Fue 0 a 0 y acaso no podía ser de otra manera. Godoy Cruz y San Lorenzo empataron en un partido que pasó de largo sin dejar emociones ni buen juego. Los mendocinos desperdiciaron una buena oportunidad de arrimarse a la clasificación para la Copa Sudamericana y tampoco pudieron engordar un promedio todavía inquietante. San Lorenzo sumó su 13º empate del campeonato y jugó como si se sintiera fuera de todo.
Con muy poco le alcanzó a Godoy Cruz para ser mucho mejor en el primer tiempo. Al menos tuvo tres llegadas muy claras: un zurdazo cruzado de Ojeda desde afuera del área que se fue cerca del palo izquierdo, un córner cerrado del propio Ojeda que dio en el travesaño (en el rebote, Zapata casi bate su propia valla) y una media vuelta de Badaloni que el arquero Batalla mandó al corner. Más que suficiente para afirmar que, en medio de un partido de escaso vuelo futbolístico y en el que de a ratos, se prestaron la pelota, los mendocinos debieron haberse ido al descanso en ventaja.
Lo de San Lorenzo fue desalentador. Jugó como si el arco de enfrente no existiera y salvo un disparo mordido de Cerutti que salió desviado, no produjo nada en ataque. El equipo de Rubén Insúa volvió a pararse de mitad de cancha para negarle el juego interno a su rival. Pero no supo que hacer cuando recuperó la pelota. La perdió demasiado pronto y terminó limitado a una mera tarea de contención.
En el segundo tiempo, Insúa intentó potenciarse arriba con las entradas de Leguizamón y Vombergar por Barrios y Cerutti. Pero nunca pudo sacudirse la tibieza. Salvo un derechazo cruzado de Braida que salió por encima del travesaño, su poder ofensivo fue nulo. Nunca apuró para ir por los tres puntos. Godoy Cruz no hizo mucho más. Lo único emotivo sucedió a los 20 minutos cuando Hernández y Badaloni forcejaron en el área, el delantero mendocino cayó y el árbitro Trucco cobró un penal que debió rever cuando comprobó en el VAR que Badaloni había simulado la falta.