Desde Rosario
La que está terminando es la semana de mayor efervescencia política desde que comenzó el conflicto por los incendios en el Delta del Paraná. Tras la protesta de intendentes de la región en el Obelisco y sus reuniones con autoridades y diputados nacionales, el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, se dirigió este viernes a la base operativa de Alvear, desde donde reclamó a la Justicia que metiera "a alguien en cana" y pidió mayor compromiso al gobierno de Entre Ríos. Pero el humo no cesa y el clima social sigue siendo de malestar y desconfianza. En este marco, más de 500 agrupaciones realizarán este fin de semana una Acción Plurinacional por los Humedales. Con protestas en todo el país, comenzará el sábado con una marcha con corte en el Puente Rosario-Victoria que, acampe mediante, concluirá el domingo. La principal --e histórica-- demanda es la Ley de Humedales. El jueves comenzará un nuevo debate en comisiones en torno a este proyecto en la Cámara Baja.
"Hoy está lindo", expresa un rosarino, pero sin tono de festejo. No se refiere al clima, sino al hecho de que este viernes se puede medianamente respirar. No fue así el lunes ni el martes ni el miércoles, cuando el balcón de su departamento se cubrió de cenizas. Cuenta que la pequeña hija de una pasajera suya --es remisero--, asmática, se desmayó dos veces. Se llegaron a prohibir las actividades físicas al aire libre; el gobierno provincial pidió el uso del barbijo incluso estando afuera; se incrementaron las consultas médicas; hubo accidentes por la falta de visibilidad agravada por la niebla. La paradoja es que ese "hoy está lindo" remite sólo a la repercusión perceptible del humo en el cuerpo. Porque humo hay. Los jóvenes con sus skates, los que se besan, los que toman mate, y los hombres que pescan en la zona del Parque España, en la costanera, lo tienen frente a sus narices. Al sur, una enorme nube negra. Al norte, otra más pequeña. Uno de los incendios más impresionantes se ubica en la localidad de San Lorenzo. Se supo por un video que circuló a la noche.
"Los focos son gravísimos", sentenció el intendente rosarino, Pablo Javkin, en diálogo con Página/12. Y explicó lo que todos explican en esta ciudad hace ya dos años y medio: que respirar bien depende de la dirección del viento. "En las islas, sólo frente a Rosario, se están quemando en este momento 6 mil hectáreas", detalló. El jueves encabezó una protesta de intendentes de la región hacia Buenos Aires para "visibilizar el conflicto". El pedido concreto fue la presencia permanente de las Fuerzas Armadas en el territorio para controlar los incendios. Se lo hicieron al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, e indicaron que recibieron compromiso del Estado Nacional para avanzar en la coordinación de una estrategia federal. Después fueron recibidos por diputados nacionales. Tras la reunión, se supo que el jueves un plenario de comisiones del cuerpo legislativo debatirá la Ley de Humedales, demanda histórica de las organizaciones, cuyo tratamiento cayó tres veces en la historia argentina.
Javkin hace un balance "positivo" del paso por Buenos Aires. En un primer momento hubo cruces con el viceministro de Ambiente, Sergio Federovisky, pero quedaron saldados al desenvolverse las reuniones. "Hasta acá teníamos todos los recursos para apagar el fuego, pero no para evitar que se prendiera. El planteo del Gobierno era que instalar a las Fuerzas en Entre Ríos requería un mecanismo de solicitud del gobernador (Gustavo) Bordet. Hasta acá no se había dado. Hoy (por el viernes) aparentemente se dio", explicó el intendente. El Ejército intervino hace 20 días por primera vez en el conflicto. Retomó la tarea el miércoles tras haberse retirado. El director del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario, Matías de Bueno, hace tiempo viene insistiendo en la creación de una policía de humedales, de carácter interjurisdiccional: "Cuando el fuego se enciende el daño ambiental se produce, es enorme, y el costo de apagar el fuego es mucho mayor que el de prevenirlo", argumentó.
A Bordet, en la mira desde diversos lados por su inacción, y en tensión hace rato con la cartera de Ambiente, apuntó Cabandié tras visitar la base de Alvear junto a Federovisky y otros funcionarios provinciales, y antes de sobrevolar las zonas afectadas. En rueda de prensa contó que el gobernador había sido invitado a la base: "Las autoridades de su gobierno deberían estar acá". Medios locales publicaron que Bordet solicitó la presencia de las Fuerzas Armadas en el Delta y que acordó con Aníbal Fernández operativos con el Grupo Albatros. El discurso del ministro estuvo orientado además a la Justicia federal para que investigue los casos de quemas de pastizales en los humedales.
No solamente los intendentes llevaron el conflicto a Buenos Aires. El Concejo Municipal votó el jueves por unanimidad una resolución para que el presidente Alberto Fernández y todo el Gabinete se instalen en Rosario, con el fin de que los funcionarios "conozcan de forma directa y sin intermediaciones los efectos de la crisis de violencia y ambiental" que atraviesa la ciudad, en palabras de Juan Monteverde, concejal de Ciudad Futura, uno de los bloques que impulsó el proyecto.
En las calles, a pesar de que se disfruta del día "lindo", el clima es de malestar por lo vivido en los últimos días y de desconfianza hacia los movimientos políticos que hubo. Hay enojo por los daños sobre la salud y también sobre el ecosistema, prima la sensación de que los políticos se "pasan la pelota".
Jésica Fernández Bruera, de la Multisectorial Humedales, una de las organizaciones que convocan a la Acción Plurinacional, considera que las expectativas de la sociedad están puestas, ante todo, en el debate en comisiones de la Ley de Humedales. "Es un avance. No salimos a festejar porque sabemos que el trayecto es largo. Lo que sí, no nos da lo mismo cualquier ley", dijo. De los distintos proyectos que hay en danza, sólo uno cuenta con el aval de las organizaciones ambientalistas y los científicos que vienen luchando por ella. "Es triste y altamente simbólico el hecho de que los intendentes se hayan movilizado a Buenos Aires y hayan abierto carteles cual ciudadanos comunes. Detrás de esto hay un uso político. La gente, de todas formas, no se está sintiendo representada en ninguna de estas acciones. Cabandié llegó hoy, pero previamente, sólo se había manifestado en un tuit. Lo más potente es que se haya avanzado para el plenario. Pero nada de lo que estuvo ocurriendo hace que la gente sienta que la están mirando y escuchando. Sigue habiendo una sensación de que no hay interés por resolver esto", concluye, en la previa del corte del puente, una acción que la Multisectorial emprende desde agosto de 2020, cuando el humo llegó para quedarse.