A partir de las 22 hs de ayer entró en vigencia una Ordenanza Municipal en Mar del Plata que establece que todas las trabajadoras y trabajadores sexuales deben dejar las zonas en donde venían trabajando para trasladarse a 10 kilómetros del centro de la ciudad, en caso de no cumplirla, podría haber multas de entre 100 mil y 900 mil pesos y arrestos de entre 5 a 30 días.
“La nueva zona roja” es un tramo de 200 metros de la Avenida 10 de Febrero, al sudoeste de la ciudad balnearia. Entre dos cementerios, el Parque y Colinas de Paz. Según la Ordenanza el horario estipulado para el trabajo sexual es de diez de la noche a seis de la mañana: “Nadie va a ir. Ahora, a las 4 de la tarde del sábado estaban limpiando con tractores, sacando la mugre porque hasta hoy eso era un basurero. Los taxis no llegan hasta ahí, y si llegan te cobran 2000 pesos ida y 2000 pesos de vuelta. Los colectivos funcionan hasta las 21. Es imposible que las trabajadoras sexuales de Mar del Plata vayan a trabajar ahí”, dice Preta Naomi Trigoso, trans, migrante y peruana. Hace 20 años que vive en Mar del Plata y que ejerce el trabajo sexual: “Cuando no había leyes ni nada, yo las pasé todas, vine en una época muy dura y no puedo creer lo que puede significar este retroceso para nosotras. Se ha peleado mucho para que las calles sean libres”. Preta trabaja en Luro, una de las 4 zonas rojas que tiene la ciudad, las otras son: Ruta 88, la vieja terminal y La Perla; también es parte de la Red Transmigrante de Trabajadoras Sexuales, asegura que donde ella va a trabajar todas las noches, hay aproximadamente 40 trabajadoras migrantes: “el viernes a la noche salieron todas a trabajar como locas porque no se sabía qué iba a pasar el sábado”, dice Preta a horas de caminar hacia la esquina en donde trabaja todas las noches.
Una ordenanza que criminaliza
El decreto reglamentario dice que “la decisión de que la oferta y demanda de sexo en la vía pública sólo podrá llevarse a cabo en los lugares y horarios específicamente habilitados por el Departamento Ejecutivo Municipal, complementada por el presente decreto, constituye una reparación histórica para miles de vecinos que sufren las consecuencias del ejercicio de la oferta y demanda de sexo frente a sus viviendas familiares”. Reparación histórica es una consigna acuñada justamente por el colectivo travesti trans, por la estigmatización, la violencia institucional, la discriminación y el odio perpetuado por el Estado, en dictadura con un ensañamiento feroz y en democracia con los editos policiales y las contravenciones: ¿Cuál es la reparación histórica para la población travesti, trans y migrante que ejerce el trabajo sexual? ¿Cuáles fueron las ayudas durante la pandemia para unas de las poblaciones más afectadas?: “Después del DNU de Macri que dice que las personas que tienen causas no pueden hacerse el DNI, muchas trabajadoras sexuales se quedaron sin acceso a las ayudas sociales, sobre todo durante la pandemia. Los primeros días nadie salió, pero después el hambre te hace que salgas” , Preta recuerda la pandemia como uno de los momentos más duros que tuvieron que vivir: “y ahora que volvimos a la normalidad, tenemos que enfrentar esto”.
Aunque las contravenciones están derogadas desde 2007, la relación entre la policía y las trabajadoras sexuales sigue siendo ríspida: “Ahora mismo, en las zonas donde trabajamos está lleno de patrulleros que no nos dejan trabajar, la violencia institucional siempre está. A las trabajadoras sexuales las siguen deteniendo arbitrariamente de manera sistemática” explica Preta que trabaja todos los días de 10 de la noche a 5 de la mañana y es referente en la zona de Luro, habla con la policía y no duda en plantarse cuando ve algo raro: “O que le están pidiendo coimas a una compañera o que la levantan injustamente. Tal vez la llevan a la comisaría a las 11 de la noche y la sueltan a las 5 de la mañana, esa compañera esa noche se quedó sin trabajar y seguramente no tenga la posibilidad de llevar un plato de comida a su casa”.
