El humorista, actor, músico y animador infantil Carlitos Balá falleció este jueves a los 97 años y su legado quedará marcado para siempre en varias generaciones.
A lo largo de su trayectoria de más de medio siglo fue halagado y recibió innumerables distinciones por su carrera. También sus fanáticos se encargaron de homenajearlo en vida demostrando el afecto que sentían por el comediante.
Uno de los grandes reconocimientos que recibió a lo largo de su carrera fue el título honorífico de “Personalidad destacada de la cultura de la Ciudad de Buenos Aires” en el 2009.
Por su parte, el grupo musical Los Auténticos Decadentes, lanzó en 2009 una versión propia del tema “Aquí llegó Balá”, que fuera usado como cortina durante muchos años del programa El Show de Carlitos Balá. La adaptación cuenta con la colaboración del propio Balá, cantando al inicio del tema y emitiendo algunas de sus frases más célebres.
En el año 2010, el Ministerio de Educación de la Nación homenajeó a Balá por hacer felices a infinidad de chicos y chicas.
El 22 de mayo de 2011, la Asociación de Periodistas de la Radio y la Televisión Argentina (Aptra) le rindió un sentido homenaje por su trayectoria en el marco de la entrega de los Martín Fierro.
En 2016, durante su visita al Papa Francisco en el Vaticano, fue designado como "Embajador de la Paz" por la Red Voz por la Paz, en la ciudad de Roma.
El comediante recibió en 2017 una “Mención de honor por su trayectoria artística”, en el Congreso de la Nación, y ese mismo año fue declarado Ciudadano Ilustre en la Legislatura porteña.
En marzo del 2019, en la localidad bonaerense de Villa Ariza, del partido de Ituzaingó, se construyó una réplica del Arco del Triunfo que lleva el nombre de Carlitos Balá.
Este año, por motivo de su último cumpleaños, la Terminal de Colectivos de la Línea 39 lo homenajeó en vida con la obra "Carlitos Balá Iluminado". Se trató de una dedicatoria especial al "Pasajero Más Famoso" de esa línea, en la cual realizó sus primeros monólogos y chistes a los pasajeros para perder el miedo y la timidez sobre los escenarios.