En las últimas horas, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se vio envuelto en otro escándalo tras la difusión de un video, al parecer de 2018, en el que aparece pronunciando un discurso en un templo masónico.
En las imágenes difundidas, se ve a Bolsonaro hablando sobre un altar, y de fondo aparecen imágenes y símbolos propios de la masonería, que muchos católicos o evangélicos suelen asociar a Satanás.
Casi de inmediato, el video llegó a los portales brasileños y muchos ciudadanos -incluso votantes de Bolsonaro- en duda el lema "Dios, Patria, Familia" que adoptó el presidente ultraderechista para esta campaña en la que busca su reelección.
Por el momento, el ultraderechista no se pronunció sobre el video, difundido horas antes de que retome sus actividades de campaña tras la primera vuelta de las elecciones. Sin embargo, durante este martes, Bolsonaro participó de dos cultos evangelistas en San Pablo: una convención de iglesias evangélicas y una reunión de pastores de la iglesia Asamblea de Dios. Un intento por despegarse de las acusaciones y calmar a sus votantes y seguidores religiosos, según consignaron algunos analistas.
Además, el pastor ultraderechista Silas Malafia salió por las redes a explicar al público que Bolsonaro no es masón.
Lula contra las fakes news "satánicas"
El expresidente Lula Da Silva, candidato más votado el pasado domingo en la primera vuelta de las elecciones, se vio obligado a desmentir noticias falsas que lo acusan de tener "un pacto con el diablo" y a reiterar que es cristiano y cree en Dios.
"Lula no tiene pacto ni jamás conversó con el diablo", afirma un mensaje publicado en las redes sociales del líder progresista después de que se difundieran noticias falsas en ese sentido, promovidas por grupos favorables a Bolsonaro.
La cuestión religiosa ya había sido utilizada en 2018 por Bolsonaro para vencer a Fernando Haddad, del PT. Este año, volvió a apelar a esa estrategia durante la campaña puesto que el exmilitar construyó una fuerte base de apoyo entre los evangélicos, que constituyen cerca de un 30 por ciento del electorado. Lo hizo gracias a un discurso centrado en la defensa de los valores cristianos y conservadores.
El líder de la ultraderecha también acusó varias veces a Lula de pretender clausurar iglesias si recupera el poder, algo que ha sido desmentido en reiteradas ocasiones por parte del expresidente.
Además de la desmentida pública, Lula hizo un nuevo gesto a los religiosos al recibir en el cuartel general de su campaña a un grupo de padres franciscanos. El encuentro se dio este martes, día de San Francisco de Asís.
Después de recibir la bendición de los frailes, el líder progresista recalcó que no le gusta hacer política con la religión, porque entiende que "la fe es una cosa muy sagrada".
Asimismo, elogió al papa Francisco, del que dijo que tiene "un coraje ejemplar" por pronunciarse sobre "todos los asuntos", desde la etapa que el exgobernante pasó en prisión hasta la guerra en Ucrania. "Él no tiene miedo de defender a las personas", indicó Lula sobre el sumo pontífice.
Lula ganó la primera vuelta de las elecciones el pasado domingo con un 48,4 por ciento de los votos, frente al 43,2 por ciento que obtuvo Bolsonaro.
Ambos se disputarán la Presidencia en una segunda vuelta que tendrá lugar el próximo 30 de octubre.