Caminar no es delito
La relocalización, como la llaman desde el Estado Municipal, precariza las vidas de las trabajadoras sexuales aún más. Cómo medida frente a la entrada en vigencia de la Ordenanza, muchas trabajadoras sexuales se resisten a abandonar sus esquinas para irse al nuevo lugar y plantean estrategias de resistencia: caminar y no quedarse paradas. “El caminar viene inspirado en las compañeras uruguayas que lo hicieron en el 2000 y obviamente también en las abuelas, es decir, no estamos paradas en una esquina, estamos caminando, no hay razón para que nos multen o nos detengan. Nos cuidamos y difundimos entre nosotras cómo actuar frente a la policía y no ponerse agresivas” explica Victoria Disalvo, parte de la Red por el Reconocimiento del Trabajo Sexual.
A su lado está Juana González, parte del Colectivo Fuegas, tuvo su primer cliente a los 18 y recién retomó el trabajo sexual a los 25, hoy tiene 29 y esta convencida de que es una elección: “Si te detienen por estar caminando ahí es muy arbitrario, estaríamos hablando de transfobia y xenofobia, van a agarrar a las que tengan portación de cara o las personas que parezcan putas”, concluye.
El miércoles pasado se realizó una conferencia de prensa para exigir reuniones con el Estado Municipal, encabezado por Guillermo Montenegro para renegociar las zonas, desde la Red por el Reconocimiento del Trabajo Sexual aseguran que desde el Estado todo es oído sordos: “Prohíben el ejercicio del trabajo sexual en todos lados excepto en un baldío a 10 kilómetros del centro en la entrada de dos cementerios y en donde había un basurero: este es un gesto totalmente simbólico por parte de un gobierno que forma parte del genocidio travesti trans” explica Victoria.
Horas antes de que se inaugurara la nueva zona roja --también rechazada por les vecines de los barrios cercanos al baldío-- se realizó la segunda marcha contra los Travesticidios y Transfemicidios convocada en Mar del Plata. Sucedió ayer a las cinco de la tarde y terminó con una concentración frente a la Municipalidad, allí además de poner como principal demanda la implementación del cupo laboral travesti trans --que es ley en la Provincia de Buenos Aires desde 2015--, también exigieron aparición con vida de Tehuel, recordaron a la militante trans santafesina Alejandra Ironici, asesinada el mes pasado de 46 puñaladas, y también manifestaron estar en contra de la ordenanza.
Ley de trata
“Con la Ley de Trata sancionada en 2008 y modificada en 2012, Mar del Plata pasó de ser un centro de comercio sexual reconocido por tener puerto y por ser sede de eventos turísticos, a una ciudad modelo en la lucha contra la trata por tener una enorme cantidad de condenas”, explica Estefania Martynowskyj, socióloga marplatense y agrega: “La trata acá no estuvo tan vinculada a procesos migratorios de mujeres que se incertaban en el mercado sexual sino mas bien a perseguir la prostitución en si y a criminalizar a arreglos, algunos bien podían ser no deseables pero otros se trataban de la reproducción de la vida de mujeres de sectores populares y de migrantes”. Estefanía intuye que la Ordenanza puede venir por esta presión de vecinos y vecinas y el malestar que produce la venta de droga a baja escala. Toda esa economía de substistencia muy marginal es lo que genera mas malestar en la gente que el trabajo sexual en si”.
Cerca de las diez de la noche de ayer, los mensajes por los grupos de Whatsapp entre las trabajadoras sexuales trazaban una suerte de actualización de cómo estaban las distintas zonas rojas, con una alta presencia policial de motos y patrulleros y un acuerdo común por parte de ellas de seguir en sus lugares de trabajo de manera pacífica.