Pasaje al paraíso 5 puntos

Ticket to Paradise, Estados unidos, 2022

Dirección: Ol Parker

Guión: Daniel Pipski y Ol Parker

Duración: 104 minutos

Intérpretes: Julia Roberts, George Clooney, Kaitlyn Dever, Maxime Bouttier, Lucas Bravo, Billie Lourd.

Estreno: Disponible en salas.

Julia Roberts y George Clooney. George Clooney y Julia Roberts. Ver esos dos nombres bien arriba en el afiche de la misma película impacta y ya quisieran muchos productores y directores contar con semejante aval para sus trabajos. Y aunque en el imaginario popular pueda parecer que se los ha visto juntos en pantalla muchas veces, la verdad es que no han sido tantas, ni en las circunstancias que por primera vez se producen en Pasaje al paraíso, de Ol Parker. Porque es cierto que habían compartido cartel junto a una larga lista de estrellas en las dos primeras entregas de la saga Ocean’s Eleven (2001 y 2004). Que en el medio se encontraron de nuevo en Confesiones de una mente peligrosa (2002), debut como director de Clooney, y que recién en 2016 volvieron a reunirse en El maestro del dinero, con Jodie Foster como directora. Pero en ninguna de ellas tenía lugar lo que todo el mundo quería ver: una comedia romántica entre dos de los actores populares más carismáticos y encantadores de su generación.

Bien, la espera llegó a su fin, lo que no quiere decir que la reunión cumbre haya resultado un éxito. Seguro lo será en términos comerciales, no solo porque la propuesta está pensada para atraer a un público amplio, al que los dos nombres grandes al tope del poster les resultará motivo suficiente para dejar Netflix por un rato y volver al cine. (Nota: cualquier excusa es buena para eso.) También porque ambos intérpretes cumplen en compartir su encanto por un rato con sus personajes y en ese gesto está lo mejor de Pasaje al paraíso. Acá, Roberts y Clooney interpretan a una ex pareja que llevan dos décadas divorciados, pero que deben volver a aunar fuerzas para arruinar la boda de su hija, por considerar que la chica está cometiendo el mismo error que ellos veinticinco años atrás.

Es cierto que no hay muchos otros actores que, tanto desde lo físico como desde lo actoral, sean capaces de recuperar el espíritu perdido de las clásicas screwballs (comedias románticas de enredos), tan populares en los 40 y 50 gracias a estrellas como Cary Grant, James Stewart, Katharine u Audrey Hepburn. Y de hecho el argumento, el desarrollo y sobre todo el desenlace conservador de Pasaje al paraíso buscan con desesperación remedar aquella liviandad con la que se disfrazaban de inocencia circunstancias que no siempre eran tan innocentes. Lo que ocurre es que, aun contando con los intérpretes indicados, la película de Parker carece de esa duplicidad que les permitía a clásicos como La adorable revoltosa (Howard Hawks) o Pecadora equivocada (George Cukor) jugar con la picardía en busca de surfear sobre el famoso Código Hays. 80 años después de aquellos títulos, con la capa de decepción que significó el cine de los 70 de por medio e incluso la del cine post 11/9, un final como el que propone Pasaje al paraíso, tan arbitrariamente feliz, se revela más como una imposición del departamento de marketing que como la decisión de un buen guionista.