Cuando parecía condenado a una nueva derrota en Arroyito, un gol del juvenil Franco Frías en tiempo de descuento le posibilitó a Rosario Central igualar 1 a 1 con Estudiantes. El equipo platense ganaba con un tanto de Mauro Boselli a los 13 minutos de la primera etapa y en la segunda, quiso conservar la diferencia y se retrasó demasiado en la cancha. Carlos Tevez desde el banco hizo cambios que potenciaron a Central que insistió con los centros y pelotazos al área pero buscó siempre. El gol agónico de Frías fue el premio a tanta búsqueda y un castigo para Estudiantes que demasiado pronto se dedicó a aguantar.

Estudiantes pudo haber resuelto el partido en el primer tiempo, luego del gol de cabeza de Boselli tras un centro de Zuqui desde la derecha. Tuvo algunas situaciones, no las pudo concretar y en el complemento, replegó líneas y trató de soportar el bombardeo de Central que después de un primer tiempo inexpresivo, salió con otra actitud.

Los ingresos de Infantino y Cerrudo en reemplazo de Francis Mac Allister y Marinelli y más tarde, el de Martínez por Cortez le permitieron ensanchar el frente de ataque y generar un par de llegadas claras: A los 6 minutos, un remate de Buonanotte se estrelló en el vértice derecho del arco de Mariano Andújar y luego, un tiro de Véliz pasó cerca del travesaño.

Con el ingreso de Nehuén Paz por Zapiola, el técnico de Estudiantes, Ricardo Zielinski, armó una línea de cinco en el fondo para aguantar los centros que Central les tiraba por los costados. Y con el cambio de Rollheiser por Boselli intentó recuperar el manejo de la pelota que perdía demasiado rápido. Hubo tres escapadas de contraataque que Manuel Castro no pudo resolver bien. Pero la consigna fue siempre defender la ventaja.

Parecía que Estudiantes cumplía la misión. Pero en el primer minuto de descuento, Báez lanzó un centro más desde la derecha, Candia se lo bajó de cabeza a Frías y el tiro del juvenil llegó antes que la salida de Andujar y por lo menos le salvó a Central un punto y el enojo de su gente.