Desde Brasilia
Van a cumplirse veinte años de la escena en que Jair Bolsonaro, candidato a la reelección presidencial este domingo, empujó y amenazó a una diputada en el pleno Congreso. La parlamentaria que le plantó y sigue plantándole cara al gobernante misógino es Maria do Rosario, del Partido de los Trabajadores (PT).
Cuando citan el nombre de esta mujer valiente que lo enfrentó tantas veces y le ganó un proceso judicial, el capitán suele hacer dos cosas: se sale de quicio o suelta alguna frase misógina celebrada por sus adulones.
Víctima de amenazas constantes contra ella y su familia la sureña Maria do Rosario es una de las máximas referentes del movimiento feminista que ha trabajado sin desmayo para sacar al actual ocupante del Palacio del Planalto y por el retorno de Luiz Inácio Lula da Siiva. "Tuve que usar una seguridad reforzada en esta campaña para mi reelección como diputada federal por Rio Grande do Sul. Es una campaña distinta, no es simple vivir amenazada, vigilada. Pero tenemos un sistema de seguridad bien organizado con militantes de los movimientos sociales que va a ser reforzado para la votación del domingo".
Una encuesta publicada este sábado por la agencia Datafolha confirmó el favoritismo de Lula con el 50 por ciento frente al 36 del Bolsonaro. Pero si nadie supera la mitad de los votos en este primer turno y hubiera un balotaje el 30 de octubre el petista sería el vencedor con el 54 por ciento contra el 38 de su rival.
Expectativa de victoria
"Luego de tantos años luchando creo que el domingo el pueblo le va a decir adiós a este sujeto fascista, con un voto muy fuerte de las mujeres , pienso que tendremos una votación a favor de la recuperación de la democracia y para traer de vuelta al presidente Lula", se esperanza Maria do Rosario durante la conversación con Página/12.
"Soy optimista, viendo como ha sido el crecimiento de Lula en las encuestas creo que se puede ganar en primera vuelta. Sabemos que no va a ser una elección fácil pero creo que derrotaremos al autoritarismo y al machismo. Lula representa muchas conquistas, él defiende la igualdad de género, Bolsonaro ataca la ´ideología de genero´, por eso el extornero tiene el 49 % del voto femenino y Bolsonaro el 29 %. Y las mujeres somos el 53 % del padron electoral."
Redes ultraderechas
Sacar a Bolsonaro del Planalto será propinar una derrota a la "barbarie" y al riesgo de que Brasilia siga adelante con su política de apoyo a las fuerzas derechistas como ocurrió las elecciones argentinas avalando a Mauricio Macri y en las de Chile con el respaldo José Antonio Kast, plantea Maria do Rosario, exministra de Derechos Humanos durante el gobierno de Dilma Rousseff.
Peor que el apoyo a candidatos derechistas fue la complicidad con el golpe que derrocó al presidente boliviano Evo Morales en noviembre de 2019. Una conjura en la que no se puede descartar que haya habido el aporte de dinero y armas por parte del régimen brasileño surgido de las controvertidas elecciones de 2018 en las que Lula estuvo proscripto.
Nuevo Condor
Cuando Evo Morales se refiere al golpe que llevó a Jeanine Añez al Palacio del Quemado en La Paz, habla de un nuevo Plan Cóndor y acusa a Brasil. Durante su paso por el gobierno dilmista, Maria do Rosario tuvo una participación central en la creación de la Comisión de la Verdad responsable de haber echado luz sobre la participación de la dictadura en en Plan Cóndor durante la década del 70. Así quedó desmentida la leyenda de que los militares brasileños habían tenido un papel secundario en esa telaraña represiva.
Hay investigaciones académicas que consideran a la Comisión de la Verdad como el punto de inflexión a partir del cual los militares le bajaron el pulgar a Dilma, y es en ese contexto que comienza a emerger la figura de Bolsonaro quien no sólo ha defendido la dictadura sino elogiado los gobiernos de facto de la región.
"Los ataques de él (Bolsonaro) contra mi persona, son ataques contra las investigaciones sobre la dictadura, y contra la búsqueda de la verdad. Cuando el diputado Bolsonaro votó a favor del impeachment de Dilma hizo una exaltación de uno de los torturadores más conocidos de la dictadura", dispara la diputada.
Salvaguarda democrática
La exministra Maria do Rosario plantea que los lazos establecidos por el bolsonarismo con aliados latinoamericanos tendrán que ser investigados por un futuro gobierno petista como una forma de salvaguarda democrática. "Si él ( Bolsonaro) pierde, algo muy posible, el bolsonarismo no se va a acabar como tampoco las complicidades que se estuvieron armando con el movimiento radical de la región y a nivel global".
A poco de que Bolsonaro llegó al poder en 2019, Steve Bannon, ideólogo del trumpismo, propuso al brasileño como un referente del "Movimiento" una corriente neofascista internacional. Para llevar adelante esa hermandad ultra fuera de Brasil, el presidente designó a su hijo, Eduardo.
Atentado a CFK
Es desde esa perspectiva del avance totalitario a escala regional que Maria do Rosario recibió con "gran preocupación e indignación" el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner a manos del brasileño Fernando Andrés Sabag Montiel. "No es gratuito que atenten contra una líder tan importante, de tanta valía como la presidenta Cristina Kirchner".
"Estos atentados habitualmente son resultado de un plan hecho por gente poderosa que sabe esconderse detrás de aparentes lobos solitarios. Luego de que derrotemos a este gobierno, y se recuperen las instituciones del Estado creo que se debe hacer contacto con el gobierno de Argentina, para investigar si hubo complicidad desde Brasil".
-¿Por dónde debería empezar una investigación?
-Esto es algo que debe ser bien analizado, ver pieza por pieza, ver algunas pistas. Hay informaciones sobre las relaciones del diputado Eduardo Bolsonaro con grupos de extrema derecha de algunos países.Esto no es una acusación a priori, por supuesto, es un punto a tomar en cuenta igual que su relación con el entorno de Donald Trump. Sabemos que el diputado fue investigado en Estados Unidos por la comisión parlamentaria que trabaja sobre la invasión al Capitolio de Washington en 2021.