Mientras el Gobierno porteño envía patrulleros a vigilar las puertas de los colegios tomados y policías a amedrentar a las familias de alumnos y alumnas, la comunidad educativa de la Escuela Normal N°1 de la Ciudad de Buenos Aires, en la avenida Córdoba al 1900, realizará este viernes una nueva jornada de protesta para pedir seguridad tras los sucesivos robos que sufrió el establecimiento la semana pasada. La comunidad del Normal denuncia que en los últimos años se redujeron las guardias y que ni siquiera está garantizada la seguridad en todos los accesos al colegio. Las familias, que piden al Ministerio de Educación que reponga las computadoras robadas, tuvieron que comprar candados a través de la asociación cooperadora para garantizar la seguridad por las noches.
"No tuvimos ninguna respuesta, no se acercaron a hablar ni supimos cuándo van a volver los equipamientos para que los chicos vuelvan a tener clases de tecnología", aseguró a Página 12 Betina Silveiro, de la cooperadora del colegio, a una semana de los tres robos sucesivos que sufrió la institución y por los que la comunidad ya exigió respuestas al Ministerio. Según detalló Silveiro, "el miércoles entraron a robar con los chicos en clase y se llevaron una bicicleta. A la noche entraron al primer piso de primaria, abrieron la sala del regente y se llevaron 70 netbooks y tablets, además de cañones, parlantes, micrófonos y otros elementos didácticos de valor. Y el jueves a la noche volvieron a entrar, se llevaron 120 computadoras más del Liceo N°4, con el que compartimos edificio".
Ante la falta de respuestas tras la primera protesta realizada el lunes, la comunidad educativa volverá a reclamar este viernes con dos abrazos simbólicos a la tradicional sede de la escuela del barrio de Recoleta: uno a las 8, al inicio del turno mañana, y el otro a las 12.45, al inicio del turno tarde. Allí volverán a pedir que se garantice la seguridad a partir de dos puntos: sumar cámaras en la zona y unificar el servicio de seguridad, que hasta el momento funciona dividido entre las dos partes del edificio. Según advierten, la empresa que trabaja en el ala nueva de Paraguay, donde se produjeron todos los robos, es contratada por la propia cooperadora, ya que el Gobierno porteño no se hace cargo de esa parte.
Los robos de la semana pasada no son los primeros que sufre la escuela en el último tiempo. "A fines de 2021 se llevaron 150 computadoras. Ahí el Ministerio prometió que iba a unificar el sistema y que iba a haber más personal de seguridad en Paraguay. En su momento había cuatro personas y ahora quedó una sola para todo el edificio y solo por la puerta de Córdoba. Se comprometieron a eso pero nunca se cumplió", aseguró Silveiro, quien agregó que ahora la cooperadora tuvo que hacer "una compra de candados para reforzar las puertas a la noche".
Hasta el momento tampoco repusieron las computadoras robadas y la comunidad advierte que el año pasado, cuando se robaron 150 equipos, el Ministerio solo repuso 70. Los otros elementos, en tanto, también fueron comprados por la cooperadora, por lo que la cartera educativa no los repone. Además, Silveiro relató un particular hecho que despertó algo de temor en las familias que participaron de la protesta del lunes: "A las familias que hablamos con los medios nos llamaron de un número privado para hacer una encuesta del GCBA, pidiendo información sobre cómo evaluábamos a la escuela pública o de cómo iba Larreta en ese sentido. Nos llamó mucho la atención, pareciera una persecución porque fue justo sobre tres familias que estuvimos en los medios", alertó.