No pareció importarle el marco a San Lorenzo anoche, porque salió a afrontar su compromiso de ida por los octavos de final de la Copa Libertadores frente a Emelec en Guayaquil con ganas de traerse los tres puntos y dar un paso clave con vistas a la clasificación. Así, a los 24 minutos de juego, consiguió ponerse en ventaja, con un golazo de tiro libre de Belluschi, que le pegó muy bien a la pelota para colocarla sobre el palo de la barrera, a la derecha del arquero Dreer.
A pesar de las dos bajas que sufrió en la primera parte por lesiones (Angulo y Bagüí), los locales reaccionaron y se fueron contra el arco de Navarro, que Angeleri salvó apenas unos minutos después de la apertura del marcador. Sobre el final de la primera parte, el árbitro Wilson Lamoroux no vio una clara mano de Caruzzo dentro del área. Bruno Vides reclamó penal.
San Lorenzo se tiró atrás en la segunda parte, pero sufrió porque casi no logró generar peligro de contraataque. Lo que le costaba al equipo de Diego Aguirre era recuperar la pelota en el mediocampo, donde Emelec se hizo dueño absoluto. La presión de los ecuatorianos era por momentos intensa y eso llevó a los visitantes a jugar al límite.
Los de Boedo necesitaban un poco más de esfuerzo de sus volantes para frenar el ímpetu ofensivo del conjunto local, que sufría su incapacidad en la zona de definición. Recién promediando el complemento, San Lorenzo arrimó algo de peligro sobre el arco rival. Aguirre mandó a Botta en lugar de Cerutti, para que este se asociara con Belluschi y el equipo tuviera un poco más de presencia ofensiva. Pero eso no alcanzó. Blandi siguió deambulando solo por el frente de ataque, y San Lorenzo afianzado en su campo para cuidar la ventaja.