Las consultas médicas por olvidos y agotamiento son frecuentes, relatan los profesionales. Pero, ¿qué es la niebla mental y que se puede hacer para solucionarla?
El espacio en blanco en la mente puede ser confuso. ¿Qué estaba diciendo? ¿Tenía que comprar pollo o zanahorias de camino a casa, o era solo el pollo? ¿Por qué de repente es tan difícil prestar atención a lo que está haciendo y por qué parece que el cerebro es de repente 30 años más viejo que uno?
Si se siente lento y olvidadizo, se distrae con facilidad o se siente abrumado por las tareas cotidianas, puede estar experimentando un fenómeno común conocido como niebla cerebral.
Aunque no se trata de un diagnóstico clínico oficial que aparezca en un historial médico, la niebla cerebral puede surgir después de varias noches de insomnio, cuando se toman ciertos medicamentos como los antihistamínicos, o como resultado del jet lag, entre otras muchas situaciones.
Algunas personas experimentan una forma de niebla cerebral después de una comida abundante, durante periodos especialmente estresantes de la vida o cuando se producen grandes cambios hormonales, como durante el embarazo o la menopausia.
La niebla cerebral también puede ser un síntoma de enfermedad; puede ocurrir con la enfermedad de Lyme, el lupus y la esclerosis múltiple, después del tratamiento del cáncer o incluso durante un resfriado especialmente fuerte.
En los últimos años, el término también se asoció con el deterioro cognitivo que muchas personas experimentan durante o después de luchar contra la covid-19.
Aproximadamente entre el 20 y el 30 por ciento de los pacientes de covid tienen alguna niebla cerebral que persiste o se desarrolla durante los tres meses posteriores a su infección inicial, y más del 65 por ciento de los que tienen covid persistente informan también de síntomas neurológicos.
¿Cuándo se debe ir al médico?
Los problemas cognitivos pueden aparecer y desaparecer, tanto en el caso de la niebla cerebral relacionada con la covid como en otros tipos, indican los especialistas.
“Pero si los síntomas persisten durante varias semanas o dificultan la vida angustiosamente, hay que buscar una evaluación médica”, precisó la neurocientífica Jacqueline Becker, del Hospital Mount Sinai de Nueva York.
“Hay algunas personas que son capaces de seguir con sus trabajos y su vida habitual, pero es posible que necesiten descansos más frecuentes entre las tareas”, aclaró Becker al diario The New York Times.
¿Cómo se diagnostica?
“La niebla cerebral tiende a afectar a la función ejecutiva, un conjunto de habilidades esenciales para la planificación, la organización de la información, el seguimiento de instrucciones y la multitarea, entre otras cosas”, afirmó la especialista.
Muchos médicos prefieren utilizar el término “deterioro cognitivo” para dar más legitimidad médica a lo que padecen los pacientes, e inician el proceso de diagnóstico con exámenes cognitivos que se emplean para medir la función ejecutiva en enfermedades graves como la demencia, añadió Becker.
La diferencia clave es que la niebla cerebral no empeora progresivamente como sucede con las capacidades mentales en la demencia. Es posible que algunos días sean peores que otros, pero la niebla cerebral tiende a afectar la función cognitiva en la misma medida cada vez.
Diversos análisis de sangre también pueden ayudar a identificar algunas causas de deterioro cognitivo, como la apnea del sueño, la deficiencia de vitamina B u otros problemas hormonales y tiroideos, precisó Joanna Hellmuth, neuróloga de la Universidad de California en San Francisco. Pero como la niebla cerebral puede presentarse de tantas formas diferentes, y como tiene tantas causas distintas, las pruebas de diagnóstico tienen sus limitaciones, añadió.
La niebla y la COVID
El daño directo a las células cerebrales es mucho más raro en la COVID-19, señalaron los investigadores que además descubrieron que la causa más común de la niebla cerebral en los pacientes de covid, así como en los infectados por otros virus como el VIH y el ébola, e incluso en las personas que se someten a quimioterapia para el cáncer, es la inflamación —un aumento brusco e injustificado de la actividad de las células inmunitarias que puede causar estragos— en el cerebro y el cuerpo.
Los estudios demuestran que los pacientes con deterioro cognitivo persistente después de la COVID-19 tienen altos niveles de marcadores inflamatorios en la sangre y el líquido cefalorraquídeo.
“Solo estamos viendo un nuevo virus que crea el mismo problema de siempre”, señaló Avindra Nath, director clínico del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares.
¿Cómo se elimina la niebla cerebral?
Escribir notas y programar alarmas para no faltar a las citas son algunas de las tácticas para combatir las nieblas cerebrales. También se recomienda tomar descansos regulares durante los proyectos largos para poder mantener la concentración y terminar las tareas.
El médico también sugiere hacer cambios en el estilo de vida para mejorar la salud y energía en general. “Intentamos fomentar el ejercicio cardiovascular, una buena dieta, el sueño y las actividades sociales que se sabe que son beneficiosas para el cerebro”, dijo Hellmuth.
"La actividad física puede ayudar a mejorar la capacidad de concentración, así como a aumentar la conectividad neuronal y la formación de la memoria en el cerebro. Si no tiene ganas de hacer un entrenamiento riguroso, pruebe a hacerlo en pequeños intervalos para ir aumentando poco a poco la capacidad aeróbica", indicó la especialista. La hidratación es importante y la variedad en la comida, incluyendo vitaminas y antioxidantes.
Además, y no menos importante, recomiendan mantener una rica vida social, ya que no solamente ayuda a reducir el estrés en los momentos difíciles, sino que también puede aumentar la estimulación intelectual y mejorar la salud cerebral. “El cerebro es extremadamente maleable”, afirmó Becker.
“Hay pruebas sustanciales de que el cerebro puede recuperarse después de lesiones cerebrales traumáticas y después de accidentes cerebrovasculares, y eso nos da la esperanza de que la recuperación después de la niebla cerebral es posible”, resumieron.