"Mientras no metan en cana a alguien, van a seguir quemando", dijo ayer el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Juan Cabandié, desde la base operativa de Alvear donde se coordina la tarea de los brigadistas que combaten los incendios en el humedal. Fue la escena siguiente a la de los intendentes en el Obelisco y a la de los diputados prometiendo empezar a debatir los proyectos en danza para consensuar una ley de humedales que empiece a darle marco jurídico a la preservación del delta del Paraná. Y ante tantos gestos políticos que se le cerraron encima, recién ayer reaccionó el gobernador entrerriano, Gustavo Bordet, y en su primera aparición pública por este asunto pidió ayuda a las Fuerzas Armadas y al Grupo Albatros, de Prefectura Naval, para prevenir nuevos incendios. De cualquier modo, la Multisectorial Humedales se planta hoy y mañana en el puente a Victoria y corta el tránsito en señal de protesta.

Cabandié fue recibido al mediodía por las ministras de Ambiente, Érika Gonnet, y de Gobierno, Celia Arena, en la base montada junto al aeródromo de Alvear, mientras trajinaban los brigadistas que iban y venían desde el frente de ataque al fuego que ayer daba batalla en una superficie estimada de unas mil hectáreas.  

El ministro, muy resistido por las organizaciones ambientalistas que desde hoy acampan en el puente, instó al Poder Judicial y al Ejecutivo entrerriano a tomar el toro por las astas. "Hay un entramado de mucho poder de los tenedores de esos campos, de quienes entregan los permisos para tener ganado ahí, de la Justicia, del poder económico", señaló.

Cabandié buscó instalarse en la vanguardia del reclamo y aseguró que "hace dos años y cuatro meses" que su cartera denuncia el ecocidio en el delta. "Esperamos una respuesta de la justicia porque ni los intendentes, ni el gobierno de Santa Fe, ni nosotros tenemos la competencia judicial", manifestó y ahí miró hacia el horizonte este, donde una densa colina de humo gris oscuro surcaba el humedal. Solo por efecto del viento norte de ayer, esa humareda no avanzó hacia Rosario.

En ese marco fue que ante los micrófonos y cámaras de prensa reclamó "que la Justicia meta alguien en cana porque si no, van a seguir prendiendo fuego".

Comentaban en el campamento militar que entre los faros de conservación duplicaron la cantidad de alertas entre el miércoles y jueves de esta semana. 

"Estamos hablando de 2,3 millones de hectáreas. A veces, entre foco y foco, hay 500 kilómetros de distancia”, observó el ministro. Y le apuntó al juez federal de Victoria, Federico Martín, que tiene la causa central sobre el estrago ambiental que inició en 2020. "Sabe quiénes son los dueños de los campos incendiados, la información la tienen porque se la brindamos nosotros hace dos años y cuatro meses, tenemos mapas satelitales y geolocalizaciones de los faros de conservación", remarcó el funcionario.

Y le facturó al gobernador Bordet que faltó a su invitación para asistir ayer a la base operativa en Alvear. "Las autoridades de su gobierno tendrían que estar acá. Solamente hay nueve brigadistas de Entre Ríos, los demás están puestos por el Ejército", reprochó.

Gonnet también insinuó la ausencia de alguna autoridad entrerriana al valorar "la tarea multiagencial en esta instancia, y la articulación con diferentes niveles del Estado. Es necesario que los responsables de estos delitos, que nos afectan a millones de ciudadanos, no sólo desde el daño ambiental sino también desde la salud, sean detenidos", reclamó la ministra santafesina.

Bordet, oriundo de Concordia, en el margen opuesto de su provincia, recién ayer reaccionó. Por la mañana llamó al ministro de Defensa, Jorge Taiana, y le formalizó su pedido de presencia militar en la zona de islas. Y luego se alineó con el frente político que esta vez parece condenar en serio el incendio intencional del delta y la desidia gubernamental y judicial por evitarlo y combatirlo.

"Las responsabilidades a la hora de proteger los humedales son concurrentes. La defensa del ambiente nos debe encontrar unidos, y no buscando excusas. Cualquier mezquindad sólo agrava el problema que sufrimos todos", declaró luego Bordet. No quedó claro si fue un tiro por elevación al propio Cabandié y a los intendentes que anteayer le reprocharon su ausencia, o si fue un atisbo de autocrítica.