Rodolfo Cardozo tiene 52 años y es bombero de Lima, una ciudad del partido bonaerense de Zárate que tiene alrededor de 33 mil habitantes, según el último censo. Su sueño es que la plaza municipal tenga un monumento en homenaje a su profesión, por lo cual escribió un libro, Alma, Corazón y Fuego, con la intención de recaudar fondos para la estatua. Pero si bien el monolito ya está construido, las autoridades municipales impiden por el momento emplazarlo en ese lugar.
Sin embargo, ese no es el único fin que persigue Rodolfo con el libro: a través de una recopilación de historias, busca también dejarle un testimonio a su hija y a quienes quieran leerlo.
Pero para llegar a ese momento de la historia, debemos volver al pasado. Como la mayoría de los niños de su época, Rodolfo soñaba con ser futbolista. Sin embargo, a medida que fue creciendo se fue volviendo parte activa de la comunidad de Lima. Primero como DJ, ayudando en el club deportivo.
A los 19 años, antes de ir al boliche, se encontró con un viejo bombero de Zárate. Allí, entre whiskies y una noche que avanzaba, Rodolfo escuchó la historia de cómo el destacamento se había quedado sin recursos. Pero el bombero no se veía amedrentado, recuerda ahora Rodolfo. Por el contrario: buscaba personas para formar un nuevo grupo, allí en Lima.
Así, Rodolfo comenzó a ir a reuniones, estudiar los manuales y reglamentos de los bomberos, y de esa forma vio despertar en él una vocación. Una que, luego de más de 30 años, todavía perdura.
“Conseguimos un galpón en el ferrocarril. Estuvimos 20 años ahí hasta que (el entonces presidente Eduardo) Duhalde firmó un decreto para el subsidio a los bomberos. "Hace 5 años tenemos el cuartel de dos plantas y es nuestro orgullo, aunque está en un 60% terminado”, explica.
Dejar un legado
Más allá del servicio público que realiza, en un momento de su vida Rodolfo sintió que le faltaba algo: los años pasan y el bichito de “dejarle algo a alguien” siempre pica.
“La idea del libro viene desde hace 15 años atrás, y a medida que fue pasando el tiempo en mi memoria iban quedando anécdotas, vivencias, muy presentes'', relata.
El libro lleva como título Alma, Corazón y Fuego, y para Rodolfo lleva toda una simbología: "Alma se llama mi hija. Es un poco querer dejarle algo a ella, porque fui papá de grande, cuando tenía 47. Ahora tengo 52. Cuando pensé que ser padre ya no era para mí, llegó y es lo mejor que me pasó en la vida”, señala.
Este bombero de Lima, entonces, se propuso escribir: no sabía cuánto tiempo estaría con ella para "dejarle algo”.
Alma, Corazón y Fuego le llevó casi tres años. Escrito entre el teléfono celular y una computadora hogareña, el libro relata vivencias y anécdotas de su trabajo y ahonda en técnicas de prevención tanto de incendios como de salvamento de personas, entre ellas el RCP.
“Hablo de nuestro sistema, de las leyes y artículos por los cuales algunos se beneficiaron en su momento, cosas que habría que cambiar. En mi cuartel (y en algunos otros más) la mayor falencia es no tener apoyo psicológico”, explica.
“La razón más profunda para publicar el libro es que, inconscientemente, el ser humano quiere dejar una huella, trascender y sentir que no pasó en la vida por pasar. Que no fue egoísta, mezquino. Dejar a los demás algo que les pueda servir. Traté de transmitir los valores que me dejó ser bombero”, asegura.
El monumento
La otra finalidad de Alma, Corazón y Fuego fue recaudar fondos para emplazar un monumento al bombero, algo que según Rodolfo hace falta en la ciudad de Lima. Para ello, Cardozo editó unos primeros 200 ejemplares, todo “de su bolsillo”.
El proyecto ya tiene su estatua, pero queda esperar a que el Concejo Deliberante de Zárate le dé el visto bueno para poder ubicarlo en la plaza de Lima. Todavía hay incertidumbre. “El Gobierno comunal no quiere que haya nada en el lugar”, asegura Rodolfo.
“Estamos buscando firmas de las instituciones intermedias y las empresas más grandes de la zona -como Atucha 1 y 2- para ingresar un expediente al Concejo Deliberante y que nos digan si se hará o no”, expresa por último Cardozo, antes de agregar que “la idea es pedir apoyo en los medios” para que se dé a conocer esta iniciativa a gran escala.
“Lo más lindo que me pasó en la profesión es saber que le salvé la vida a alguien. Saber que alguien vive por las consecuencias de lo que hice”, concluye.
*El libro se puede conseguir a través de su Facebook personal