“Venir al Mundial es una vidriera y ganarlo es un trampolín”, definió Cynthia Palacios. La bailarina, flamante campeona junto a su compañero Sebastián Bolívar en la categoría Tango de Pista sintetizó, acaso involuntariamente, no sólo lo positivo, sino también lo negativo de la gala de cierre, las finales de la principal competencia de baile tanguero. Es que, efectivamente, la edición de este año fue programada de comienzo a fin con el circuito estandarizado como eje. No es un problema de la competencia misma –que es lo que es, al fin y al cabo-, sino de la programación adicional. Si en años recientes hubo apuestas por, por ejemplo, recrear la gran orquesta de Mariano Mores (y ponerla en manos de su nieto) o encargar a un coreógrafo de renombre como Hugo Mastrolorenzo la coordinación de un elenco formado ad hoc por ex campeones del mundo, esta vez hubo un grupo de Bahía Blanca versionando a Piazzolla como mayor gesto vanguardista.
Por lo demás, se homenajeó una vez más a María Nieves quien, después de bailar un tango, señaló que ya no está en condiciones de hacerlo, como quien ruega que dejen de pedirle que haga la misma gracia. Sonaron Los Reyes del Tango, a quienes el maestro de ceremonias Carlitos Lin tuvo la desvergüenza de enlistarlos en el tango nuevo. “El tango de hoy son los músicos que recrean los grandes tangos del pasado”, definió en un grosero error conceptual el presentador, ignorando o eligiendo soslayar un movimiento de ya un cuarto de siglo que está sumando gran cantidad de nuevas composiciones al género. Decirlo, además, al presentar a un grupo conformado mayoritariamente por veteranos (uno de sus fueyes ostenta 82 años), resultaba un contrasentido.
Por otro lado, se homenajeó a la compañía Tango Pasión por su trigésimo aniversario. La compañía fue fundada por el bandoneonista José Libertella y el productor Mel Howard. Ahora tiene la dirección musical de Gabriel Merlino y la coreográfica de Graciela García. Lo que mostraron en el escenario montado en Diagonal Norte fue notable desde lo técnico, pero en última instancia, un show de los llamados for export, bastante lejos de la “esencia del tango” que desde el Festival insisten en querer transmitir. Para cerrar hubo un espectáculo de malambo a cargo del grupo de danzas folklóricas Malevo, conocido por sus actuaciones en Estados Unidos. Una ceremonia, en suma, que miró demasiado hacia afuera.
Esto no desmerece los galardones de las parejas ganadoras. Cynthia Palacios y Sebastián Bolívar en Tango de Pista estuvieron flanqueados por los subcampeones Victoria Olivella y Agustín Rojas, y por los elegidos por el público Dana Zampieri y Carlos Estigarribia.
Palacios y Bolívar son rionegrinos y esta era su tercera final consecutiva. Después del subcampeonato del año pasado, esta victoria sintió un desahogo. “Me siento con el corazón lleno, no puedo pedirle más al tango”, señaló él. Su compañera reconoció que “es un estado de plenitud que no hemos encontrado de otra manera, un sueño cumplido”. A diferencia de otras parejas, que muchas veces se presentan en representación de sus lugares de orígenes, pero que ya residen en Buenos Aires o el exterior, Palacios y Bolívar viven en Allen, Río Negro, y confían en que su nuevo estatus de campeones del mundo les permita movilizar los ojos hacia la creciente movida patagónica. Como contaron a Página/12 “hace años empezamos a organizar eventos para descentralizar el tango, Buenos Aires no va a dejar de ser Buenos Aires, pero acercar algo para allá es una misión a cumplir para nosotros, porque nos ha pasado de no poder venir”, explicó ella.
En cuanto a la categoría escenario, el máximo galardón fue para Ricardo Astrada y Constanza Vieyto. Mientras que tanto el segundo premio como el del público recayó en la misma pareja: Andrea Kuna y Leandro Capparelli. Además de entrenar otros bailarines de tango escenario, Kuna tiene la particularidad de ser una de las pocas bailarinas jóvenes en tener un tango dedicado especialmente a ella: “Tango de Kuna”, de Eliana Sosa, que la cantante interpretó durante el show que dio en la Usina del Arte este mismo Festival.
Terminada la competencia, la parte “festivalera” de Tango BA concluía este domingo con distintos shows en la Usina del Arte (Caffarena 1): Jorge Amiconi, Patricia Vel, Aleksandra Tonelli y su Quinteto Irreal; y Ramiro Gallo Quinteto presentando Intervalo.