Con el estreno en Netflix de la serie sobre la vida del asesino serial estadounidense Jeffrey Dhamer se reavivó, una vez más, el debate en torno a la fascinación por esta clase de delincuentes. En nuestro país, esta atracción tuvo en las últimas semanas otro ingrediente: la puesta en venta en internet de unos lentes que pertenecieron al cuádruple homicida Ricardo Barreda, por 25 millones de pesos.
El impacto de los asesinos seriales en la sociedad
Consultado al respecto, el médico psiquiatra Enrique de Rosa explicó en AM750 que la fascinación por estos personajes "es algo que impacta incluso en ambientes profesionales, pero no por la personalidad (de los asesinos) sino por cómo esta impacta en la sociedad".
"En general se da una fascinación en diferentes grados según la gente a la que impacta; desde la fascinación por aquello temido y al mismo tiempo no comprendido hasta los casos de atracción concreta, erótica y sexual que generan estos personajes", argumentó.
Por qué los asesinos son asesinos
De Rosa también afirmó que "todos somos nuestra propia historia", al referirse al accionar de los asesinos seriales.
"Todos tratamos de imaginar que esos monstruos son diametralmente opuestos a nosotros, pero necesitamos imperiosamente entenderlo. Y la forma de entenderlo, en general, tiene que ver con pensar en una infancia torturada, o de abusos sexuales, o una cantidad de cosas relacionadas", señaló en Estación Central.
Y agregó: "Necesitamos imaginar que algo terrible sucedió para poder comprender algo que es incomprensible. La clave está en que es incomprensible para nuestra mente, afortunadamente neurótica, que está en contacto con la realidad".
El rol de los medios y las redes sociales
"La criminología ha evolucionado y tiene una manera diferente de ver las cosas, por ejemplo, con la posibilidad de que alguien en redes sociales escriba algo y se multiplique. Entonces es la misma dinámica social histórica del crimen, pero ésta adquiere ahora otras características", indicó.
"Todo ese conjunto es lo que hace al fenómeno de cómo el crimen va evolucionando y cómo la gente va reaccionando en esta evolución. Y eso justifica o explica por qué unos lentes de (Ricado) Barreda puedan venderse en 25 millones de pesos", desarrolló.
En el mismo sentido, señaló que la fascinación de los adolescentes por estos temas se da, en algún punto, por lo "irreal" de la situación, algo que explicaría el aumento de la atracción.
"El problema es que, sobre ciertas mentes, esa irrealidad se transforma en realidad, y puede transformarse en una fantasía que el otro se apropia. Y esto es lo que puede derivar en los llamados crímenes por imitación o copycat", dijo.
"El morbo y la atracción que generan en los medios también hace que en esa irrealidad se pierda de vista que se está hablando de algo peligroso", remarcó.
Y concluyó: "En la antigüedad los mitos le enseñaban al hombre, por la tradición oral, que esos eran peligros psicológicos de los cuales tenía que defenderse. Y cada mito, cada personaje, tenía que ver con una estructura, un arquetipo colectivo que tenía que ver con lo que podía pasarle en tanto ser humano", añadió.
"Hoy los arquetipos se trasladaron a la televisión, al cine, a las redes, pero de alguna manera hemos perdido la sensación de que esa fantasía también forma parte de nosotros", concluyó.