La defensa de Martín Del Río, detenido por el presunto doble parricidio de Vicente López, pidió su liberación, por considerar que la data de la muerte estimada en las autopsias no coincide con el momento en el que, de acuerdo con la hipótesis fiscal, se habría cometido el crimen.
La abogada Mónica Chirivin, además, cuestionó a los testigos que identificaron a Del Río, de 47 años, como el "caminante encapuchado" de los videos y pidió que investiguen como posibles autores del hecho al hermano y la amante de su cliente.
Chirivin elevó una presentación de 25 páginas ante el juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa, y aseveró que "no existen en la actualidad elementos concretos y precisos que ubiquen al Martín Santiago Del Río en la escena del crimen" de José Enrique Del Río, de 74 años, y su esposa María Mercedes Alonso, de 72.
La defensa se centra especialmente en lo que considera una inconsistencia horaria entre la hipótesis del Ministerio Público Fiscal y los resultados de las autopsias. "Es quizás la operación de autopsia llevada a cabo sobre los cuerpos de los fallecidos la prueba más importante que desincrimina a Martín Santiago Del Río", sostuvo la abogada.
De acuerdo con los fiscales Alejandro Musso, Martín Gómez y Marcela Semería, Del Río habría cometido el crimen "entre las 17.33 y las 18.30 del 24 de agosto, cuando el llamado "caminante encapuchado" quedó filmado llegando y retirándose a metros de la casa de las víctimas.
Pero la abogada transcribe los protocolos que presentó el médico legista que hizo las autopsias, Martín Adrián Fernández, quien en ambos casos calculó que las víctimas llevaban entre 12 y 18 horas muertas cuando fueron sometidas al peritaje en la morgue. En el caso de Alonso, la autopsia se practicó a las 17.30 del 25 de agosto y en el de Del Río padre, a las 19 del mismo día. Por eso, Chirivin sostiene que tomando el extremo máximo de 18 horas que informa el forense, la muerte de Alonso "se habría producido en horario posterior a las 23.30" del miércoles 24 de agosto y la de Del Río luego de "la 1 del día 25 de agosto".
Según Chirivin, "esta prueba es contundente, precisa y determinante para poder afirmar que el Martín Santiago Del Río, no es el autor material del hecho, no se encuentra probado que el mismo estuvo en la casa de sus padres el día 24 de agosto de 2022 en el horario de las 17.33 y 18.30 y mucho menos que sus padres hayan fallecido en dicha franja horaria".
La defensora también criticó las imágenes registradas por cámaras de seguridad que forman parte de las pruebas en el expediente, y en las que los investigadores siguen los pasos de un hombre encapuchado, en quien al menos cuatro testigos, entre ellos el hermano mayor de Del Río, reconocieron al hijo menor de las víctimas. "Este 'caminante misterioso' ha sido plantado para inculpar a Del Río y derivar la investigación hacia su persona", aseguró la abogada.
La defensora también cuestionó a todos los testigos que reconocieron por su forma de caminar a Del Río como el sospechoso que desde Núñez a Vicente López quedó filmado con buzo con capucha y barbijo llegando y retirándose de las inmediaciones de la casa del doble crimen. Y remarcó que las cuatro personas que lo reconocieron en los videos –su hermano Diego Del Río, su suegro Miguel Sánchez, el exfutbolista Fabricio Fuentes con el que tenía problemas comerciales y la mujer con la que tuvo una relación extramatrimonial-, son personas "enemigas", que "lo odian" y que "no poseen la objetividad necesaria para que sus declaraciones testimoniales sean valoradas en esta investigación penal".
Además, fundamentó que de la observación de los videos del sospechoso encapuchado "no se observa que ingrese ni que salga de la casa de la calle Melo en donde acontecieron los homicidios" y que se puede ver que el hombre "no utiliza anteojos", como los que usa su defendido.
Sobre el final de su presentación, la abogada sugirió que la fiscalía de Vicente López debería investigar como posibles autores del crimen a dos personas del círculo íntimo de su cliente: el hermano mayor y la amante de su defendido.
En primer lugar, "en el vidrio del espejo del baño" de la casa de las víctimas, se halló "una huella" dactilar del hermano mayor del sospechoso, Diego Del Río, aseguró la abogada.
En segundo, Chirivin señaló que la agente inmobiliaria con la que Del Río tenía una relación extramatrimonial lo "extorsionaba" con pedidos de dinero "constantes" para no revelarle a su esposa el vínculo que tenían. "Podría tener interés en esas muertes ya que podría pensar que Martín Del Río heredaría mucho dinero y tendrían la posibilidad de beneficiarse con el mismo, siendo una hipótesis que debe ser investigada, no debiéndonos olvidar que esta señora habría intentado quitarse la vida, escribiendo cartas a sus hijos y exmarido. ¿Por qué razón haría una cosa así si no tiene nada que ocultar en relación al crimen?", añadió.