Ensayo de la muerte
“A pesar de que tengo mucha fe, le temo menos al dolor que a la muerte. Creo en Dios, en la perduración del alma, pero le temo a las posibles metamorfosis que me son desconocidas. Así como se nace al mundo llorando, o alguien nos golpea para que empecemos a vivir, supongo que pasar al otro lado tiene que ser parecido. Aunque tal vez sea peor. Hice muchos ensayos generales de mi propia muerte. Pero son sólo eso, ensayos. Tal vez, si tuviera una conciencia suprema del descanso podría pensar que morir es finalmente relajarse. A mí lo único que se me ocurre es la inercia, la inmovilidad después de la primera sorpresa. Porque yo me imagino que voy a presenciar eso, que va a haber una especie de desdoblamiento para verme con la plena conciencia de este mundo y con el asombro que despierta el otro. Y bueno, la inercia total es un estado bastante alarmante. Aunque espero que Dios sea más misericordioso que eso.”
Olga Orozco por Marta Dillon 1999
Desarmar la subjetividad
“La ley es como un marco, no te sirve para todo. Lo que necesitamos es un proceso en la subjetividad y un debate público. Si tuviéramos, por ejemplo, en un muy buen horario televisivo, a las dos o tres personas más lúcidas del movimiento feminista, juezas, abogadas, psicoanalistas, etc., hablando de cómo la crianza de los niños va a hacer o no que un hombre adulto sea un maltratador, estaremos desatando procesos en la subjetividad. Lo que necesitamos son intervenciones simbólicas, comunicación social bien pensada. La ley es letra muerta. Yo a veces leo las demandas feministas como una lista de deseos de un niño a Santa Claus, si tú a eso lo acotas y dices “quiero un canal de televisión”, “quiero una estación de radio”, etc., estarás ayudando a cambiar el orden simbólico, que es lo que nosotras queremos cambiar. Imaginate telenovelas feministas. ¿No sería maravilloso? Pero no tenemos escritoras feministas haciendo guiones de televisión”.
Marta Lamas por Flor Monfort 2010
Todo sobre María Elena
¿Conoce los Estudios de la Mujer? Creo que ya se han metido en su obra.
-Yo creo que me aporta más Almodóvar con Todo sobre mi madre. Me gustó mucho -con todos sus boleros y sus decorados cursis- y me pareció la película de un moralista que ofrece una síntesis para aceptar el mundo contemporáneo, que es de un reviente terrible pero donde él marca un rumbo para vivir y entender. Por supuesto, a Almodóvar le interesa mucho el tema de las travestis y de los varones, pero tiene también una mirada sobre las mujeres que es muy especial. Todos se necesitan, se complementan y se ayudan.
¿Le interesan los discursos que empiezan a emerger, de otras minorías, travestis, gays y lesbianas?
-Creo que en ese sentido van sucediendo avances. Por ejemplo, en la mutual de Sadaic, que es la fuente de toda mi sabiduría y que es muy buena, se decidió últimamente que también tiene derecho a la salud el acompañante de los últimos cinco años del titular. No se habla de “cónyuge”. Y esto está pasando en otras mutuales. A eso llamo libertad, cuando todo se hace evidente y entre lo que se puede elegir, encuadrar y legislar. No decir “acá gente de esa gente no hay”, como me dijeron a mí en el caso de los discapacitados.
María Elena Walsh por María Moreno 1999
La pedagogía de la crueldad
“El paradigma de explotación actual supone una variedad enorme de formas de desprotección de la vida humana, y esta modalidad de explotación depende de la disminución de la empatía entre personas que es el principio de la crueldad. De ahí hay sólo un paso a decir que el capital hoy depende de una pedagogía de la crueldad, de acostumbrarnos al espectáculo de la crueldad. Efectivamente, tengo la propuesta de entender siempre la violencia como expresiva. En este caso, la violencia nos está hablando de presiones que se originan en el espacio público, en el mundo del trabajo, en la presión productivista, en la exigencia competitiva, en esa intemperie y desprotección de la vida hoy, en ese riesgo de la sobrevivencia que nos afecta a absolutamente todos los que vivimos de nuestro trabajo, y acaba interfiriendo y lesionando el espacio de la intimidad porque atraviesa y alcanza las relaciones afectivas, y finalmente hay una captura del espacio de la intimidad y de los sentimientos por el modo de explotación al que estamos sujetos. La violencia íntima en el espacio público, como está curiosamente ocurriendo hoy en la Argentina, no es otra cosa que un enunciado del carácter también público del problema íntimo, y del modo en que el estado de intemperie e indefensión frente a la agresión generalizada a la vida y a los territorios deviene y se expresa en agresión a las mujeres frente al ojo público. Es la exhibición incontestable de la unidad y naturaleza indisociable del problema, de la correlación y articulación innegable entre lo que pasa en la atmósfera de violencia y desamparo en el mundo de la reproducción material de la existencia, y lo que pasa en el mundo de los sentimientos entre las personas. Es al mismo tiempo una ejecución ejemplar -pues las ejecuciones en el ojo público tienen esa dimensión de ejemplaridad, de advertencia- y una queja, un reclamo gritado a los cuatro vientos.”
Rita Segato por Verónica Gago 2015
Canciones sin molde
“No sé si alguna vez tuve fe ciega en que mi música iba a funcionar. Lo que sí puedo decir es que nunca, pero nunca, dejé en una canción media nota, medio rulo, un tranco de melodía más allá de lo que yo quería para que entre en algún molde. Eso no lo hice ni lo haría nunca, porque si de verdad dejé esa carrera impresionante, tan guau, tan que me iba a llenar de guita por algo que me gustaba de verdad no iba a transar después. Hubiera sido ridículo, además de pasarla realmente mal, ya me da bastante vergüenza cantar como para exponerme a cantar algo de lo que no estoy segura. Y terminaría haciéndolo a medias, no podría entregarme.”
Juana Molina por Marta Dillon 2005
La novela feminista
“Por ahí una asocia el feminismo con una pasión o un fanatismo -y no estaría mal, la verdad- que por ahí se cree de corazón, y lo entiendo porque yo también tengo pasiones. Pero la verdad es que “la feminista extrema” en este tiempo ha dejado cosechas en las cosas de todos los días, en los momentos en que se ha manifestado. Dejó por ejemplo todo esto que sucedió en la marcha del 3 de junio. Todo eso es producto de que una mina o muchas minas con potencial muy fuerte para expresar lo que siente a través del feminismo pudo decir cosas que no se podían permitir. Y desde ahí las que no nos sentíamos feministas también lo pudimos decir. Lo que pasa es que a veces hay palabras que cuestan, que no las decís para no quedar estigmatizada. La Leona es muy peronista la novela, muy. En uno de los primeros cuadros está el de Eva atrás. Y el de Ni Una Menos, se re ve, en un punto estratégico. Es una pena que no hayamos hablado antes, a ver si encontrábamos un dibujo más combativo, más como María ¿no? que esté un poquito más enojada, porque la verdad es que frente a estas cosas, a que maten mujeres o te hagan callar, por nombrar extremos, hay que estar enojada. Pero igual el contexto estuvo y cuenta lo que hay que contar. Y sí, es re peronista la novela, la defensa de los derechos de los trabajadores, la dignidad del trabajo, la dignidad de la vida misma, el amor por la familia, el respeto; cosas que yo tengo asociadas con el peronismo.”
Nancy Dupláa por Marta Dillon 2016