Después del repudio generalizado que provocó la intervención judicial de Canillitas, Juan Carlos Schmid, titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), denunció que “hay un embate contra el colectivo sindical”. Schmid señaló que el desplazamiento de Omar Plaini, uno de los integrantes del Concejo Directivo de la CGT y titular del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas de Capital Federal y Buenos Aires, genera “un clima que debe alarmarnos”.
El presidente de la CATT, gremio que ayer anunció la convocatoria a una movilización en repudio a la creciente “ intromisión del Gobierno en los asuntos intrasindicales”, expresó en diálogo con la radio AM750 que "cuando no está funcionando la economía parece que los trabajadores somos los responsables de que eso ocurra".
El también secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento puntualizó que la arremetida gubernamental contra los sindicatos se explica primero por las declaraciones sobre actitudes mafiosas de los gremios y después por la revisión de los convenios colectivos “porque la falta de competitividad parecen ser los costos laborales en Argentina”.
Ayer, los integrantes de la CATT decidieron convocar a una protesta, que todavía no tiene fecha, e invitaron a la CGT a que se sume a la iniciativa.
“Lo de Plaini pasa todos los límites, porque el sindicato estaba a punto de renovar su mandato y la causa data de tres años atrás”, expresó el titular de la CATT. “Tengo todo el derecho a sospechar por qué en este momento se desempolva la causa”, agregó Schmid, quien advirtió acerca del propósito oficial de declarar esenciales a algunos servicios, que limitarían la libertad de acción de las organizaciones gremiales. Restricción que ya se aprobó en Córdoba, durante el conflicto con los conductores de colectivos que paralizó la capital provincial durante ocho días, y que el oficialismo intentó replicar en el Congreso Nacional, intento que fracasó por falta de quórum.
“Esto es siempre discutible pero en realidad estos fundamentos aparecen porque les molesta la protesta que puede haber en esa actividad”, expresó Schmid, y puntualizó: “En los 90 también se trató de hacer lo mismo y hubo una presentación de UTA ante la internacional del transporte y en la OIT, que declaró que no hay esencialidad de los transportes mientras que haya otras alternativas”.
Por último, Schmid opinó que el país está frente a una economía que tiene una fuerte presión fiscal y una evidente caída del consumo, frente a lo cual el Gobierno “quiere cargar toda esa responsabilidad sobre las espaldas de los trabajadores”. “La verdad que es trágico”, concluyó, y ratificó que en la próxima semana la CGT analizará “qué medida tomar”.