Con la miradas ya puestas en el balotaje del 30 de octubre en Brasil, la senadora y candidata presidencial del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), Simone Tebet, adelantó que la decisión sobre a qué candidato respaldar "ya está tomada". "Tengo una posición y hablaré en el momento adecuado", sostuvo luego de los comicios del domingo la senadora del partido del expresidente Michel Temer, vicepresidente de Dilma Rousseff hasta el impeachment que lo dejó en el sillón presidencial.
Como senadora desde 2015, Tebet votó a favor de la destitución de Rousseff y se mostró en contra en varias ocasiones de las demandas territoriales de los pueblos indígenas, así como se destacó por criticar el negacionismo de la pandemia de Bolsonaro.
Tebet, quien también reúne el respaldo del mundo financiero y del mediático, como la gran cadena O Globo, quedó en tercer lugar con el 4,16 por ciento, unos 4,9 millones de votos que definirán la segunda vuelta entre Lula Da Silva y Jair Bolsonaro. Desplazó así al cuarto puesto al laborista Ciro Gomes (3,05 por ciento), una figura importante en la política brasileña de las últimas décadas.
"Espero que entiendan que este no es un momento cualquiera en Brasil. Es importante que la gente duerma y mire los resultados en cada estado, es tiempo de decisión y acción", advirtió Tebet. "Lamentablemente vimos que la polarización ideológica contaminaba el alma del pueblo brasileño", señaló la senadora tras una elección en la que surgió como figura política de un Brasil peligrosamente dividido, con la ultraderecha fortalecida por la elección de Bolsonaro.
Tebet y su candidatura
La candidatura de Tebet, hija del reconocido senador Ramez Tebet, fue acompañada por una coalición integrada por el Partido de la Social Democracia Brasileña, del expresidente Fernando Henrique Cardoso, y cuyo cofundador fue Gerardo Alckmin, el candidato a vicepresidente de Lula.
Nacida en Tres Lagoas, en el estado de Mato Grosso do Sul, la senadora tomó impulso especialmente en los debates presidenciales. Frente a las cámaras de televisión, Tebet se ratificó como una alternativa entre Bolsonaro y Lula, quienes se medirán en una reñida segunda vuelta el próximo 30 de octubre. Sin nada que perder, se mostró más agresiva con ambos candidatos e incluso hizo gala de su condición de mujer feminista para responder a los ataques misóginos de Bolsonaro, pese a manifestarse en contra del derecho al aborto.
"Ser feminista es ganar lo mismo que los hombres. Mi feminismo es muy diferente a tu concepto de feminismo. Lamento tu visión selectiva. Yo defiendo la vida. El feminismo en Brasil no puede entenderse como una agenda de izquierda, sino como una agenda cristiana", aseguró Tebet al responder a una crítica del sacerdote Kelmon Luis da Silva, también candidato presidencial, en el último debate presidencial a horas de la primera vuelta.
Hija del reputado y ya fallecido senador Ramez Tebet, Tebet empezó a trazar su carrera por la presidencia durante la comisión de investigación abierta contra Bolsonaro en el Parlamento por su gestión de la pandemia, la cual ha dejado cerca de 700 mil muertos en el país. Durante la campaña, la senadora hizo hincapié en el hecho de ser mujer y una parlamentaria con experiencia y centró sus propuestas en la educación y el combate al hambre, el cual aumentó estrepitosamente en los últimos años en Brasil durante el gobierno de Bolsonaro.
Pese a ser propietaria de grandes haciendas, Tebet ha defendido en la campaña un agronegocio "sostenible", compatible con el medioambiente, y se ha mostrado partidaria de la "deforestación cero". Tebet, quien también reúne respaldo del mundo financiero y del mediático, como la gran cadena O Globo,
El MDB, fundado en 1980, cuando el país todavía estaba bajo la dictadura militar (1964-1985), es uno de los partidos históricos de la centroderecha y siempre ha sido una suerte de fiel de la balanza política brasileña. Sin embargo, desde 1989, cuando se celebró la primera elección directa tras la dictadura, sólo ha gobernado dos veces y en ambos casos como consecuencia de gravísimas crisis.
En 1992 lo hizo con Itamar Franco, quien en su condición de vicepresidente sustituyó el mandatario Fernando Collor de Mello tras su renuncia en medio de escándalos de corrupción. La historia se repitió en 2016, cuando Michel Temer, hoy todavía uno de los mayores referentes del partido y también vicepresidente, asumió el cargo después de la destitución de la socialista Dilma Rousseff, tras un juicio político promovido por el propio MDB.
Temer fue una de las principales figuras en la convención que proclamó la candidatura de Tebet y, como líder del partido, la animó a “defender una pacificación nacional” y a ponerle “fin a todos los antagonismos", que “es lo que desea la sociedad brasileña”.
La caída de Ciro Gomes
El auge de Tebet supuso también el declive de Ciro Gomes, principal rival de Lula en el campo progresista y con quien ha disputado una parte del electorado. El candidato del Partido Democrático Laborista (PDT), una histórica referencia de la centroizquierda, aspiraba por cuarta vez a la presidencia de Brasil, pero vio frustrado su nuevo intento. Gomes, quien fue ministro de Lula y no esconde su rencor con el líder del PT, perdió estas elecciones gran parte de su capital político, tras obtener tan solo 3,5 millones de votos, frente a los 13,3 millones que obtuvo en 2018, cuando terminó en el tercer puesto.
Durante la carrera electoral, el laborista aseguró ser víctima de una campaña "inmoral" en su contra para favorecer al antiguo sindicalista, con quien rompió todos su lazos las vísperas de la campaña de 2018, cuando Lula cayó en prisión por presunta corrupción. Gomes intentó sustituir a Lula como candidato del PT, no tuvo respaldo y se lanzó por su cuenta, en una campaña en la que, como ahora, fue tan duro con la izquierda como con la ultraderecha que terminó llevando al poder a Bolsonaro. Después de votar este domingo, Gomes llegó a sugerir el fin de su carrera política con una frase lapidaria: "Tal vez ha llegado la hora de cuidar de mi vida".
Por afinidad ideológica se creería que los votantes de Gomes tendrían preferencia por un candidato como Lula en la segunda vuelta. Mientras que parte de la base electoral de Tebet preferiría a Bolsonaro. Sin embargo, y teniendo en cuenta lo que ha pasado en otras elecciones en la región, es imposible predecir con exactitud el comportamiento de los electores.