La inflación se aceleró notablemente en 2022. Hasta agosto acumuló 56,4 por ciento según el IPC Indec Nacional, con una variación interanual no vista en treinta años (+78,5 por ciento interanual). Además, cobró una dinámica ascendente a lo largo de los meses del año: pasó de un promedio de 5,1 por ciento en el primer trimestre a 5,4 en el segundo, y se ubicaría en 7,1 por ciento en el tercer trimestre.
Al analizar el impacto por decil, en los primeros ocho meses del año se observa que para el decil más rico los precios subieron 55,1 y para el decil más pobre un 55,6 por ciento. Sin embargo, la consultora Ecolatina proyectó que para este último cuatrimestre la inflación va a adquirir un carácter más progresivo debido a la implementación de la segmentación tarifaria que supondrá un aumento mayor para los que más tienen.
En el mismo sentido, continuará la ronda de actualizaciones en las cuotas de prepagas, con aumentos del 10,5 por ciento en octubre y diciembre, incidiendo más en los deciles más ricos, en tanto gastan una proporción mayor de su ingreso en este rubro (4,4 por ciento de la canasta en el decil 10 y 0,5 por ciento en el 1). Un impacto similar provocarán las mayores restricciones a las importaciones, que afectan en mayor medida a los hogares de más ingresos.