KEXP es una FM estadounidense que revolucionó la forma de consumir música. Al mismo tiempo que lleva adelante su programación en el dial de Seattle (hogar de Kurt Cobain, Chris Cornell y toda la movida grunge), apeló a las redes sociales para transmitir showcases de artistas que se encontraban girando o de promoción en la Costa Oeste de la nación norteamericana. Una vez que lo colgaban en su canal de YouTube, comenzaba un proceso de viralización que la convirtió no sólo en un epicentro de nuevas tendencias musicales sino también en un modelo de streaming a seguir para otros medios de comunicación. En pleno envión, los grupos y solistas latinoamericanos tuvieron cada vez mayor presencia en su programación. Juana Molina, por ejemplo, fue la primera música argentina en actuar en ese formato. Lo hizo en 2014 y repitió tres años más tarde. A partir de ese momento, la radio inició un vínculo con la escena local que se intensificó con la inclusión en su staff de Albina Cabrera. 

Desde 2018, la periodista y conductora mendocina se tornó en una de las voces y caras visibles del programa El sonido,  dedicado a difundir la música popular contemporánea de manufactura latinoamericana. Gracias a ella, la cantautora Barbi Recanati viajó a hasta la ciudad más importante del estado de Washington para convertirse en la segunda artista argentina en tocar en los estudios de KEXP, en junio pasado. Pero también se tornó en el nexo para que la estación y el Ministerio de Cultura de la Nación establezcan una alianza que esta semana pondrá a la Argentina en el clímax de la música internacional. “KEXP: Live from Argentina” es el nombre de este ciclo en el que 12 grupos y solistas representativos del indie y la música urbana nacional actuan en diversos espacios del Centro Cultural Kirchner y son transmitidos en directo a través del YouTube de la emisora (donde luego quedan almacenados). 

Hoy martes, Lucy Patané, Sara Hebe y Bandalos Chinos levantan el telón en el Auditorio Nacional. En tanto que Riel, Blanco Teta y Las Ex se presentarán este miércoles en el noveno piso del CCK. Lo mismo sucederá al día siguiente con Fin del Mundo, Mi Amigo Invencible y Atrás Hay Truenos. El viernes el cierre estará a cargo de Marina Fages, Nicki Nicole y Juana Molina. A propósito del evento, el lunes se realizó una conferencia de prensa en el edificio erigido en Sarmiento 151, que contó con la participación del ministro de Cultura, Tristán Bauer, quien estuvo acompañado por la secretaria de Desarrollo Cultural, Lucrecia Cardoso. Además, parte del equipo de KEXP atendió a las preguntas de la prensa. El director de la estación, Chris Kellogg, se encontraba acompañado por Albina Cabrera y por la conductora Cheryl Waters. El panel lo cerraron Marina Fages y Julieta Heredia, guitarrista de Fin del Mundo.

La primera en tomar la palabra fue Lucrecia Cardoso. “Lo que está haciendo el Estado en este momento es una articulación público-privada para potenciar algo que está sucediendo”, explicó. “La música es una de las democracias culturales más importantes. Sabemos el talento que existe, sabemos el valor agregado que genera el trabajo de la producción y el potencial de internacionalización de géneros como la música urbana, el indie, el tango, la música clásica y el folklore”. Aparte de dar cuenta de que el inicio de esta relación se remonta a 2020, en medio de la pandemia, con el streaming que hizo Marilina Bertoldi en el CCK, la alianza con KEXP se produjo por su compromiso de “darle voz a los que no tienen voz, de subirle el volumen a los artistas latinoamericanos y en este caso argentinos que están esperando a ser escuchados”.Luego de destacar el proceso de curaduría artística (se eligieron 12 de entre 200 propuestas) y la intención que existe de extender este diálogo, Cardoso le cedió la palabra a Bauer. 

Por su parte, el ministro hizo referencia a lo que acontecerá esta semana como una posibilidad para que el CCK se transforme en un vínculo joven con el resto del mundo. Al tiempo que agradeció a KEXP por su buena disposición para con este proyecto. Entonces Kellogg tomó el micrófono y le devolvió el gesto a Bauer, al igual que al resto de las instituciones, medios y personas que apoyarán estos cuatro días de exportación de la música argentina. En realidad son cinco porque, a manera de preámbulo de lo que sucederá, la radio estrenó este lunes su streaming con El Mató a un Policía Motorizado desde sus estudios en Seattle. “KEXP tiene una trayectoria de más de 50 años y durante ese tiempo apostamos por la música independiente”, comentó el director de la radio. 

En un mundo que se vuelve abrumador, la estación tiene como eje a la música para darle un sentido a la vida y conexiones que van más allá de la barrera linguística. “Esa pasión por la música es la que permite nuestra misión”, advirtió Kellogg. “Lo que empezó con una radio pequeña, con el correr de los años tuvo un alcance considerable, que actualmente llega a dos millones de personas por semana. Y mes a mes hemos visto cómo nuestro público en la Argentina creció de tal manera que se volvió uno de los más grandes”. Ahí fue el turno de Cabrera, quien contó que su relación con ese grupo humano se produjo mediante William Meyers, conductor de El sonido, a partir de un viaje que este hizo a Buenos Aires. Eso derivó en un intercambio musical que le abiró las puertas para establecerse en Seattle. “Con ellos me di cuenta de que la curaduría está por encima de lo que impone la industria mainstream”, dijo. 

 Una vez que se sumó Cabrera, KEXP desarrolló sus showcases en español. Al ser consultada sobre la mirada estadounidense acerca de la música argentina, la comunicadora le dio a Juana Molina la condición de madrina. “Ella abrió el camino de la música experimental a nivel global”, apuntó. Sin embargo, esta experiencia argentina no es la primera que organizan fuera de sus estudios. Ya lo hicieron en Islandia en 2019, secundada por las de Polonia, Dinamarca, Reino Unido y México. “En el caso de la Argentina hay una diferencia cualitativa, que es el público”, enfatizó Kellogg. “El de acá es uno de los más importantes que tenemos y eso le dio otra naturaleza a esto. A diferencia de lo que sucedió en los otros desmbarcos que tuvimos, ese fue parte del trabajo previo”. Y en el cierre, Sheryl Waters atestó: “Uno de nuestros principales rasgos es el respeto no sólo por el artista, sino también por su estructura y su comunidad”.