A diferencia de lo que ocurre en casi todos los aspectos de la vida, el primer paso de Argentina, 1985 en la carrera por el Oscar a Mejor Film Internacional 2023 fue el más sencillo, pues era un secreto a voces que la Academia de Cine de la Argentina —cuyos 250 miembros la votaron entre los 61 títulos elegibles de este año— se inclinaría por la película que recrea lo ocurrido durante el Juicio a las Juntas Militares que comandaron los destinos de la última dictadura cívico-militar, tal como había sucedido a la hora de elegirla como representante nacional en los Premios Goya españoles.
Más aún si los principales medios dedicados a seguir la actividad de Hollywood, con Variety y The Hollywood Reporter a la cabeza, vienen señalándola como firme candidata para alzarse con la estatuilla desde su estreno en el Festival de Venecia, varias semanas antes del anuncio oficial del lunes por la noche.
Pero, ¿cómo sigue el camino para la película de Santiago Mitre protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani? ¿Contra quiénes se enfrentará? ¿Qué debería pasar para que en la gala del 12 de marzo haya representación nacional por séptima vez en 95 ediciones de los Premios Oscar? Lo importante es tener paciencia. Mucha, ya que no se trata de una carrera sprint sino de una maratón con varios pasos previos que conducen a la gran noche del show business.
La primera fecha clave es el 3 de octubre, cuando vence el periodo para que cada país envíe su candidata, que como condición debe estar hablada como mínimo en un 50 por ciento en un idioma distinto al inglés y haberse estrenado en salas entre el 1º de enero y el próximo 30 de noviembre. Vale aclarar que varios títulos todavía no tuvieron lanzamiento en su país de origen, por lo que los encargados de la elección, que suelen integrar organismos vinculados con el sector audiovisual o áreas gubernamentales dedicadas a la cultura, las ven en proyecciones exclusivas, tal como ocurrió aquí con los miembros de la Academia local.
Acá la cosa empieza a enredarse, porque el rubro Mejor Película Internacional, al igual que los de cortometrajes y Largometraje de Animación, tiene varias rondas de votaciones. En la primera, un “Comité preliminar” verá todas las producciones enviadas y votará en secreto para conformar una “shortlist” de quince títulos que se anunciará el 21 de diciembre. Luego llega el turno del “Comité de nominaciones”, que elegirá cinco de esas quince para la terna final. El quinteto se conocerá junto con el resto de las nominaciones durante la mañana del 24 de enero. La votación para definir la ganadora de la estatuilla está abierta para todos los miembros de la Academia de Hollywood, siempre y cuando demuestren que han visto las cinco elegidas.
Las principales contendientes
Según un relevamiento del portal OtrosCines.com, ya hay 70 películas de igual cantidad de países anotadas. Una buena noticia es que India rompió con todos los pronósticos al enviar Last Film Show en lugar de RRR, una superproducción de Netflix muy bien recibida en Estados Unidos y a la que los principales analistas imaginaban disputando la estatuilla mano a mano con Argentina, 1985. Pero, ojo, porque tampoco hay que festejar antes de tiempo: entre las contendientes se destacan varias que han tenido un recorrido más que atendible por los principales festivales europeos. Tal es el caso de la belga Close, de jovencísimo Lukas Dhont (31 añitos), que ganó el Gran Premio en Cannes, y de Decision to Leave, de Park Chan-wook (el mismo de Oldboy), que se estrenó en la Competencia Oficial del evento francés y con la que Corea del Sur intentará repetir el batacazo de Parasite.
Polonia fue otro país que apeló al lustre que implica tener un estreno mundial en Cannes eligiendo a EO, del octogenario Jerzy Skolimowski, quien se fue de Francia con el Premio del Jurado en las manos. También con una estatuilla, en este caso la de Mejor Guion, se fue la sueca Boy From Heaven, de Tarik Saleh. Otras películas que visitaron el país del gallo en mayo, y que buscan su lugar en el quinteto del Oscar, son la danesa Holy Spider, de Ali Abbasi, y la austríaca Corsage, de Marie Kreutzer. Desde el Festival de Venecia salió la francesa Saint Omer, de Alice Diop, mientras que Alcarràs, de la española Carla Simón, tuvo sus proyecciones bautismales en la Berlinale, donde se llevó ni más ni menos que el León de Oro a la Mejor Película.