Sólo una cosa podría alcanzar la misma repercusión del título de campeón de TC2000 que se define al final del año y es la victoria en los 200 Kilómetros de Buenos Aires. Es una competencia insignia, que se disputa con dos pilotos por auto y cuyo lauro engalana tanto a ellos como al producto de las factorías automotrices en el mercado. Este fin de semana en el Autódromo "Oscar y Juan Gálvez" el esfuerzo de los mecánicos, la estrategia del ingeniero, la imaginación del marketinero y la pericia de los conductores se conjungarán por un resultado que vale tanto como ganar el superclásico de fútbol para salvar un año o reafirmar el dominio para quien es capaz de ganar todo.
Si bien el corolario es la bandera de cuadros cayendo sobre el mejor auto, el homenaje a los coches históricos desde la creación de la categoría en 1979 y la presencia de destacadas personalidades de todos los ámbitos hacen que sea una fiesta que sobrepasa a la carrera misma. Desde los motores acelerando al unísono en la encajonada recta de largada, pasando por el espectáculo musical que brindará Turf hasta los aromas de la gastronomía típica del autódromo, los estímulos aparecen por todos los frentes.
Además, la característica que tiene la carrera –que esté viernes tendrá entrenamientos libres, y el sábado la clasificación– es que los vehículos se comparten por un binomio que alterna la conducción: En un momento de la competencia, el ingreso a boxes para cambiar de piloto es requisito obligatorio. Para ello se preparan 20 de los mejores volantes del país con sus respectivos invitados, representando a automotrices como Chevrolet, Toyota, Renault, Honda, Citroën y Fiat.
Leonel Pernía (Renault) ha ganado las últimas dos ediciones de los 200km y llega a esta competencia siendo el mejor del campeonato en curso, con notable regularidad y dos victorias, en Rosario y Termas de Río Hondo. Ingresando a la recta final del año, Agustín Canapino (Chevrolet) asciende en la suma de puntos pero sin la contundencia de otros momentos, para lo que será importante la suma de puntos de una carrera especial, siempre mayor que en una convencional.
Invitados de renombre
Unos cuantos elegidos pasarán por la pista N° 9 de 3.353 metros, que se recorrerá en 60 oportunidades el domingo al mediodía para alcanzar el recorrido pautado. Entre ellos Norberto Fontana, con paso internacional en la Fórmula 1 e Indycar y que fuera monarca del TC2000 en 2010, acompañando al virtuoso Emiliano Spataro. También Christian Ledesma, icónico campeón del 2004 con Chevrolet, siempre vigente y listo para regresar con el actual ídolo de la marca, Canapino.
Como si fuera poco, el regreso de Matías Rossi a la categoría tras emigrar al StockCar de Brasil y al Turismo Carretera con Toyota se dará como apoyo a la campaña del mendocino Julián Santero. También el uruguayo Santiago Urrutia se destaca al ser protagonista del mundial de autos de turismos (WTCR) y contar con podios en las tres veces en que participó del evento. Esta vez, invitado de Bernardo LLaver.
Quienes sean novatos tendrán que adaptarse al del botón de potencia que les permite activar un mayor rendimiento del motor por una fracción de segundos, llamado 'Push To Pass'. Hay 30 posibilidades de presionarlo entre Clasificación, Carrera Sprint (sábado) y el espectáculo principal del domingo, lo que resulta estratégicamente definitorio su uso porque propicia numerosos sobrepasos. Y no es cuestión de edad, a pesar de que la juventud está ganando terreno como se vio este año con el pinamarense Jorge Barrio de 18 años o el sureño Ignacio Montenegro (17).
Con todos estos condimentos especiales, el TC2000 hizo rodar a uno de los eventos más esperados de cada año. Antes de su reestructuración hacia los autos del segmento SUV, posiblemente en convivencia con los actuales el año próximo, se disputará la 16ª edición de la carrera, con espectáculos soporte como la Fórmula Nacional, el TC2000 Series y la Fiat Competizione; apoyados en la mística que sale a flote en una cita como los 200km de Buenos Aires.