En las escuelas porteñas se da una situación alarmante: las vacantes no llegan a cubrirse por falta de docentes. Por esto, las primarias recurren a contratar estudiantes, y en las secundarias sobran las horas libres (ver más información en página 19). Eduardo López, titular de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), el gremio docente de mayor peso del distrito, dice que es “un fenómeno porteño, único en el país”. Lo remarca tras el anuncio de un nuevo paro. Los docentes de la Ciudad de Buenos Aires no darán clases el próximo martes, en reclamo de que la administración de Horacio Rodríguez Larreta retome la negociación paritaria. La medida fue resuelta después de que la provincia de Buenos Aires otorgara un mejora del 27,4 por ciento en los sueldos de bolsillo de los maestros, ocho puntos más de lo que ofrece la ciudad.
–¿Cuál fue la última propuesta salarial?
–La que hicieron a principios de año: 18 por ciento en blanco más 1,75 por ciento en negro.
–Pero desde febrero hubo diez paros y varias reuniones.
–Sí, una por mes, pero la propuesta no fue mejorada.
–¿Qué razones les dieron para no subir la oferta?
–La argumentación es que la inflación va a bajar y que si hay alguna diferencia a fin de año lo van analizar... son razones ya caídas por el peso de la realidad.
–El gobierno porteño calificó la convocatoria al paro de “apresurada”...
–Nosotros venimos cobrando un 10 por ciento de aumento salarial en el primer semestre y está pautado otro 9,75 a partir de agosto. El 10 por ciento inicial ya quedó por debajo de la inflación, y hay que tener en cuenta que lo que nos dieron fue alrededor de 1100 pesos de aumento. El salario mínimo pasó de 11.374 a 13 mil porque tuvo una suba un poco más alta, pero el resto cobró el diez por ciento.
–¿De cuánto es un salario promedio?
–De alrededor de 15 mil pesos.
–Según trascendió, la ministra Soledad Acuña les ofrecería el 21,5 más un bono de 2 mil pesos por cargo. ¿Es un número que se acerca a lo que piden?
–El gobierno tiene que cambiar la modalidad de hacerle conocer las ofertas a los medios de prensa para que lo discutan con nosotros. En lugar de tener una paritaria con el empleador, terminamos discutiendo con un periodista, que nos dice lo que alguien les dijo... A nosotros hasta ahora nos dieron el 19,75 por ciento, no sirve discutir lo que dicen los medios. El 10 por ciento que nos dieron para el primer semestre quedó totalmente desactualizado y el 9,75 para el segundo semestre también va a quedar por debajo de la inflación. Es un aumento inferior al promedio de los aumentos del país, por debajo del aumento de la autopista, del subte y del ABL, que aumentó el propio (Rodríguez) Larreta. Es algo para ver: él les dice a los dueños de las autopistas que necesitan un 80 por ciento de aumento, le dice a Metrovías que necesita un 60 por ciento, y a los que educamos nos dice ‘arréglense con el 19 por ciento’. En la Ciudad no pueden decir que no tienen plata, porque esta es la jurisdicción más rica del país, ni que sinceró una situación en la que teníamos sueldos demasiado altos debido al populismo, porque son la misma gestión que la anterior. No tienen manera de sostener un aumento tan miserable. El IPC de la Ciudad tampoco está proyectando una inflación del 19, sino del 27 por ciento. La única explicación es el ajuste, la decisión de bajar los salarios.
–¿Cree que es puramente ideológico?
–Es totalmente ideológico.
–En el paro del martes, ¿confluyen todos los sindicatos porteños?
–Están los seis más representativos. Vamos hacia eso, a sumar porque hay una situación de fondo que lo empuja.
–¿Cómo cree que impacta en la educación este nivel salarial?
–Vemos que en las escuelas no consiguen docentes para cubrir las vacantes. Están tomando estudiantes. En las secundarias, si no hay profesor de química o matemática, hay hora libre. El año pasado egresaron 400 maestros de los profesorados de la ciudad, pero se jubilaron mil. Es decir, esto genera paros silenciosos todas las semanas. ¿Qué nos dice la ministra Acuña? “Vamos a incentivar la vocación”. Pero en La Matanza no faltan maestros, ni en Santa Cruz, donde la oferta salarial es paupérrima, ni en San Luis.
–¿Por qué es un fenómeno porteño?
–Porque el salario es muy bajo en comparación al costo de vida: no es atractivo estudiar cuatro años para ser maestro.