La grafóloga Belén Castellino analizó las cartas escritas por Martín Del Río, detenido acusado de asesinar a sus padres en Vicente López el 24 de agosto pasado, consideró que el sospechoso presenta rasgos asociados a una "persona vengativa", "impaciente", "con poco tacto" y con "tendencias sádicas".
"Los acerados finales en punta de alfiler, -cuando la línea se va afinando progresivamente y termina casi como una punta fina- de algunas letras, y, sobre todo en su firma, indican que el sujeto tiene una tendencia a herir y que es una persona vengativa, impaciente, con poco tacto, y hasta puede sugerir tendencias sádicas", precisó en diálogo con Télam Castellino, quien constató los dos manuscritos redactados por Martín del Río desde una celda de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) San Isidro, donde se encuentra detenido.
La especialista aclaró que, si bien la disciplina "no determina que alguien sea culpable o no de un hecho", el análisis de la caligrafía puede sumar información valiosa a los funcionarios judiciales que investigan el caso ya que indaga sobre "la emocionalidad de la persona que escribe".
"En los manuscritos hay un desorden gráfico general, desorganización, que indica tensión, estrés, desorden mental, confusión. Hay que destacar que la persona, al momento de escribir, estaba pasando por un momento de ansiedad y de estrés particular, que obviamente afecta su escritura", explicó Castellino.
A su vez, la grafóloga observó que los trazos de Del Río presentaban "arpones" en la parte superior y en los pies de las letras, sobre lo cual infirió que el detenido "tiene un conflicto con su relación con el dinero" y "presenta una obsesión y obstinación en sus ideas".
"Se pueden observar algunos bucles en letras que son innecesarios, lo que indica buen vendedor de ideas, te seduce que puede llegar a ser agresivo, pero piensa antes de actuar", subrayó.
En cuanto a la firma del acusado, Castellino notó que fue realizada "en dirección ascendente" y que es "ilegible". Al respecto, interpretó: "Que sea ascendente puede indicar que sus ambiciones en la vida no están satisfechas y que no llegó a situarse donde quería. Con respecto a que no pueda leerse, habla de un ocultamiento de ciertos aspectos que no quiere que otros sepan".
En las dos cartas analizadas por Castellino, el principal sospechoso dijo estar viviendo "una novela de terror", aseguró ser "inocente" y acusó de planificar el crimen a la agente inmobiliaria con la que mantenía una relación extramatrimonial.
Los especialistas coinciden en los "rasgos psicópatas" del acusado
Distintos psiquiatras forenses coincidieron en que el presunto parricida presenta "rasgos de una personalidad psicopática" y que ese tipo de personas "consideran a los otros como objetos", "carecen absolutamente de empatía" y "tienen incapacidad absoluta para amar", en tanto que un reconocido criminalista estimó que el autor del doble crimen quiso "reasegurar el hecho como sea".
"Con lo que respecta al modus operandi que se conoce hoy por hoy, lo más probable es que el acusado posea un tipo de personalidad psicopática, de la que hay distintos grados. Pero este sería uno de los más graves", examinó en diálogo con Télam el psiquiatra forense Rafael Herrera Milano
Y añadió: "Quienes tienen este tipo de personalidades psicopáticas no conciben posibilidad de error en sus planes. Y si surgiese alguna, pueden sentirse con la capacidad de resolverlo. Ese tipo de autoconocimiento se llama 'seguridad imprudente'".
Además, Herrera Milano recordó que el imputado incriminó a la empleada doméstica de sus padres, "Nina", cuando era testigo de la causa, y que luego, ya detenido, culpó del doble crimen a la agente inmobiliaria con la que mantenía una relación extramatrimonial en una carta escrita a mano.
"Los psicópatas tienen una mentalidad lúdica. Todo el tiempo intentan redoblar la apuesta. Si no le echa la culpa a la empleada doméstica, ahora lo hace con su amante. Todo el tiempo van por más para llegar a su objetivo", señaló al respecto y conceptualizó: "Todas esas herramientas que intentan esbozar este tipo de personalidades se catalogan como 'defensa aloplástica', lo que implica que, en un segundo, pasan de ser victimarios a víctimas".
Por último, sobre la posibilidad de un parricidio, el psiquiatra Herrera Milano aseguró que "ningún hijo mata a sus padres solamente por plata". "En casos de esta índole, hay que diferenciar objetivamente las causas aparentes de las causas reales. Hay que ver cómo se constituye el núcleo familiar, si son familias disfuncionales. También revisar si hay alguna patología no diagnosticada en los sospechosos. La génesis de un parricidio puede ser multidimensional", concluyó.