Si se miran los detalles de la tabla de posiciones se verá que River es el equipo que tiene mejor diferencia de gol que todos: +14. Son 32 goles a favor y 18 en contra. Está lejísimos, en este aspecto, de Boca que tiene +5, y también supera a Racing y Atlético Tucumán que tienen +13.
Claro que lo primero que se ve en la tabla de posiciones son los puntos de cada equipo y ahí se observa que River está muy atrás, a siete de Boca que es el líder. Lo de la diferencia de gol se explica con los triunfos holgados que consiguió: 5-1 a Unión, 3-0 a Aldosivi , 4-1 a Newell's, 3-0 a Central Córdoba y ahora un nuevo 3-0 ante Argentinos Juniors. Perdió mucho, pero cuando ganó lo hizo con amplitud.
Por supuesto, la tabla que en estos días más le interesa al equipo de Gallardo es la anual, y ahí sacó una luz suficiente para sentir que la clasificación a la Copa Libertadores está al alcance de la mano. El objetivo que le quedaba se va a cumplir, seguramente.
En la Paternal River mostró dos caras. Dos volantes de contención (Pérez y Zuculini) en el primer tiempo, poco juego y solo pelotazo a lo que salga o remate de media distancia. En ese primer tiempo, de todos modos, las llegadas más claras fueron de River. Hubo una de Zuculini que quedó cara a cara con Lanzilotta y remató bien, pero el arquero respondió mejor. Y hubo otra de Casco, un remate que se desvió en el camino y dio en el travesaño.
Argentinos tuvo un sorpresivo remate de Alan Rodríguez y otros de Avalos que en ambos casos chocaron contra Armani.
Las llegadas del equipo de La Paternal no tuvieron relación ni con sus pretensiones ni con lo que insinuó en varios pasajes de esa primera etapa, cuando elaboraba con paciencia, tocando y triangulando. Lo que le faltaba era pimienta para capitalizar esos momentos de dominio.
El cambio en el segundo tiempo fue radical. Entraron Quintero, Beltrán y Palavecino y los tres fueron vitales en el juego y en la red. En un lapso de 15 minutos liquidaron la cuestión: 1) Golazo de tiro libre de Quintero, colgando la pelota en un ángulo, en el palo del arquero, que se había movido. 2) Buen gol de Beltrán tras un error defensivo de Argentinos, forzado por la presión. 3) Golazo de Palavecino en una jugada de mucho toque.
El impacto del primer gol fue demasiado fuerte para los de Milito que se deprimieron, se olvidaron de lo que habían hecho en la primera parte, y se entregaron mansamente a un rival que tomó mucho oxigeno.