Patricia Caballero se enteró un 10 de diciembre de que su hijo Maxi consumía cocaína. Ese día jamás se va a borrar de su cabeza, asegura. Le cayó como un balde de agua hirviendo. En ese momento tuvo la suerte de tener una amiga doctora y otra asistente social. Lo primero que hizo fue pedirles ayuda a ambas, quienes le aconsejaron la internación de su hijo. Le recomendaron que se dirigiera a un centro ubicado frente al Hospital Fiorito de Avellaneda, el Instituto Municipal de Prevención de Adicciones, que se encuentra en Estanislao Zeballos 2527 y que hoy funciona en el segundo piso, donde brindan turnos a corto plazo y en la primera visita el paciente es asistidx por unx psicólogx que lo entrevista.
"Mi hijo Maxi, que en ese momento tenía 20 años, decía que él podía controlar su adicción, el psicólogo le dijo que no, que la cocaína lo controlaba a él, salió enojado. Él quería dejar de consumir, pero su cuerpo no se lo permitía porque ya estaba muy enredado. Ya sabiendo que en cualquier momento iba a tener una crisis de abstinencia coordiné una internación sin que él supiera.
Un viernes a las seis de la tarde cayó en crisis, llamé a mi amiga asistente social, le entregué los papeles de la obra social y le pedí que me ayude con la internación. A la madrugada nos mandaron un psiquiatra, mientras él se quería suicidar. En ese momento se quieren morir, lloran, es una crisis espantosa la de la abstinencia y la familia sola, aunque quiera, no puede con eso. El psiquiatra nos aconsejó internarlo, vino otra médica de la obra social y lo medicó porque estaba alterado, excitado y no lograba que se tranquilice para conseguir la derivación. Fueron las peores horas de mi vida", recuerda Patricia.
El sábado a la mañana, luego de un trámite engorroso, Maxi ingresó a la clínica Dharma, el mismo lugar por el que pasó Charly García. "El por suerte tenía una obra social pero las personas que no la tienen están muy abandonadas por la justicia y por el Estado. En la lucha con un hijo que tiene consumo problemático parece que empezás perdiendo la batalla de entrada, cuando ingresas al sanatorio te dicen 'que un chico deje la cocaína es considerado un milagro', ese es el panorama que maneja una madre cuando entra a ese mundo que no conoce y todo es desalentador. Él estuvo aislado, había que visitarlo, llevarle cosas, aunque la obra social te cubra, mantenerlo ahí adentro es costosísimo. Hay que llevarle ropa deportiva, necesitan comer muchos chocolates, membrillo, gaseosa cola, cigarrillos, también necesitan música, artículos de limpieza y todo es costosísimo para la familia."
La clave está en la contención diaria
Maxi estuvo tres meses internado en Dharma y eso no significó que había alcanzado la recuperación. Debía continuar con su tratamiento de salud mental. "Lo llevé a un psiquiatra particular que le hizo estudios, yo creía que estaba muy medicado, pero al contrario de lo que pensaba yo, el psiquiatra me dijo que le faltaba medicación. Tomaba más de 30 pastillas por día, no podía creerlo. Mientras hacía la terapia ambulatoria lo mandaron a Narcóticos Anónimos (NA) donde hay un grupo de jóvenes que pasaron por lo mismo y lo sostienen durante toda la semana. Una persona con consumo problemático necesita contención todos los días, porque quieren salir, volver a sus andanzas, ver a sus amigos y NA los contiene de lunes a lunes."
NA es una ONG que funciona a nivel federal, Maxi asistió a las reuniones que se hacen en la Iglesia de Loreto, ubicada en Av. Bartolomé Mitre 3779, en la localidad bonaerense de Avellaneda, los días martes, jueves y domingos y los lunes, miércoles y viernes las reuniones tienen lugar en el club Brisas del Plata, ubicado en Paunero 271, en Sarandí. Los lugares de reuniones de NA en todo el país se pueden consultar haciendo click acá o también a los teléfonos 0800-333-4720 y 1150471626.
"Acompañar a una persona con consumo problemático es una lucha muy difícil que tiene que tener una red atrás que la sostenga, no solo profesional sino familiar porque hay que llevarlo a las reuniones. Yo las primeras veces me quedaba porque tenía miedo que se escape. No podía tener celular, ni manejar dinero, para evitar que consiguiera drogas. Cada adicto es un mundo, mi hijo como tuvo intento de suicidio, se tenía bañar con la puerta abierta acompañado. También tuvo la suerte de tener un jefe que se portó como un grande porque le conservó el trabajo y lo volvió a emplear, sabía lo que él estaba pasando porque a su hijo le había pasado lo mismo. Así deberían actuar en todos las empresas pero hay muy poca información y mucha discriminación, no saben cómo tratar estos casos", asegura Patricia.
Maxi logró recuperarse porque tuvo los recursos, el apoyo y la contención de su familia, de profesionales y de lxs voluntarixs solidarixs que integran NA. "NA es gratuito y tienen una contención humana muy grande. No todo el mundo puede pagar un psiquiatra de 5000 pesos la sesión. Conozco casos de chicos que se recuperaron yendo exclusivamente a NA. La persona que no tiene una obra social y no puede pagar una asistencia psicológica y psiquiátrica privada está muy abandonada porque la salud mental pública en este país no existe. Por eso a todo el mundo que tiene un hijo con consumo problemático le recomiendo que vaya a Narcóticos Anónimos que funciona muy bien, yo me saco el sombrero y le agradezco eternamente lo que hicieron por mi hijo y lo que hacen por todos los chicos. Ahí no hay clientes, no es por plata, el ex adicto que se queda a ayudar a otro lo hace por amor, para devolver el amor que le dieron a él. Si vos tenés que contener a una persona con consumo problemático en una crisis y llamas a la policía, te lo muelen a golpes y no cualquier familia puede costear una clínica privada."
