En marzo de 2021, cuando la pandemia aún provocaba estragos en los teatros, las licenciadas en actuación Romina Palermo y Rosita Micale pensaron en hacer un espectáculo que relacionara las artes plásticas, el mundo teatral y el onírico. En medio de charlas profundas en las que se preguntaban qué querían desarrollar artísticamente, surgió la idea de trabajar con pinturas en medio de una obra. Sumaron, entonces, a la actriz Violeta Gros, quien aportó su mirada sobre los vínculos entre ambas artes. Al mes ya estaban estrenando Bocetos, obra que pone en escena una galería de arte donde se van exponiendo diferentes monólogos entrelazados --presentados por una anfitriona--, cada uno inspirado en un cuadro de la pintura universal. Así lo conciben las actrices a las que se suman sus colegas Agustina Becerra, Zaira Sada y Camila Granieri. El quinteto está presentando como temática general los pecados capitales desde una mirada crítica. Bocetos se presentará los sábados 24 de septiembre y 1º de octubre a las 22.30 en Itaca Complejo Teatral (Humahuaca 4027).
Todo sucede en una galería de arte ubicada en un tiempo surreal, que contiene en su interior grandes obras de la pintura universal. Guiados por una excéntrica presentadora, los espectadores son invitados a presenciar un recorrido en el que los personajes de los cuadros cobran vida, encargándose de narrar sus historias silenciadas y negadas socialmente. Personajes que interpelan y conversan con el desamor, la identidad, la sexualidad, el morbo y la tortura en este viaje teatral que roza lo onírico y lo demente. Bocetos se propone gustar, pero también incomodar. Ese es el desafío colectivo.
El título del espectáculo tiene su porqué. "Surgió porque lo que veníamos trabajando está teñido de un ambiente pandémico: si bien en 2021 ya no era lo mismo la pandemia, había muchos espacios que no estaban abiertos y había una gran incertidumbre en base a qué iba a suceder con el teatro y la cultura", explica Gros. "Y esta obra estaba teñida de eso. Buscamos monólogos porque era muy difícil juntarnos y también tenía que ser una obra bastante flexible y adaptable a distintos espacios porque no sabíamos dónde se iba a poder hacer. Tenía que poder hacerse en una plaza, una vereda o una sala", agrega Gros. Esa impronta y el "hacer" a medida que los espacios se iban habilitando "le dieron el nombre de Bocetos, como si fuese una prueba constante cada vez que armábamos cada ciclo", completa la actriz.
--¿Cada obra funciona como inspiración de lo que escriben en cada monólogo?
Violeta Gros:-- Sí, exactamente. Cada una de las actrices elige una obra pictórica, que puede ser una escultura o una pintura y ese es el disparador hacia la escritura. Es decir, se escribe desde la percepción de esa pintura.
--¿Por dónde pasa la actualidad de los pecados capitales para crear en este ciclo?-Romina Palermo:--Yo hablo mucho del deseo en el principio. Y me parece que hoy nuestra sociedad se está cuestionando mucho hacia dónde van nuestros deseos. Estamos rompiendo ciertos mandatos que nos fueron imponiendo y que para mí están bastante teñidos de la palabra "pecados". Considero que hay muchas cuestiones que se pueden debatir y que nos interpelan a nivel político. La política nos atraviesa porque somos seres políticos permanentemente, y siento que la palabra "pecados" tan presente desde el catolicismo en Occidente, hoy está siendo cuestionada a la hora de seguir nuestro deseo y que no esté supeditado al mandato. Un poco el juego de la obra es enfrentarnos a eso que queremos, a eso que deseamos, dejar de sentir a veces la culpa que nos generan desde la religión católica que nos impusieron a muchos de nosotros. Y empezar a jugar con eso y visibilizarlo. Eso es un poco lo que hacemos: provocamos al interpelar al público: ¿Qué pasa con esto? ¿Qué sentís cuando sos soberbio? ¿Qué sentís cuando sentís avaricia? ¿Qué te genera eso? Estamos en un momento generacional en que todo eso nos lo estamos cuestionando.
--Que sean todas mujeres en la creación y en la actuación, ¿tiene que ver con una postura de época, una posición ideológica?
Agustina Becerra:-- Yo me sumé en noviembre de 2021 y las chicas tenían la idea que para este año podrían sumarse chicos. Cuando retomamos en marzo de 2022 otra vez se convocó a actrices y fue más bien como decir "Esto es de mujeres". O sea, hay algo de la energía femenina y el empoderamiento que estamos viviendo estos últimos años que se contagió a Bocetos también. Hablamos mucho de todo lo que nos fue callado durante años y eso se ve. Nos pareció que teníamos que ser todas mujeres porque hay algo muy poderoso acá y hablamos de la prohibición. Este ciclo tiene mucho que ver con lo que contaba Romi de los deseos. Por suerte ahora tenemos la posibilidad de hablar de eso y visibilizarnos cada vez más con nuestros derechos y lo que queremos hacer. La energía de Bocetos está muy ligada a esto y fue una decisión unánime decir "Este es un ciclo de mujeres".
--¿Cómo es ese proceso creativo de los monólogos? ¿Los piensan en conjunto?
R.P.:-- La primera parte de Bocetos fue más bien sin una temática específica. Había algo del tono actoral que queríamos que estuviera basado en un grotesco. No queríamos hacer realismo, de eso estábamos muy seguras, pero no teníamos una temática específica. Queríamos contar algo de lo que decía Agustina: lo que les pasaba a estas mujeres en sus cuadros y qué contaban. Y siempre contaban algo referido a algún tipo de opresión. Después, en la segunda parte empezamos a pensar que estaría bueno tener una temática. Y fue más una reunión para charlar y tirar ideas, una tormenta de imágenes e ideas. Ahí surgió que la temática sea el terror, como género para trabajar. Y también porque no deja de ser un espacio de juego. Nosotras creamos porque somos actrices, porque queremos actuar y el actuar es jugar. Es un espacio donde queríamos juntar lo que teníamos ganas, justamente siguiendo ese deseo de entrar a actuar y hacer lo que queríamos libremente, sin ningún tipo de tapujo. El proceso creativo es más juntarnos nosotras, charlar, ver qué imágenes se nos vienen a la cabeza, buscar cuadros, pensar en series y películas. A partir de ahí vamos craneando.
--¿Cómo se trabaja la composición de un personaje, a diferencia de lo que puede ser una actuación más convencional?
V.G.:-- En principio, resalto esto que venía diciendo Romi sobre el deseo. El deseo de cada actriz de actuar y exponer lo que tiene ganas en ese momento. Por lo tanto, ahí hay algo fundamental: ¿qué es lo que quiero en este preciso momento en relación a este concepto? Luego, tiene que ver con la inspiración pictórica; es decir, de la pintura que cada una elige se trata de cómo retomar esas primeras impresiones, cómo retratar en la actuación esas impresiones que vemos en lo pictórico. Ese es un punto de partida muy fuerte: si de repente hay una acción en esa pintura, si desde la puesta en escena, por ejemplo, se puede llevar lo que se cuenta en la pintura y sobre todo en la actuación. No estamos hablando de grandes puestas de escena sino que el elemento primordial son las actuaciones. La construcción del personaje está sumamente teñida de eso.