La utilización de la capacidad instalada en la industria se ubicó en el 65,8 por ciento en mayo, informó el Indec, lo que representa una suba de 0,8 punto porcentual frente al mismo mes del año pasado. El dato se complementa con un incremento del 2,7 por ciento en la producción manufacturera. El escenario industrial es heterogéneo. La industria alimenticia, caucho y plástico, la siderurgia, insumos de la construcción, autos y metalmecánica mejoraron en mayo, mientras que continuaron las caídas en el sector textil, edición e impresión, papel y cartón, refinación de petróleo y tabaco. En todos los casos la base de comparación del año pasado es muy baja.
La utilización de la capacidad instalada en la industria del 65,8 por ciento es superior al 65 por ciento de mayo de 2016 pero inferior al 69,3 de mayo de 2015 y al 70,8 por ciento del mismo mes 2014. Los bloques sectoriales que presentan niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general son refinación de petróleo (80,6 por ciento), las industrias metálicas básicas (75,2), los productos minerales no metálicos (72,4), papel y cartón (71,8), los productos del tabaco (71,7) y las sustancias y productos químicos (66,9 por ciento).
Los sectores que quedaron por debajo de la media son alimentos y bebidas (65 por ciento), los productos de caucho y plástico (64,0), productos textiles (61,4), metalmecánica excepto automotores (58,8), edición e impresión (54,6) y la industria automotriz (54,5 por ciento). En mayo, la industria automotriz, metalmecánica, caucho y plástico y textil alcanzaron su utilización más alta en el año, aunque textil está por debajo del año pasado, cuando los números ya eran muy flojos.
La mejora industrial en rubros como metalmecánica, siderurgia y minerales no metálicos tiene relación con la dinamización de la obra pública, mientras que los autos avanzaron por las exportaciones de utilitarios. En cambio, la baja del consumo local y la suba de importaciones continúa afectando a productos plásticos, textiles y edición e impresión, entre otros. Otra posibilidad de desagregación es a partir del tamaño de las empresas. En este punto, el escenario es más complicado. Según la CAME, que agrupa a las pymes, la actividad industrial cayó 1,7 por ciento en mayo y acumula veinte meses seguidos en baja.