Mientras las provincias de Salta, Jujuy, La Rioja, Entre Ríos y Buenos Aires registraban este miércoles focos activos de incendios forestales, desde la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) aportaron información sobre áreas quemadas en Córdoba y en el Delta del Río Paraná para la gestión y toma de decisiones frente a eventos que afectan al medioambiente y a la sociedad.

La agencia especializada elaboró diferentes productos, además de generar mapas de calidad de aire, que muestran presencia y dispersión de elementos contaminantes. Es así que en el marco del seguimiento de los incendios ocurridos en Córdoba, se elaboró un mapa con el total de focos de calor detectados entre el 16 de agosto, momento en que ocurrió el primer evento de esta temporada de incendios, y el 18 de septiembre de 2022.

Según un primer análisis de la información de las áreas afectadas que se muestran en el mapa, se calculó la quema de al menos 18.000 hectáreas. Asimismo, se advierte que aún existen incendios activos.

Desde la CONAE detallan que los focos de calor corresponden a puntos sobre el terreno que poseen una temperatura anómala respecto de su entorno. Estos son detectados por los sensores MODIS, a bordo de los satélites de observación de la Tierra Terra y Aqua; y por el sensor VIIRS, a bordo de los satélites meteorológicos NOAA-20 y del SNPP.

La información de superficie afectada fue elaborada por la Unidad de Emergencias y Alertas Tempranas de la CONAE, a partir de imágenes del satélite Sentinel-2, con una resolución espacial de 10 metros.

Incendios y calidad de aire en el Delta

Además de los incendios registrados en Córdoba, se elaboraron diferentes productos para evaluar la situación en el Delta del Río Paraná, que incluyeron la estimación del área quemada así como mapas de calidad de aire, que muestran cómo el humo generado por la quema de vegetación afecta el aire en zonas urbanas, como la ciudad de Rosario.

Tras las imágenes captadas por el satélite Sentinel-2 los días 13 y 15 de septiembre, la CONAE estimó que el fuego ya habría consumido una superficie de al menos 170.500 hectáreas en el Delta desde mediados de junio.

A su vez, se observa en color rojo las áreas quemadas, y en rojo más intenso los frentes de fuego. En color gris-celeste se pueden apreciar las columnas de humo y gases producidos por el incendio.

Por otra parte, el mapa elaborado por la Unidad de Emergencias y Alertas Tempranas de la CONAE con la colaboración del Instituto Gulich en base a datos del sensor TROPOMI del satélite Sentinel-5p, muestra altos niveles de contaminación con Dióxido de Nitrógeno (NO2) provocados por los incendios, registrados el 16 de septiembre de 2022.

En tonos naranja claro a más oscuro se indica presencia de NO2, dispersado por el viento hacia el Sur, y alcanzando los más altos valores de la escala. También se muestra con puntos fucsia los focos de calor registrados por el sensor MODIS del satélite Terra, que permite relacionar la emisión de contaminantes con la ubicación de los incendios del día.


Contaminación del aire con aerosoles

Desde la CONAE agregaron que los productos de calidad de aire basados en información satelital también incluyeron mapas de contaminación del aire con aerosoles, formados por partículas de humo provenientes de los incendios.

El mapa a continuación muestra del amarillo al naranja la escala de intensidad en la presencia de contaminantes, alcanzando el valor más alto hacia el centro de la imagen. También se observan con puntos fucsia los focos de calor registrados por satélites, que permiten relacionar la presencia de los contaminantes con los incendios del día.


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