La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno de Colombia retomarán las negociaciones de paz en noviembre, según un acuerdo firmado este martes por las partes en Venezuela, país que actuará como garante en los diálogos junto a Cuba y Noruega. Un primer entendimiento de apenas tres puntos sentó las bases de las futuras conversaciones: reinstalar la mesa de diálogo con sus respectivas delegaciones, retomar el conjunto de los acuerdos y avances logrados desde la firma de la agenda de marzo de 2016, y reabrir el diálogo después de la primera semana de noviembre.
Los detalles de un acuerdo histórico
Los encuentros serán en sedes rotativas entre los países garantes del proceso: Venezuela, Cuba y Noruega, confirmó el comandante del ELN Eliécer Chamorro, alias "Antonio García", durante una rueda de prensa en la capital de Venezuela posterior a la lectura del comunicado. "Las sedes que se habían acordado eran sedes rotativas, vamos a reiniciar sin modificar lo que está acordado", comentó García al aclarar que aún se evalúa dónde será el inicio de las conversaciones.
El líder del ELN descartó, por el momento, que Chile y España tengan alguna participación en el proceso: "Agradecemos la voluntad que existe pero hasta el momento vamos a mantener la estructura de garantes que se acordó". García destacó que la reactivación de las conversaciones se hará sin modificar lo que está acordado hasta ahora y planteó: "Nosotros partimos de que lo que el ELN no discute en la mesa con el gobierno, no juega con el ELN. Todo lo que se haga será discutido por las dos delegaciones".
Por su parte el alto comisionado para la Paz de Colombia, Iván Rueda, habló sobre la importancia de la transparencia en estos diálogos, de manera que lo pactado se vaya cumpliendo para generar confianza. Rueda remarcó que en Colombia se vio un "desescalamiento de las actuaciones (del ELN) en varios territorios donde ellos operan", y celebró la decisión del grupo guerrillero de "evitar confrontaciones armadas". Junto al comisionado acudieron, en representación del gobierno colombiano, el senador Iván Cepeda y el monseñor Héctor Fabio Henao.
Gustavo Petro, primer presidente de izquierda en la historia de Colombia y exguerrillero, reactivó los contactos con el ELN luego de asumir el cargo el siete de agosto, con la mira puesta en retomar las negociaciones interrumpidas en 2019 por el gobierno de Iván Duque después de un ataque contra una escuela policial que dejó 23 muertos. "Desde Caracas se reanudan los diálogos de paz oficialmente entre nuestro gobierno y el ELN, junto a los países garantes", celebró el mandatario este martes en su cuenta de Twitter, exhibiendo el acta firmado por las partes.
Los delegados del ELN fueron acogidos durante cuatro años en Cuba, país del que salieron rumbo a Venezuela el dos de octubre para responder a las nuevas negociaciones de paz prometidas por Petro. El comandante del grupo guerrillero destacó que la vía para buscar la paz de Colombia no solo pasa por las armas, al llamar a "atacar las causas que causaron el conflicto armado, que son la desigualdad, la falta de democracia, la inequidad".
El ELN es la última guerrilla colombiana reconocida. Fundada en 1964 por sindicalistas y estudiantes simpatizantes de la revolución cubana, la organización ha sostenido negociaciones frustradas con los últimos cinco presidentes de Colombia. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron un acuerdo de paz en 2016 y se convirtieron en un partido político.
ONU llama a aprovechar la "oportunidad"
Naciones Unidas celebró este martes la reanudación de las conversaciones. Un comunicado del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, "insta a ambas partes a aprovechar al máximo esta oportunidad para poner fin a un conflicto mortal que ha durado décadas y cuya resolución es fundamental para ampliar el alcance de la paz".
El documento "ratifica la disposición de las Naciones Unidas para brindar la asistencia que se requiera, a través de su Representante Especial en Colombia, en los diálogos e implementación de acuerdos". Expresa, a la vez, un "profundo agradecimiento a Cuba, Noruega y Venezuela" y "alienta a la comunidad internacional en su conjunto a prestar su apoyo".