La llegada de la primavera no pasa desapercibida. La estación que muchos asocian a la felicidad y los colores tiene un lado B: muchos estornudos, tos, congestiones y dolores de cabeza.
No son síntomas aislados, sino que todos forman parte de lo que se define como un “estado de alergia”, que en esta época del año afecta a entre el 10 y 20 por ciento de la población en general y entre el 2 y el 10 por ciento de la población escolar.
Según un informe de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología, la alergia es un “conjunto de fenómenos de carácter respiratorio, nervioso o eruptivo, producidos por la absorción de ciertas sustancias que dan al organismo una sensibilidad especial ante una nueva acción de tales sustancias, aun en cantidades mínimas”.
Ante este panorama, especialistas desarrollaron una serie de recomendaciones para llevar la temporada lo mejor posible.
Alergias de primavera
La principal causa de las alergias de primavera tiene que ver con el polen de ciertas plantas, como el fresno, el plátano y el ligustro, que durante la etapa de floración pueden encontrarse en altas concentraciones en la atmósfera.
Estos granos de polen se transportan con facilidad por el aire y hace que ya la mayoría termine respirándolos, aunque sólo a los alérgicos les va a despertar una serie de síntomas
Además, las condiciones meteorológicas influyen sobre la cantidad de polen ambiental, siendo mayor los días soleados, secos y ventosos, mientras que se reduce con la humedad y la lluvia.
Otra carctarísticas tiene que ver con que los síntomas de la alergia, que suelen aparecer de repente, duran todo el tiempo que persona se siga expuesta a su alérgeno en particular.
Los símomas más comunes son: estornudos, picor de nariz, pico de garganta, congestión nasal, moqueo, secreción acuosa y goteo retronasal.
Cómo evitar alergias de primavera
Entre los consejos para evitar las alergias de primavera, los especialistas recomiendan evitar las actividades al aire libre durante la mañana bien temprano, entre las 5 y las 10; y por la noche, a partir de las 19 y hasta las 22.
Además, una vez finalizada la actividad al aire libre, el consejo es cambiarse la ropa, para evitar circular en el hogar el polen adherido, y, de ser posible, tomar una ducha.
En esta misma dirección, mantener las ventanas cerradas de casa, ventilando únicamente al mediodía, y emplear aire acondicionado o purificadores, son tres buenas herramientas para reducir la circulación de partículas que puedan generar un brote alérgico.
Otros pequeños tips son no secar la ropa en el exterior, evitar cortar el pasto en los horarios mencionados, y viajar son las ventanillas de los vehículos cerradas y el aire acondicionado prendido.
Siempre, ante la aparición de síntomas muy intensos, los especialistas recomiendan no automedicarse y consultar con un médico de confianza. Usar barbijo y lentes puede ayudar a reducir el estrés en la espera hasta realizar la consulta.