A NIGHT OF KNOWING NOTHING 8 puntos

India/Francia 2021

Dirección: Payal Kapadia.

Guion: Himanshu Prajapati y Payal Kapadia.

Duración: 99 minutos.

Estreno en MUBI.

Los primeros minutos de A Night of Knowing Nothing, ópera prima de la realizadora india Payal Kapadia que se llevó el premio mayor en la sección Estados Alterados del Festival de Mar del Plata, hacen pensar en un ensayo íntimo en el cual se entremezclan dispositivos ficcionales con otros documentales. Por sobre todos los materiales que integran esta personalísima película, Kapadia impone un relato (¿real?, ¿inventado?, ¿algo a mitad de camino?) alrededor de una serie de cartas halladas en una caja en un salón del Instituto de Cine y Televisión de la India. La chica, estudiante en otros tiempos, firma simplemente con una inicial, L., y le escribe a un exnovio con el cual nunca pudo casarse por diversas razones, aunque tal vez la más importante de ellas –como se revela en cierto momento– sea la diferencia de castas entre ambos. El comienzo del film alterna escenas filmadas por la realizadora con otras registradas décadas atrás, resignificándolas con nuevos sentidos.

El baile de un grupo de jóvenes cerca de una pantalla de cine destila libertad y deseo, pero A Night of Knowing Nothing (literalmente “una noche de no saber nada”, título ambiguo sólo en apariencia) se va abriendo hacia el conflicto, la rebeldía y la violencia. Pintada en una de las paredes de la universidad, la imagen de Ritwik Ghatak, santo patrón inconformista y dolido del cine bengalí, parece observar los acontecimientos que están a punto de ocurrir. Kapadia nunca abandona los pormenores de la relación entre los dos enamorados, pero se desliza hacia el centro de una serie de enfrentamientos entre los estudiantes, por un lado, y el gobierno y la policía por el otro. El año es 2017 y las tarifas de los estudios terciarios aumentan de manera descontrolada en todo el país. En otra universidad, un estudiante de origen dalit –la casta de los “intocables”, aún hoy marginados a pesar de estar expresamente prohibido por la constitución india– es maltratado por los directivos de la institución.

Todo explota. Los estudiantes toman el campus, los días y las noches pasan y la represión comienza a tomar forma, cada vez más agresiva. Por momentos, las imágenes parecen tomadas de un registro antiguo de alguna revolución estudiantil de los años 60, pero se trata de instancias recientes: es la reconversión al blanco y negro y el procesamiento formal de las escenas lo que termina aportándoles un halo anacrónico, atemporal. La grabación sin cortes de una cámara de seguridad hiela la sangre: un grupo de universitarios resiste el asedio de la policía de asalto sin éxito; una vez que los uniformados ingresan al salón los palos atacan desde uno y otro extremo, mientras la masa se apretuja y lastima y algunos juntan las manos implorando un alto a los golpes.

Los discursos encendidos de los líderes estudiantiles recuerdan al espectador que la India sigue siendo un territorio atravesado por conflictos inmensos, algunos tan antiguos como la democracia, otros incluso anteriores. El ascenso de una derecha política con mucho de reaccionaria en términos sociales los aviva y magnifica. Un profesor pregunta y se pregunta a sí mismo, durante una reunión nocturna al aire libre, qué posición debe tomar un cineasta hoy en día, qué nivel de compromiso con lo que lo rodea debe permitirse. Es entonces cuando el título de la película adquiere toda su dimensión: los desafíos son múltiples, pero nadie parece saber demasiado. Las seguridades se desvanecen, los miedos se multiplican. La esperanza, sin embargo, sigue encendida. Partiendo de lo íntimo para abrirse al mundo, A Night of Knowing Nothing logra transformarse en un retrato generacional potente y evocativo, reuniendo indivisiblemente lo poético con lo político.