguis siendo trabajadora sexual?
-Sí. Me pasa que lo elijo y no lo elijo. El trabajo sexual fue una herramienta ancestral en mi casa con mi vieja, mis tías, y otras mujeres de la familia. Me crié con eso naturalizado y a la vez no, porque también soy "la hija de puta" y es algo que me hicieron sentir. Cuando me fui de mi casa, fui a trabajar a la zona roja porque en ese momento era la realidad de todas, no es que me iba a ir a anotar al banco. Tengo un amor-odio con el trabajo sexual porque además está ligado a muchos abusos en la infancia, a la ausencia de mi mamá durante muchas horas. Hoy es una herramienta, un trabajo, no me da vergüenza decir que soy puta. Prefiero chuparle la pija 15 minutos a un chabón y no pasar la vida con un gil que me mantiene o estar ocho horas fumándome maltratos.
¿Cómo te va económicamente con la música?
-No estoy viviendo de esto, pero sí me da otra realidad la música: trabajo menos de puta, zafo más con los shows. Mi deseo es vivir del arte. También para romper con ese destino de la trava que solo puede trabajar de puta, yo tuve ya esa realidad donde lo único que tenía era el trabajo sexual, hoy tengo otra herramienta que me impulsa a seguir
¿Cómo ves el cupo laboral trans en este sentido?
-Estoy super a favor porque entiendo desde qué lado está pensando, teniendo en cuenta que muchas de nosotras no podemos terminar el secundario. De hecho hasta el día de hoy hay lugares donde no hay ESI y no podés usar ni la E. Bueno, como pasa acá en CABA con el desastre de Larreta. Entonces entiendo que el cupo está pensado desde ahí y es muy necesario porque hay una brecha grande donde quizás las infancias trans de hoy puedan llegar a terminar la escuela, pero nosotras las de 30 o 40 no tuvimos la posibilidad de elegir. Me gustaría pensar en una sociedad donde el Cupo Laboral Trans no tuviese que existir pero en esta realidad me parece fundamental.
¿Quién es Ayelen Beker?
-Ayelén Beker es una persona que tiene ganas de crecer, de seguir haciendo cosas. Una mujer con más herramientas que esa trava chiquita que no le tenía miedo a nada y a la vez le tenía miedo a todo. Siento que tengo valor, y que tengo amor, a los momentos, a los lugares, a las cosas que hago y eso me lo dio el arte y la música
La gira tropical de Ayelén el próximo Sabado 17 de septiembre en la Feria del Libro de Rosario. Imperdible también será el cierre de la Marcha del Orgullo Rosario el 1 de octubre que pide una escapadita obligatoria a pura cumbia y para cerrar el 15 de octubre se realizará el Festival Feliz, en el cuál Ayelén Beker será uno de los shows principales.
Su recién salido clip, 9 de julio 620, es el nuevo tema del proyecto Cabaret Quir que junto a Dissident trabajan un perfil más rockero. El clip retrata el hostigamiento de sus vecines en pandemia, cuando la quisieron echar de su casa. Spotify, YouTube, en vivo, o por Instagram incluso, Ayelen Beker, la reina de la bailanta no va a dejar de deslumbrarnos.