Los focos de incendio detectados en la Amazonia brasileña en lo que va de año ya superan los registrados en todo 2021, según datos oficiales. Hasta el domingo, se contabilizaron 75.592 focos de incendio, frente a los 75.090 detectados en todo 2021, de acuerdo con datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Septiembre ya había sido uno de los peores meses en materia de incendios al registrar 18.374 focos en apenas una semana, casi 10% más que en todo el mismo mes de 2021.
Desde Greenpeace afirmaron que el aumento de los incendios es una "tragedia anunciada" y que "está claramente asociado a la deforestación y a la apropiación de tierras".
El aumento de incendios y la falta de políticas públicas
La deforestación y los incendios forestales se dispararon bajo la administración del presidente brasileño Jair Bolsonaro, que el 2 de octubre buscará la reelección, tras cuatro años de un mandato marcado por duras críticas internacionales por su política medioambiental.
Desde que Bolsonaro asumió la presidencia, en enero de 2019, la deforestación promedio anual en la Amazonia brasileña aumentó un 75% en comparación con la década anterior.
"Tras cuatro años de una clara y objetiva política anti-ambiental por parte del gobierno federal, vemos que ante la inminencia del fin del actual mandato invasores de tierras y todos aquellos que han actuado en la ilegalidad vieron un escenario perfecto para avanzar sobre la selva", sostuvo el vocero de Greenpeace Brasil para la Amazonia, André Freitas.
Los ambientalistas acusan al presidente de fomentar la deforestación de esta selva vital para frenar el cambio climático, con cortes de recursos de las agencias de control ambiental, su retórica a favor de la agroindustria y la minería, y críticas constantes a las ONGs ambientalistas.