Instalaciones, murales, bocetos, dibujos, originales de mujeres alteradas, superadas, curvas peligrosas, historietas eróticas y una sala especial para las chicas de Línea peluda, que reúne a dibujantas de todo el país, se podrán ver desde este miércoles 12 de octubre a las 18 en el Cuarto Piso del Centro Cultural Kirchner. La mega muestra de Maitena, que tendrá 8 salas, podrá visitarse hasta abril de 2023. De las tareas de cuidado, de nuestros cuerpos, de nuestras relaciones sexoafectivas, de nuestros deseos charlamos con la artista en esta entrevista. Y el jueves 13, a las 19, moderadas por Liliana Viola, estará hablando de la libertad y el humor con Malena Pichot.
¿Con qué nos vamos a encontrar?
--Se van a encontrar con ocho salas que recorren todo mi trabajo desde los años '80 hasta ahora, el trabajo del principio, desde los manuales de escuela hasta las historietas eróticas en Sex Humor, hasta Mujeres Alteradas, el trabajo hecho en La Nación que es Superadas, Curvas Peligrosas, hay una sala de proceso creativo con bocetos y cómo se arma una página, cómo se trabaja. Y también hay una sala lindísima del proyecto de las chicas de Línea Peluda, que es un colectivo que congrega a 40.000 dibujantas de todo el país, que nació en la época de la lucha por el aborto, en las calles. Ellas hicieron un montón de acciones y crearon este grupo bajo la consigna de que mandaras un dibujo blanco, negro y verde, lo subían y se hizo una cuenta increíble con mil dibujos de todo el país, federal, hermoso y muy inclusivo. Pegaron sus dibujos en el subte en la operación Araña, hicieron un montón de acciones y bueno, elegí ponerlas a ellas que están haciendo una sala increíble con una ola verde que te quita el aliento, hay un mural de toda una pared que es fabuloso, videos de las acciones que hicieron en la calle, y obviamente van a estar ellas también.
¿Y cómo te encontraste vos frente a toda tu producción, después de tantos años, cómo es verte en ese espejo?
--Bueno, yo ya hace bastante tiempo que reviso para atrás mi propio trabajo y encuentro que el mundo cambió mucho, sobre todo en estos diez últimos años, y que yo indudablemente hablaba de cosas de las que no hablaba nadie. En la sala de procesos creativos hay cosas de hace 30 o 40 años, y yo trabajaba cuestiones de género que no trabajaba nadie, ese era mi tema, el rol de la mujer, la doble jornada femenina. Eran mis temas porque también era mi vida. Yo era muy joven, tenía dos hijos y estaba sobrepasada porque además quería tener una carrera profesional, y realmente era muy difícil la doble vida: escribía sobre eso que me pasaba, y lo miro ahora y me doy cuenta de que es muy pionero ese trabajo, visto a la distancia. Y después, con Mujeres Alteradas, fue un boom comercialmente, ahí vino ya la difusión y la llegada a muchos países, a muchas traducciones, eso fue una locura. Pero bueno, ese material, que es sobre todo de los '90, si yo lo miro ahora hay un montón de temáticas y de páginas que no resisten, que me parece que están mal, que se dio una vuelta muy grande, ¿no?, que mis mujeres estaban como agotadas y cansadas de tener que disimular la panza, de tener que hacer dieta, pero bueno, la vuelta que se dio es que no hay que disimular la panza.
Es bueno querernos con la panza...
--Totalmente, hay que querernos con la panza y que nos quieran con la panza y se acabó, no hay por qué responder al modelo de la heteronorma y el modelo de belleza impuesto, ¿no?
Igual yo creo que también vos estabas denunciando esas situaciones, esas imposiciones
--Sí, yo las estaba denunciando, pero de alguna manera mis mujeres estaban preocupadas por la dieta, la estría, la panza, por disimular. Yo lo veo ahora, veo el trabajo de otras dibujantes y me doy cuenta de que las chicas cambiaron, cambió esa cabeza. Yo hice lo que pude, en la época que me tocó vivir, y entonces, bueno, reviso mi trabajo y encuentro eso, que me parece que atrasa respecto a las ideas y valores que tenemos hoy. Pero hay mucha cantidad de cosas de las que yo hablaba que no, que todavía están en el candelero, todavía se están discutiendo.
Lo de los trabajos de cuidado, por ejemplo.
--¡Los trabajos de cuidado! ¡Exacto! Mis mujeres tenían siempre hijes, madre, amigas, siempre estaban cuidando a alguien, a una amiga enferma, un hijo, el colegio, los deberes. Siempre había alrededor de esta mujer muchos frentes de combate abiertos, y muchos de ellos de tareas de cuidado y poco lugar para sí mismas.
Para su propio deseo.
--Claro, en ese sentido, también están las historietas que hice Eróticas, que fueron antes de Mujeres Alteradas, que es interesante porque, visto ahora, está lleno de mujeres calientes por todos lados. Pero en el humor de las revistas y de las publicaciones de los '80 y de los '90, las mujeres eran objeto de deseo de un chabón, no eran seres deseantes. Y en mis historietas están calientes, andan con mujeres, se masturban. Estaba muy bien para ese momento.
¿Y de qué van a charlar con Malena Pichot?
--Con Malena vamos a charlar del humor, del que se hacía antes, de lo que se hace ahora, de qué nos reíamos antes, y de qué nos reímos ahora, que cambió mucho, porque también está el tema de la corrección política, que para les humoristas es bravo, porque te tenés que parar muy bien adonde te pongas porque, además, las redes sociales cambiaron el juego. Vos antes publicabas algo en una revista y lo leían los que compraban esa revista. Ahora, lo que hacés está en una red social, lo puede leer cualquiera. Por un lado, eso abre una discusión inagotable porque siempre hay otro punto de vista. Y por otro lado, abre a los haters para que te puteen, para que te maltraten. Me pasó en la época del aborto, que una mañana me levanté y tenía en Instagram un mensaje que decía ojalá te mueras. Y, la verdad, es pesado. Si no te gusta lo que hago, no me sigas, qué se yo. Pero de ahí a dejar ese mensaje… Entonces, bueno, hablaremos de eso, de cómo modificó eso la libertad del humor. Me interesa mucho escucharla a Malena, lo que tiene Malena para decir de esto, porque ella enfrenta las redes como una campeona, siempre tiene mucha altura y mucho nivel para contestar. Yo era más de la época en que quería que todos me quisieran.
Otro mandato de mujeres alteradas, que nos aprueben.
--¡Claro! Yo quería ser amada y que me quieran. Buscar la aprobación. Y Malena, en ese sentido, es una bomba. Ella no busca la aprobación y me parece genial. Yo, con el tiempo, aprendí que no todo el mundo te quiere.
Y está bueno también.
--Está bueno. Lo que pasa es que también las redes abrieron el mundo a muchas más tribus, a mucha más gente, mucho más pensamiento. Una antes se quedaba con lo poco que conocía. Yo no tenía seguidores, tenía lectores. Si te leían y te compraban los libros, era porque les gustabas. Entonces, lo de las redes es muy nuevo y abre la posibilidad a diferentes tipos de humor para distintas personas. Está buena toda esa multiplicidad de voces, es lo mejor que tienen las redes.
Mesa debate La risa y la libertad: jueves 13, 19 h, La Cúpula del CCK.
¿De qué nos reímos? ¿De qué no nos podemos reir ahora? Cancelación, límites y sentido del humor.
Participan Maitena y Malena Pichot. Modera Liliana Viola.