Este sábado 1 de octubre suben los impuestos a los combustibles, y con ellos, el precio de la nafta y el gasoil en todo el país. Se trata de una actualización del impuesto por la inflación que las petroleras trasladarán al surtidor, lo que representaría una suba cercana al 4 por ciento. El incremento se da luego de siete postergaciones del gobierno de la actualización impositiva, cuatro durante 2021 y tres en 2022.
Este jueves desde la secretaria de Energía confirmaron la actualización de precios de los combustibles: "A partir del 1° de octubre habrá un aumento de combustibles por el descongelamiento de impuestos y será de entre 1% y 4%, dependiendo si es nafta o gasoil", precisó Flavia Royón, la secretaria de Energía de la Nación en declaraciones radiales.
Según explicó la funcionaria este será el primer aumento de una serie que deberán producirse para alcanzar el nivel impositivo adecuado.
En este sentido, estiman que la suba sería de alrededor de $5 por litro en las naftas y de $4 en el diésel, indicaron desde Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA).
Los costos se trasladan al surtidor
Las petroleras quieren aprovechar la suba de impuestos para aplicar un ajuste adicional que les permita compensar la inflación y la suba del dólar.
Los salarios e insumos pesificados representan el 30 por ciento de la estructura de costos y ajustan cerca del 7 por ciento mensual en línea con la inflación, esto suma 2,1 puntos porcentuales más a los 4 puntos que ponen de piso los impuestos.
A su vez, el crudo, que cotiza en dólares, representa cerca del 70 por ciento de la estructura de costos del combustible a la salida de la refinería. Una vez sumados los impuestos esa incidencia se reduce a cerca del 50 por ciento del precio final. Por lo tanto, si se toma en cuenta que el dólar oficial trepo 7,1 por ciento desde la última suba de la nafta el pasado 21 de agosto, ahora debería ajustar 3,55 puntos porcentuales solo para compensar ese incremento.
Si al impacto de los impuestos se le agrega el efecto inflacionario y la suba del tipo de cambio, la actualización de precios debería bordear el 10 por ciento.