“Mi rio me importa”. Con esa premisa como idea impulsora, la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) inicia una nueva etapa un programa de voluntariado que tiene el objetivo de fomentar el disfrute del río Limay en un marco de respeto a las condiciones naturales del curso de agua. La iniciativa nació dos años atrás como parte de un proyecto de docentes investigadores del Grupo Recreación y Turismo en Conservación de la Facultad de Turismo de la UNCo para concientizar a la población sobre la importancia de valorar el Limay y su biodiversidad. “Trabajamos la relación con la naturaleza desde la perspectiva de la recreación”, afirmó la directora del proyecto María Gabriela Torre en diálogo con el Suplemento Universidad.

La idea fue tomando forma gracias a un convenio entre la Secretaría de Extensión Universitaria de la casa de estudios y la Cooperativa de Agua Luz y Fuerza (CALF) de Neuquén. En ese entonces, el grupo de trabajo avanzó con tareas de investigación sobre las características del río, junto a alumnos de la carrera de Guía de Turismo y de la Licenciatura en Turismo de la Universidad del Comahue. “Estudiamos la dinámica del río, el medio ambiente que lo rodea, su ecosistema, las especies nativas y exóticas que lo habitan”, detalló Torre.

Todo ese conocimiento que generaron fue compartido a la población neuquina interesada en conocer el río que circunda la ciudad. El Limay tiene su origen en el lago Nahuel Huapi y fluye en dirección noreste —formando la frontera entre las provincias de Neuquén y Río Negro— hasta confluir con el río Neuquén en la ciudad de Neuquén dando lugar al nacimiento del río Negro.

El proyecto “Mi rio me importa” pretende trabajar distintas acciones vinculadas fuertemente al conocimiento y el respeto por la naturaleza”, describió Torre, docente de varias materias vinculadas al área de recursos naturales.

Ese espíritu se mantuvo también durante los primeros años a pesar de las restricciones impuestas durante la pandemia de coronavirus. Las primeras actividades estuvieron condicionadas y debieron ser realizadas de modo virtual. Las redes sociales se transformaron entonces en la herramienta esencial de ese período. Posteos, historias, videos y charlas en vivo fueron los medios usados para concientizar.

Las primeras prácticas de la nueva etapa implicarán la reanudación de las excursiones con escuelas de la región. Se trata de actividades de campo “para conocer el río, que ya se hicieron con estudiantes de 4to y 5to grado de la Escuela N°366 de Colonia Nueva Esperanza y de 2do año del secundario, del Colegio Jean Piaget. El programa también contempla la realización de actividades de limpieza de la ribera y talleres de divulgación ambiental abiertos a la comunidad.

La iniciativa además apunta a la reflexión sobre cómo proteger mejor el río. Según explicó la directora del proyecto, los voluntarios trabajan en la percepción del impacto en el ambiente de obras como las que se vienen haciendo en el paseo costero en la ribera del Limay. “Estos trabajos implicaron una alteración profunda del ecosistema del curso de agua, quitando especies vegetales y urbanizando en exceso el entorno de la ribera”, detalló la docente de la UNCo.

El proyecto de la Universidad del Comahue es codirigido por el profesor Juan Manuel Andrés. El equipo está integrado por los docentes Matilde Encabo, Sandra Sánchez, Melina Hrabar, Daniel Paz Barreto y Luis Cánepa y veinte estudiantes de la Facultad de Turismo.