Fue, sin dudas, una demostración de fuerza. O de la estructura que viene construyendo hace tiempo. El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, se sacó una foto con 150 dirigentes de Juntos por el Cambio para mostrar que tiene respaldo y equipos a la hora de pensar en gobernar al país. Si bien no fue pensado como una respuesta a Patricia Bullrich, lo cierto es que la presidenta del PRO compartió otro encuentro donde se mostró con Cristian Ritondo y con el exministro bonaerense Joaquín de la Torre en la misma semana. No obstante, de momento, la puesta en escena de Larreta la supera ampliamente en número. Envalentonado, Larreta cerró el encuentro con esta frase: “Para sacar la Argentina adelante, no nos alcanza sólo con el gobierno nacional. Vamos a pelear para ganar en cada una de las provincias, en cada municipio y en cada rincón de la Argentina”.
La cita fue en el Centro Cultural Recoleta y tuvo como lema “Preparándonos para gobernar: un país federal”. En el tejido del encuentro participaron los armadores nacionales del proyecto presidencial de Larreta, entre ellos Omar de Marchi. La cosecha de años de rosca fue generosa: fueron diputados, senadores, presidentes de distintos partidos y legisladores provinciales. Entre los que asistieron se pudo ver al probable candidato a gobernador por Entre Ríos Rogelio Frigerio, al senador cordobés Luis Juez y al exsecretario de Seguridad Eugenio Burzaco, que seguramente compita por la intendencia de Bariloche.
Tras los números de la inflación, el encuentro tuvo un eje económico que estuvo a cargo del exministro de Economía Hernán Lacunza, quien viene hace tiempo conduciendo el equipo económico de Larreta: habló de expandir la capacidad exportadora de la Argentina y otras medidas en línea con lo que se vio durante su gestión bajo Macri. Otros paneles los encabezaron el excanciller Jorge Faurie y el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y del Centro Exportador de Cereales, Gustavo Idigoras. Este último fue, con su sola presencia, todo un dato de hacia dónde apuntarán las políticas de la agroindustria. También estuvo a cargo de una disertación Enrique Szewach, de la Fundación Mediterránea.
A su turno, Larreta planteó nuevamente un discurso que viene llevando desde hace algunos años: que hay que acordar con el 70 por ciento de la política. “Estoy convencido de que hay que terminar con la grieta. Es difícil ponerse de acuerdo pero es lo que cambia la Argentina. Hay que tener más coraje para consensuar con el que piensa distinto que para pelearse. La firmeza que la Argentina necesita es la de solucionar los problemas de la gente”, aseguró. El jefe de Gobierno, no obstante, rechazó el llamado al diálogo para una convivencia democrática del Gobierno: es que para él, el kirchnerismo está en el otro 30 por ciento con el que no va a dialogar.
“Para solucionar los problemas tenemos que llegar preparados. Estamos trabajando en la definición del plan y en el consenso con nuestros socios políticos. Tan importante como tener un plan es tenerlo consensuado”, insistió Larreta, quien prefirió no sumergirse en las pantanosas aguas de las internas de los últimos días sobre las PASO o sobre las vallas en Recoleta. Y remarcó que la unidad de Juntos por el Cambio tiene que tener un objetivo: “Lo que va a cambiar el país no es aprobar leyes los primeros días sino que éstas se mantengan veinte años. La unidad se expresa con que lleguemos juntos al 10 de diciembre del año que viene, pero sabiendo lo que hay que hacer”. “Tenemos que dejar para siempre en el pasado esa noción unitaria que cree que la Argentina sale adelante si se mejora la calidad de vida en el conurbano bonaerense o en la ciudad”, afirmó Larreta.
Lo escuchaban el exgobernador de San Luis Claudio Poggi, el intendente de Tucumán, Germán Alfaro, el cordobés Gustavo Santos y el senador por Chubut Nacho Torres, que protagonizó algunos de los últimos choques nacionales con los radicales. No faltaron, como es lógico, los cuestionamientos al Gobierno nacional: “El Gobierno es una máquina de improvisar. No tienen un plan, sólo tienen internas, chicanas y dedos levantados señalando culpables. Y esto, que es muy malo para la Argentina".
Este es el segundo encuentro bajo la misma bandera que se hace: el anterior fue el lunes con Diego Santilli y tuvo de invitados a 40 dirigentes bonaerenses (entre ellos, algunos que supieron acompañar a Ritondo). No obstante, la foto con los 150 dirigentes le sirvió a Larreta para plantarse desde otro lugar frente a sus competidores, en especial los internos: Patricia Bullrich y (tal vez) Mauricio Macri. Hace tiempo que Larreta quería que quienes lo iban a apoyar lo hicieran explícito, por lo que esta demostración de fuerza fue para dejar en claro que su proyecto no se agota en el AMBA (de hecho, a propósito, no convocaron a dirigentes ni porteños ni bonaerenses). Cerca de Larreta, advirtieron que había representantes de 22 provincias.
Bullrich, por su parte, no hizo hasta ahora una demostración similar de cuantos sectores la apoyan. Lo último fue una cena que compartió en Twitter con la consigna "Más juntos, más cambio" y con una foto, en la que aparecían Ritondo (que por ahora sigue con proyecto propio), De la Torre, y Nicolás Massot. El jueves estaba de recorrida por Mendoza, donde la recibió su posible compañero de fórmula Alfredo Cornejo.
Casualidad o no, este fue el momento que eligió el consultor político Jaime Durán Barba para salir a elogiar a Larreta: "Horacio Rodríguez Larreta le puede ganar las internas a Mauricio Macri. Horacio tiene, desde hace rato, saldos positivos importantes. Bullrich no tiene saldo positivo y es menos conocida. Lo más probable es que les gane porque es el único que, por lejos, tiene mejores números”.