Los hinchas del Ascenso lo recuerdan bien: hacia 2018, TyC Sports encaró una arremetida contra varios emprendimientos independientes por la transmisión de esas categorías. El contrato con la AFA le daba exclusividad al canal del grupo Clarín para la televisación de esas divisiones, último gran negocio que le quedaba en el fútbol argentino tras la creación de Fútbol Para Todos (FPT). Pero, pese a tener la fuerza de los derechos y de los fierros (cámaras, móviles, satélites), TyC Sports solo transmitía algunos de los tantos partidos de cada fin de semana. Básicamente los de CABA o periferias cercanas, más los del Interior que ofrecían mejor rating.
Hasta que el avance de nuevas tecnologías generó otras formas de emisión, como los vivos por YouTube y Facebook, primeramente. Y lo que antes demandaba recursos imposibles, ahora podía ser resuelto con dos personas, un celular y conexión a wifi o datos. Así, fueron apareciendo experiencias artesanales a cargo de hinchas de los equipos, y también de estudiantes de periodismo. De repente, el fútbol de Ascenso argentino era transmitido 24x7 y gratis.
Un intersticio legal facilitó esta proliferación del strimeo libre: Torneos y Competencias detentaba un contrato de exclusividad por la "televisación" del Ascenso, término que el tiempo volvió impreciso. Cuando la empresa vio todo el mercado que se estaba perdiendo, lo primero que hizo fue apelar a distintas instancias para barrer todo competidor. Y, después de limpiarlos, copiarles el formato: rápidamente se expandieron por todas las canchas del país, tercerizando el contenido en lugareños que transmitían también desde un teléfono celular.
La mayoría de esos partidos registrados precariamente iban (y van) a parar a la plataforma online TyC Play, solo disponible para abonados a los servicios de cable que incluyen ese canal deportivo. Así y todo, otros encuentros no eran cubiertos porque a la empresa de Clarín no le resultaba redituable. Pero tampoco permitiría que lo hicieran emprendimientos locales.
► En la cancha y en el monitor se ven los pingos
En el recientemente estrenado documental En la cancha - Televisión comunitaria, fútbol y censura, la realizadora Lucía Maccagno divulga el caso más emblemático de esta pulsa: ParesTV de Luján y su lucha contra TyC por transmitir los partidos de Flandria. Una disputa ruin y perversa: TyC tiene el monopolio de los derechos de televisación y por eso le impide a Pares seguir a Flandria, aunque tampoco se ocupa de hacerlo por su cuenta. Un ejemplo que se replica en otros clubes.
El Canario, así le dicen, es uno de los equipos más pintorescos del Ascenso argentino. Entre otros motivos, por la importancia que encarna en su pueblo, la localidad de Jáuregui, creada alrededor de una algodonera. También el mito de los mejores choris de nuestro fulbo (el docu releva muchas voces, entre ellas la de estos parrilleros) y su curioso nombre: Carlos V. Ahora, por segunda vez en su historia, está jugando en la B Nacional. Pero, mientras Flandria viaja por todo el país, sus hinchas no pueden verlo.
Pares es una señal comunitaria de Luján creada en 2010 con la idea de armar una agenda periodística local. "El canal busca interpelar a los vecinos, la vereda, la esquina, el comercio. Nunca había existido nada así acá, no en la tele", cuenta uno de sus creadores en el documental de Maccagno, que hoy tiene su última proyección en el Gaumont a las 19, y en diciembre quedará a demanda en la plataforma Cine.ar.
Durante el Mundial de Sudáfrica, el canal invitó a comentar los partidos a los entrenadores de Luján y Flandria, los dos equipos del distrito. El contenido fue tan bien recibido por la ciudad que Pares decidió cubrir las campañas de ambos clubes, en ese momento entre la C y la B Metropolitana. Como el proyecto comunitario con base en el barrio La Palomita no disponía de móviles ni presupuesto para viáticos, viajaban en los micros de los planteles, o bien en autos de hinchas que los llevaban de onda.
El esfuerzo daba sus frutos: los contenidos explotaban en reproducciones. En 2016, Flandria ascende a la B Nacional por primera vez en su historia y obliga a Pares a redoblar producción: había que viajar por todo el país. Jáuregui vibra con el Canario y se para cuando el canal lo transmite desde Puerto Madryn, San Salvador de Jujuy o Corrientes. Todo por televisión abierta. Un éxito.
► Cuando el árbitro juega para el poderoso
Ahí es cuando la empresa Trisa intima con una carta documento para interrumpir las transmisiones. Pares se asesora y encuentra resguardo en el artículo 77 de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, promulgada en 2009 y aún vigente. El mismo garantiza el derecho al acceso universal de contenidos valorados "de interés relevante" para la zona. El canal contesta y sigue transmitiendo a Flandria para el Partido de Luján, con el compromiso de no emitir más allá de 11 kilómetros a la redonda.
Pero Trisa y TyC insisten con las advertencias epistolares, mientras un decreto firmado por el entonces presidente Mauricio Macri deslegitima el espíritu del artículo invocado por Pares. Para 2019, el canal comunitario del barrio La Palomita se ve impedido de transmitir en vivo a Flandria. Encuentra, como recurso, obturar las acciones de los partidos en vivo con una placa que explicaba y acusaba: "A pesar de que hay una ley vigente para que puedas ver de forma gratuita los partidos de Flandria, el Estado actual, a través del ENACOM, la incumple (…) Quedamos expuestos a las intimaciones económicas por parte del grupo más poderoso de la Argentina".
Lucía Maccagno es periodista y trabaja en otro canal comunitario, Barricada TV, cuya base está en la vieja fábrica IMPA, Almagro. Para recibirse de Licenciada en Ciencias de la Comunicación de la UBA, eligió hacer una tesina de producción y tomó el caso de Pares, que integra con Barricada y otras señales la CONTA, Coordinara Nacional de Televisores Alternativas. El rodaje fue en 2019, un año después entregó su tesina y y en 2021 decidió agregar nuevas entrevistas. Así logró afiatar un relato coral que cuenta esta historia a través de todas sus dimensiones.
El documental acaba de ser estrenado. Y todavía sigue sin reglamentarse ese artículo 77 de la ley de Servicios Audiovisuales.