La posibilidad que tenía Boca de quedar momentáneamente como único líder del campeonato, provocó que iniciara su encuentro ante Huracán con una clara vocación ofensiva.
El técnico Ibarra incluyó en la formación a Payero, Fernández, Molinas, Langoni y Benedetto. Las dos primeras aproximaciones fueron con remates desde la puerta del área de Molinas y Langoni.
Lo sorprendente ocurrió antes de esas acciones, cuando Rojo golpeó con el antebrazo a Cóccaro dentro del área. El defensor volvía a jugar después de la expulsión ante River, y en su primera intervención utilizó la violencia para sacar beneficio. Como el VAR no tomó ninguna decisión, el partido continuó con normalidad.
El fútbol del local se diluyó luego de aquellos remates, y Huracán fue el que comenzó a controlar el desarrollo. Los volantes Hezze y Fattori encimaban bien a Varela, y los circuitos de Boca no eran fluidos.
Garré probó con un zurdazo y la pelota se fue cerca del arco. Y la más clara tuvo como protagonista a Cóccaro, quien recibió la pelota desde la derecha y definió con el taco pero sin precisión.
El público se fue impacientando con el nivel bajo del conjunto local, y buscó transmitirle energía desde afuera.
Boca salió a jugar el segundo tiempo con Vázquez en lugar de Benedetto, debido a que el goleador sufrió un cuadro febril. La postura del equipo tuvo un pequeño cambio, ya que se estacionó unos metros más adelante.
A pesar de ello, la carencia de inventiva continuaba, y dependía mucho de alguna jugada individual que pudiera quebrar la paridad.
Huracán, por su parte, siguió con su esquema ordenado y prolijo. Merolla era el que lideraba el aspecto defensivo, y Cristaldo se encargaba del ofensivo. Con el correr de los minutos, el visitante se fue sintiendo más cómodo, teniendo en cuenta que el empate no significaba un mal resultado.
El plantel de Dabove era el que hacía circular mejor la pelota, y los volantes de Boca no podían recuperarla con rapidez. A través del contraataque, Huracán estaba más cerca del gol, pero las malas decisiones en el último pase lo evitaban.
Boca apenas llegó con un tiro de Molinas al principio que se fue muy alto, y después no pudo concretar ningún remate al arco que pudiera exigir a Chávez.
El que tuvo buenas acciones fue el ingresado Medina, que fue criterioso cuando tuvo que habilitar a sus compañeros. La seguidilla de victorias (cinco) se cortó para Boca, pero lo más preocupante fue el fútbol ofrecido. El interrogante será saber si le alcanzará para llegar al título.