Rosario Central y Platense igualaron 1-1 en un partido que consumió casi todo su interés en el primer tiempo, y en el segundo se diluyó en la intrascendencia. El equipo de Vicente López había arrancado ganando con un gol del zaguero Ramiro González a los 14 minutos tras un error del fondo de Central, y luego de una larga revisión del VAR de un gol de tiro libre que había anotado Véliz y que fue anulado tras siete minutos de eternas deliberaciones, Buonanotte igualó en el séptimo minuto adicional. 

La expulsión del volante Carlos Villalba a los 20 minutos de la etapa final forzó a Platense una tarea de aguante, que le sirvió para llevarse un punto de Arroyito que nutre su promedio pero todavía no le permite respirar aliviado en cuestiones de descenso.

Cada vez más golpeado, sin constancia de una mejora motivacional ni en el rendimiento individual y colectivo, Central dejó pasar la oportunidad de volver al triunfo ante sus hinchas. La campaña con Carlos Tevez como director técnico ha sido irregular y ni siquiera quedan chances de clasificar a la Copa Sudamericana de 2023, el gran objetivo de la institución.

Tevez planifica el equipo para 2023, pero su continuidad parece atada a los resultados que Central obtenga hasta el final del campeonato, y a lo que suceda en las elecciones ratificadas para el domingo 18 de diciembre. 

En si, el partido salió como tenía que salir, trabado, peleado. Platense jugó mejor en la primera mitad de la etapa inicial y convirtió en su primera llegada clara por un doble yerro defensivo de Central: a los 13 minutos Zárate recibió por la izquierda un rechazo hacia abajo de cabeza del zaguero Juan Gabriel Rodríguez, mandó un centro pasado, la pelota le rebotó a Báez y le cayó a Ramiro González, quien la cacheteó de tres dedos, de derecha, y la metió abajo, junto al poste derecho.

El gol pareció despabilar a Central que luego de la anulación del gol de Véliz (el VAR a cargo de Leandro Rey Hilfer entendió que al ejecutar un tiro libre, el uruguayo Jhonatan Candia le había pegado a la pelota con los dos pies) empató con una jugada de pizarrón: en un córner desde la izquierda jugaron hacia atrás Francis Mac Allister y Ortiz, quien mandó un centro pasado que Báez le bajó de cabeza hacia la solitaria entrada de Facundo Buonanotte, quien definió de zurda, sobre el arquero, y logró el gol que tanto le costó a los rosarinos.