Maxi pudo rehacer su vida, estudió, hoy es profesor universitario y dirigente político de la Unión Obrera Metalúrgica. "La recuperación es posible, cuando llegas NA es otro panorama, escuchas chicos que no pudieron internarse quizás porque no tenían el dinero y con la voluntad y el apoyo de la comunidad lo lograron. Faltan programas de televisión que traten esta temática y falta mucha información. NA no tiene ni el apoyo ni la difusión que merece."
Las fallas en el control de las comunidades terapéuticas
Luego de las denuncias que se realizaron contra los responsables de la comunidad terapéutica La Razón de Vivir, acusados de asociación ilícita y reducción a la servidumbre con fines de explotación laboral, se prendieron todas las alarmas sobre por qué una institución de este tipo funcionaba sin habilitación. Los ministerios de Salud de cada provincia son los encargados de habilitar y controlar estos espacios. La línea 141 del Sedronar hoy está saturada, es una línea gratuita y anónima que funciona las 24 horas, donde se brinda contención, atención, orientación e información sobre la problemática. Desde el organismo aseguran que cuando trascienden casos como estos los teléfonos colapsan, como alternativa en la página oficial se pueden encontrar las direcciones de los 800 centros que integran la Red Sedronar a nivel nacional a los que se pueden acercar para recibir ayuda y tratamiento.
“Este último mes atendimos a 58 mil personas con la Red Federal que tiene la Sedronar en todo el país. Contamos con Dispositivos Territoriales Comunitarios y financiamos profesionales que atienden en centros provinciales. También financiamos Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario, Casas Comunitarias Convivenciales y comunidades terapéuticas, que, por supuesto, estén habilitadas. Pero Sedronar no es el órgano que habilita a las comunidades terapéuticas. La habilitación proviene de las áreas de fiscalización de los ministerios de salud de cada jurisdicción”, explicó en comunicación con Página 12, Gabriela Torres, secretaria de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), sobre los allanamientos al centro La Razón de Vivir.
Torres aseguró además que recibieron una convocatoria a través de un juzgado que incluía a la Secretaría de Salud Mental y Consumos de la Provincia de Buenos Aires. Visitaron el centro y evaluaron a las personas para garantizarles un tratamiento de una red pública y gratuita. Ya fueron trasladadas 15 personas. “Algunas son de otras provincias y el Ministerio Público Fiscal va a garantizar su traslado. Nosotros ya estamos viendo si es en un lugar que financia Sedronar o en un centro de la provincia”, agregó la titular de Sedronar.
En el primer piso del edificio de Sedronar (Sarmiento 546, CABA) funciona un Centro de Atención Inmediata al que cualquier persona puede acercarse sin turno previo de lunes a viernes de 9 a 18, también pueden comunicarse al (011) 4320-1200, Opción 3, o enviar un correo electrónico a [email protected]. Si vivís en el interior del país podes buscar el espacio más cercano a tu domicilio haciendo click en este enlace o enviar un correo electrónico a [email protected].
“Dentro de cada programa, cada una de nuestras líneas de trabajo tiene un equipo de supervisores y de acompañamiento a los dispositivos y también a los pacientes. Todo eso está reglamentado por resoluciones de Sedronar. Y trabajamos con las comunidades terapéuticas en esa línea. Tenemos una mesa de trabajo con las organizaciones que nuclean a las comunidades terapéuticas y también con las organizaciones que trabajan en las Casas de Atención y Acompañamiento Comunitario”, indicó la funcionaria nacional.
Con respecto a las denuncias contra el centro La Razón de Vivir, Torres aseguró: “Frente a esta problemática tan compleja como es el consumo de sustancias, se necesita un equipo profesional que te ayude. Y en este lugar no había. Hubo gente que dijo eso: que hace dos meses que no veía a un psicólogo. Otros dijeron que no podían llamar a los padres. Pasan cosas que están todas en la causa que hace un tiempo viene investigando la justicia”.
Por otra parte, la titular de la Sedronar resaltó la importancia de sumar espacios de atención para el abordaje de los consumos problemáticos. Este año la secretaría firmó convenios con 20 gremios para establecer espacios de atención al consumo problemático y además realizó capacitaciones a delegadxs, la Policía Federal y la Bonaerense con el horizonte de ampliarlo a otras fuerzas. “La accesibilidad a los tratamientos claramente es un problema. Fue y es un tema central de gestión desde que llegamos a Sedronar. Nosotros triplicamos la red de dispositivos y también triplicamos el presupuesto. Pero, sigue siendo un tema que hay que trabajar más. Aunque no es un tema solo de Sedronar. Tiene que ver con el sistema de salud, con áreas municipales, tiene que haber una red de cobertura. También las obras sociales tienen que cubrir este tipo de tratamientos. Así que es un trabajo que venimos realizando con diferentes áreas en una mesa federal”, concluyó Torres.