En política es cómo en el truco, el que tiene cartas permanece callado y trata de que sus gestos no lo delaten. Los que vociferan, aparecen y están más tiempo en los estudios televisivos que en el territorio, son aquellos que deben defenderse con un ancho falso y un par de dieces. Pero atención porque la destreza del jugador también cuenta y los hay muy aguerridos y acostumbrados a la lucha. La semblanza es igual para oficialistas y para opositores.

Marcos Cleri, jefe de La Cámpora Santa Fe

Y en el peronismo hay uno que tiene cartas y juega despacio y callado de cara al 2023. Qué hará el año que viene el senador nacional Marcelo Lewandowski, es por ahora una incógnita para todos. Aunque todos y cada uno de los peronistas quieren otorgarle un rol a su caudal electoral en el armado de cara al cierre de listas en febrero.

Ahora se agregó otro interrogante para el futuro: ¿el gobierno nacional está detrás de levantar las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias? Es lo que sospecha la oposición y lo que por ahora niega el gobierno. De todos modos habría que evaluar el impacto de semejante medida en Santa Fe donde el gobernador Omar Perotti está obligado por la Constitución a separar los comicios de los nacionales. Aunque la Carta Magna provincial no especifica nada acerca de los sistemas electorales.

El peronismo santafesino además pide a gritos un trasvasamiento generacional. Y no es una cuestión de edad solamente: después de Carlos Reutemann y Jorge Obeid vinieron Perotti, María Eugenia Bielsa y Agustín Rossi, dicen los que empujan desde abajo y buscan ahora otra centralidad aunque conocen las dificultades para los nuevos liderazgos.

Pero eso creen Lewandowski, Roberto Mirabella, Leandro Busatto y Marcos Cleri, entre otros. Son los nombres de los nuevos jugadores por más que tengan ya mil batallas junto a sus líderes.

El peronismo libra también una disputa más soterrada que tiene que ver con lo ideológico pero principalmente con lo estratégico. Mirabella se recorta como candidato oficial aunque Perotti no diga nada públicamente al respecto y ambos creen en un peronismo santafesino y productivista que pueda ser valorado por amplios sectores de la sociedad de esta provincia. Y así fue como Perotti ganó las elecciones, pero también porque la unidad en torno a su postulación fue total e indiscutible. Su principal cosecha no fue, como a veces se cree, en los sectores vinculados al agro en el interior profundo de esta provincia. El sur industrial y trabajador fue clave en los resultados de 2019.

Pero la esencia del gobernador está hecha de eso. No es una estrategia sino más bien una convicción. Para ser honestos, Perotti jamás se movió de allí. Sobran los ejemplos en los últimos años, en la batalla por la 125, en la suba de retenciones al aceite de soja, en su férrea defensa a las exportaciones cárnicas y muchos puntos más. Lo que a veces no tiene en cuenta este sector del peronismo es que en Santa Fe, por más acuerdo que haya en torno de esta agenda, muchos prefieren que la ejecuten fuerzas políticas no peronistas.

Y también hay otras valoraciones: el Frente Progresista jamás tuvo un discurso convincente en torno de la producción agropecuaria, ni desarrolló profundamente políticas y cuadros vinculados al perfil productivo primario de Santa Fe y gobernó esta provincia 12 años. No hay recetas universales pero al menos es positivo que cada cual se mueva en torno de sus pensamientos más profundos porque, sin dudas, los representará mejor.

Busatto como precandidato a gobernador del peronismo cree que la oferta electoral para el año próximo estará saturada de estos mensajes y también está convencido de que la oposición los encarnará mejor de lo que lo expone lo que su entorno llama el “peronismo comarcal”. Ese peronismo a la cordobesa que corta los hilos con los vaivenes nacionales. Por eso se impulsa desde un kirchnerismo más profundo que pueda “captar a otras fuerzas y dirigentes más progresistas” porque esas ideas tendrán que tener un canal que las guíe y represente. “La oferta por derecha estará colmada”, le dicen a Busatto en el oído.

Leandro Busatto, diputado y precandidato de La Corriente.

La pregunta que inmediatamente se presenta es que si es tan así el escenario por qué se lo ve al líder de La Cámpora en Santa Fe más cercano a Perotti que a Busatto. En efecto Cleri, también precandidato a gobernador, busca ampliar en todo momento la base del kirchnerismo duro pero hacia el interior del Frente de Todos. Sabe desde hace mucho que Cristina Kirchner jugó sus fichas a la unidad en Santa Fe y por eso estuvo al lado de Perotti aún en el difícil momento de la interna con Rossi y su vicegobernadora Alejandra Rodenas. Una compulsa que aclaró los tantos y le permitió al peronismo saber con qué cuenta efectivamente cada uno. Lo mismo que ocurrió cuando Perotti venció a María Eugenia Bielsa en abril de 2019.

Con lo cual, por más que no tenga reelección Perotti seguirá siendo un nombre de peso en el peronismo provincial a fuerza de votos más que de conducción. Esta semana cumplió 63 pero nadie lo ve cerca del retiro. Con los golpes y machucones que le dejará la gestión podría ser aún un competidor de peso para ocupar escaños en la Cámara baja provincial.

No sólo la oposición sabe esto sino también amplios sectores del peronismo. Luis Rubeo ya avisó que irá por su reelección en Diputados y también hizo saber que es contra el gobernador donde buscará sus votos. “Un gobierno peronista no extorsiona con días de descuento a compañeras y compañeros trabajadores, para que acepten una propuesta salarial”, es uno de los últimos mensajes de Rubeo en redes sociales criticando de frente la negociación del gobierno provincial con los docentes.

El cuarto actor, y no necesariamente es ese el orden, es el Movimiento Evita, que postula sin estridencias a Eduardo Toniolli. Un legislador que demostró gran fidelidad a su sector pero que también sabe transitar una agenda de gran interés para la ciudadanía como por ejemplo el impulso al regreso de los trenes de proximidad y las normas que respaldan a la producción industrial en alianza con grandes gremios del sector.

La lógica indicaría que La Corriente de Busatto, La Cámpora de Cleri y el Movimiento Evita de Toniolli debieran estar juntos y en contra del modelo de acumulación política de Perotti, pero la lógica en política sirve de poco y menos en el peronismo.