La tasa de desocupación cayó al 6,9 por ciento en el segundo trimestre, frente al 7 por ciento del primer trimestre y del 9,6 por ciento registrado en el mismo período de 2021, según informó este miércoles el Indec. Los afectados suman 1,46 millones de personas en todo el país. Es la cifra más baja en 7 años y el retroceso coincide con un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 6,9 por ciento en el segundo trimestre respecto a igual período del 2021.
La subocupación también se redujo al pasar de 12,4 a 11,1 por ciento en un año. Este grupo está integrado por aquellas personas que trabajan menos de 35 horas por semana y están dispuestas a trabajar más horas. Allí se ubican los subocupados demandantes que buscan activamente empleo y los subocupados no demandantes que desean trabajar más, pero no buscan activamente empleo. Los subocupados demandantes retrocedieron en un año de 8,5 a 7,7 por ciento, mientras que los no demandantes bajaron de 3,9 a 3,5 por ciento. La presión sobre el mercado laboral, conformada por el universo de desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles, alcanzó el 28,8 por ciento de la población económicamente activa.
El informe del Indec detalló que en el segundo trimestre la tasa de actividad -que mide la población económicamente activa sobre el total de la población- trepó en un año del 45,9 al 47,9 por ciento y la tasa de empleo -que refleja la proporción de personas ocupadas con relación a la población total- fue del 41,5 al 44,6 por ciento.
A su vez, en la población asalariada “se observó un aumento de la proporción de quienes no cuentan con descuento jubilatorio” de 6,3 puntos porcentuales, que pasó de explicar el 31,5 por ciento de la población económicamente activa en el segundo trimestre de 2021 hasta el 37,8 por ciento entre abril y junio pasado.
Como contrapartida, la porción de personas asalariadas con descuento jubilatorio bajó del 68,5 por ciento en el segundo trimestre del año pasado al 62,2 por ciento de abril-junio de este año.
Esto significa que la mejora en la tasa de empleo estuvo liderada por el empleo informal, tanto de los asalariados como del cuentapropismo, los dos sectores más castigados por la pandemia y la cuarentena.
A tono con el levantamiento de las restricciones de movilidad que se tomaron en medio de la segunda ola de coronavirus, en especial en el segundo trimestre del año pasado, los ocupados con trabajo desde la vivienda explicaron el 9,2 por ciento, contra el 17,9 por ciento de doce meses atrás.
Al interior de la tasa de actividad, se distinguen los aumentos para las mujeres y varones de 30 a 64 años de 2,1 puntos porcentuales (p.p.) y 2,2 p.p., respectivamente. En el trimestre previo, dichas tasas resultaron de 69,2 y 89,7 por ciento, mientras que en segundo trimestre se posicionaron en 71,3 y 91,9 por ciento.
Dentro de la tasa de empleo, se destacan los incrementos de 2,4 p.p. (de 33,5 a 35,9 por ciento) para las mujeres de entre 14 y 29 años, y de 2,3 p.p. (de 86,1 a 88,4 por ciento) para los varones de 30 a 64 años.
En cuanto al tiempo de búsqueda de las personas desempleadas, el 59,4 por ciento lleva buscando trabajo entre 1 y 12 meses, mientras que el 40,4 por ciento está desocupado desde hace más de un año.
Impacto por nivel educativo
Al analizar el nivel educativo de las personas desocupadas, se observa que el 67,9 por ciento cuenta con hasta secundario completo, y 32,1 por ciento presenta nivel superior y universitario, completo o incompleto. Entre los ocupados, el 60,1 por ciento cuenta con hasta secundario completo, mientras que el 39,9 por ciento posee estudio superior y universitario, completo o incompleto.
En lo que respecta a la calificación de la ocupación principal, el 52,3 por ciento corresponde a un empleo operativo; el 17,8 por ciento a un nivel técnico; el 18,8 por ciento son no calificados; y el 10,0 por ciento a la categoría profesional.
Impacto por región
En lo que respecta a los principales aglomerados urbanos, la mayor tasa de desocupación se registró en Córdoba con un 8,7 por ciento; Mar del Plata, 8,6; y el Gran Buenos Aires, 8,5 por ciento. Luego siguieron Neuquén, 7,8 por ciento; Santa Rosa, 7,4; Santa Fe, 7,3; Tucumán, 7,2; y Salta, 7 por ciento, todos por el encima de la media nacional.
La contracara fue los bajos niveles de desempleo observados en el complejo Viedma-Carmen de Patagones, 0,8 por ciento; Santiago del Estero-La Banda, 1,3; Comodoro Rivadavia-Rada Tilly, 1,6; Posadas, 2,6; Formosa, 2,7; San Juan, 3; Río Gallegos, 3; Gran Catamarca, 4,2; Gran Rosario 4,3; Gran Paraná 4,4, y Gran La Plata, 4,5 por ciento, entre otros.