Por cuarta vez, el Tribunal Criminal N° 3 de San Salvador de Jujuy, suspendió la audiencia de debate del juicio oral y público por la sustracción y destrucción de un expediente, hecho ocurrido en 2009 y por el que están acusados Milagro Sala, el abogado Alberto Bellido, que fuera defensor de la dirigente social, y al empleado judicial Marcos Daniel Romero.
El proceso judicial se inició a mediados de agosto último. La última audiencia se realizó el 14 de septiembre y fue suspendida por el estado de salud de Bellido; esa vez se pasó a un cuarto intermedio por 10 días. Ese plazo se cumplía este lunes, pero el tribunal dispuso una nueva suspensión motivada, nuevamente, por el estado de salud de Bellido.
El 5 de septiembre el abogado sufrió una descompensación ante el tribunal luego de que denunciara un intento de extorsión de parte del titular del Ministerio Público de la Acusación, Sergio Lello Sánchez. Bellido presentó pruebas de que le ofrecieron alivianar su situación judicial si relataba supuestos envíos de dinero a Buenos Aires por parte de la organización Tupac Amaru.
Tras esto, mientras el Tribunal resolvía sobre unas presentaciones, Bellido se descompensó y días después debió ser intervenido quirúrgicamente por un cuadro cardíaco, presentando certificados médicos que afirman que no está en condiciones de afrontar el proceso judicial.
Ayer por la tarde, la presidenta de trámite, jueza Margarita Nallar, informó que el abogado acusado no puede concurrir a las audiencias y por ello la pasó para el 5 de octubre, a partir de las 16.30. La magistrada añadió que solo cuentan con certificados de médicos particulares, por lo que un perito del Poder Judicial constatará la situación de la salud de Bellido.
"El tribunal entiende que mi cliente debe ser asistido por una junta médica, y según esos resultados resolverá sobre la continuidad en general del juicio, en la próxima audiencia. Aunque eso no determina que el proceso continúe o termine porque depende de los médicos”, explicó el abogado Juan Cabezas al término de la audiencia de ayer.
El abogado, que defiende a Bellido junto a Julián Palmieri, lamentó que están soportando un proceso no solamente "complejo, enredado, difícil, hostil" y en su caso se ven particularmente "afectados con el cliente enfermo" y un tribunal que parece no creer que el estado delicado de la salud de Bellido, que "no puede concurrir por cuestiones médicas”.
Cabezas afirmó que presentaron los certificados médicos en tiempo y forma ante el tribunal, e incluso dijo que ya hubo una constatación del Poder Judicial del estado de salud de su cliente: “Bellido fue entrevistado en la clínica por médicos judiciales, le hicieron destapar la herida para ver, le contaron los puntos de la cirugía. No sé qué requieren para constatar la veracidad de lo que decimos”.
Nuevos planteos
Por otro lado, ayer la presidenta del tribunal dijo que debido a la ausencia de Bellido no iba a tomar en cuenta los planteos realizados por las defensas de Romero y este abogado acusado.
Ayer mismo el abogado de Romero, Marcelo Elías, planteó una nulidad por entender que se vencieron los plazos legales del proceso. La decisión sobre esta impugnación se conocería en la próxima audiencia.
La semana pasada Cabezas y Palmieri recusaron a los miembros de este tribunal, que integran también Carolina Pérez Rojas, y Mario Puig. "Personalmente creo que están dadas todas las posibilidades, porque es un tribunal que no nos ofrece garantías”, subrayó Cabezas sobre la motivación para pedir el apartamiento de las juezas y el juez de este tribunal.
Detalló que la recusación "se está tramitando e incluso tiene tribunal constituido para verificar", y consideró que "entonces no se puede demorar más sobre la toma de decisión de la continuidad de este proceso hasta su finalización. O finalizar este proceso en la forma que se encuentra y dar por concluido”, aseguró.
El proceso que se desarrolla en la justicia jujeña es cuestionado también por la forma accidentada en que viene desarrollándose. En la primera audiencia el testigo de la fiscalía José Ruiz, denunció que el fiscal general Lello Sánchez y otros abogados del MPA lo instruyeron: “tenés que hundir a Bellido”.
Ruiz era empleado de mesa de entradas en la Justicia jujeña y contó en este juicio, a cambio de declarar en contra de Bellido, le habían dicho que le devolverían el trabajo, de donde lo echaron a hace algo más de tres años, y que le pagarían los sueldos caídos en ese tiempo.
El testigo se manifestó con pesar porque dijo que lo dejaron sin trabajo y que lo extorsionaron para que declarara en contra del abogado acusado. Ruiz fue luego declarado insano, como le había anticipado Lello Sánchez a Bellido.
A Milagro Sala y a su exdefensor se los juzga en este proceso en calidad de autores de "cohecho activo y de sustracción de documento público”, y por la destrucción del expediente. A Romero se le atribuye “cohecho pasivo y sustracción de documento publico", la destrucción de ese documento y también "incumplimiento de los deberes de funcionario público”.