"Hemos podido empezar la recuperación de las Fuerzas Armadas y su respeto, ya que son instituciones de la democracia", agregó el funcionario, quien consideró que en su año y medio de gestión, se ha "podido dar vuelta la historia de la tendencia de decadencia en la Defensa".
En su afán por cuestionar la gestión anterior, hizo una comparación errónea, equiparando los aviones perdidos en el conflicto bélico con el material que, según él, quedó obsoleto en tiempos de paz por "falta de mantenimiento, de modernización, repuestos y porque no se invertía".
En noviembre del año pasado Martínez había hecho una comparación similar para fundamentar la necesidad de recuperar la capacidad militar. "En Malvinas, la Argentina perdió 70 aviones y en los últimos diez años de kirchnerismo, por falta de mantenimiento e inversión, se perdieron 100". Ahora, para el funcionario, ya no son 70 sino 72 los aviones perdidos durante la guerra de 1982, pero ninguna de las dos cifras son reales.
Según fuentes oficiales de las propias Fuerzas Armadas, la Argentina movilizó más de 200 aeronaves al archipiélago y perdió casi la mitad. La Fuerza Aérea perdió 47 en combate (10 Douglas A-4B, 9 Douglas A-4C, 2 Mirage, 11 Dagger, 2 Canberra, 11 Pucará, 1 Hércules C-130 y 1 LearJet LR-35A), a los que hay que sumar 13 aviones Pucará y 2 helicópteros Bell en accidentes operativos. La Aviación Naval perdió 9 aviones, más otro de Prefectura, que fue destruido. Hasta allí los 72 que contabiliza el ministro hoy, y que en 2016 eran 70.
A estas pérdidas hay que agregar el material que quedó en las islas tras la rendición del 14 de junio de 1982 y que los militares argentinos también consideran perdido. Fueron 11 Pucará de la Fuerza Aérea, 14 helicópteros (casi todos del Ejército), y 3 Aermacchi de la Aviación Naval. En total, la Argentina perdió 100 aeronaves durante el conflicto, por derribo, accidente, destrucción en tierra o captura de los británicos. Tantas como las que, según Martínez, y sin conflicto bélico de por medio, se habrían perdido durante la década pasada.
No solo llama la atención la inexactitud de las cifras invocadas por Martínez sino también la falta de mención a la pérdida de vidas en 1982. Sólo la Fuerza Aérea tuvo 55 muertos en combate, casi todos tripulantes, y 47 heridos.